miércoles, 25 de enero de 2023

§ 2.916. A las nueve cada noche (Jack Clayton, 1967)

Unachi
Clayton me parece un director solido y muy eficaz. Riguroso, canónico y tremendamente profundo. Todo lo que hace tiene sentido, tanto desde el punto de vista moral como estético. Aborda, además siempre temáticas duras, difíciles, siento ésta un buen ejemplo de ello. 
No sabría calificarle desde un punto de vista técnico, supongo que es tan bueno como cualquiera. No veo alardes en lo que importa a los planos, los tráveling, los encuadres, el color, los movimientos de cámara o la sucesión de planos. Un director eficaz. 
Sin embargo desde el punto de vista artístico le veo como un director muy dotado. Sensible y delicado, sabe darle al tono de la película un estilo basado en la emotividad (sin sensiblería) y en una exposición directa y algo descarnada de los sentimientos. No juzga o se posiciona en una parte o en otra de la confrontación de situaciones o de intereses.
Esta película es difícil de ver. Como casi todas las películas con niños no me agrada demasiado. La evolución de los niños ante el fallecimiento de la madre y cómo abordan el duelo y el resto de su vida es el propósito de la cinta. Da casi más para una serie que para una cinta. 
Los diferentes caracteres de los niños están muy bien expuestos. Una chica muy dominante, un varón claramente sádico -con sus propios hermanos-, un chico tartamudo algo retrasado y la chica mayor que ejerce de madre sustituta.
La cinta se vuelve algo tediosa. Es excesivamente lenta y morosa. Los primeros cincuenta minutos de exposición de los personajes y la trama dura demasiado. La llegada del padre de los niños sobre el minuto  55 parece alumbrar otra luz a la historia. Pero no es una luz muy potente. Por más que Bogarde le insufla calidad y madurez no consigue que la cinta remonte.
Es interesante y debe verse, pero no es una película que me llene realmente. De las que he visto de Clayton es la más floja, la que menos me ha impactado.
Seguro que a muchos espectadores les habrá parecido aterradora, sofocante y sumamente perturbadora. Pero no es mi caso. Me parece interesante, sin más. No creo que la historia tenga un propósito escondido, ni un discurso moral por edificar. Me parece que las visiones más allá de lo pretendido por el autor es pura especulación. Y esta cinta es de esas sobre las que corren ríos de tinta, estoy convencido.

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§ 3.387. Sólo para sus ojos (John Glen, 1981)

  No la recordaba (algunas escenas sí, naturalmente). Aunque la he visto, no menos de tres veces.