Película de culto, radicalmente libre pero bajo la égida de La Conversación (Coppola, 1974), película muy superior a esta. Sin embargo, aunque el planteamiento es sencillo funciona perfectamente. Es atrayente, tiene ritmo, pulso y deja siempre margen de interpretación al espectador. Siempre bajo ese halo de misterio y de thriller tan característico del director.
De Palma es un experto en plantear estos climax, estos escenarios. Siempre en tendencia ascendente, hacia la resolución del asunto de la forma más dramática e inesperada.
Lo principal y más importante de De Palma creo que ya lo he visto. Incluyendo sus grandes éxitos y sus películas más comerciales. Ésta no es una de ellas y sin embargo es considerada una cinta de culto, de esas que marcan tendencia, época.
Un planteamiento más que interesante, con un trabajo de guión estupendo del propio director, con una fotografía excelente de Vilmos Zsigmond, luego director del que he visto su La larga sombra (1992), que la recuerdo como una especie de remake de M de Lang pero en tiempos modernos.
Un resultado interesante, que se deja ver y entretiene. Por momentos pierde fuerza y tiene momento valle, pero el resumen es muy positivo.
El reparto es muy de la época: John Travolta, después de los bailones éxitos, Nancy Allen por entonces la mujer del director, John Lithgow, y Dennis Franz que adquiere toda su potencialidad con la serie de televisión Canción Triste de Hill Street.
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