Ayer murió este director, del que no había visto nada, pero sí oído lo buena cinta que es ésta. Película singular, horror ibérico con pocos medios, pero de resultado interesante. Con un reparto más que potente -dentro de los cánones del género- con dos de sus figuras más relevantes: Christopher Lee, y Peter Cushing, a los que acompañan un siempre característico Telly Savalas y unos cuantos actores españoles, de lo que sólo me suena Silvia Tortosa. Me he fijado también en Alberto de Mendoza, actor argentino más que interesante, al parecer un grande del cine argentino.
Una producción cuidada -trajes, trenes, pistolas, trenes, etc.- con un guión que te mantiene siempre alerta hacen el resto de una cinta con metraje más que contenido, 90 minutos que sólo se hacen largos en el último tercio, ya cansado de tanto tren.
Interesante película que supongo que con el paso de los años se ha erigido en una cinta de culto, rememorada por nuevos espectadores.
Pero le falta la magia que sólo tienen grandes obras muy reconocidas. Y esta no llega a ese nivel. Se ve porque es de un autor español y porque ha coincidido su fallecimiento ayer.
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