lunes, 26 de abril de 2021

§ 2.366. Sacrificio (Andrei Tarkovsky, 1986)

 

Acabo con Tarkovsky, porque tres cosas suyas: Tempo di viaggio (codorigida conTonino Guerra) (1983), y El violín y la apisonadora (1963), y Hoy no habrá salida Unión Soviética (Codirigida con Aleksandr Gordon) (1959) no están editadas, que yo sepa.
Bueno, pues muy suyo, peculiar y propio.
En el cumpleaños de un famoso y aclamado actor de teatro ya retirado acuden su hija, un médico amigo de la familia, y el cartero de la zona para celebrar el evento. Están presentes su mujer y su hijo pequeño, de unos 9 años...
Estalla una guerra mundial, de tipo nuclear y ellos siguen en casa. El cartero convence al actor de que una de sus sirvientas es una bruja y que hay que realizar un sacrificio para salvar al mundo.
Le reconozco el valor de poner en escena un ensayo filosófico. La fotografía es espléndida, pero no sé a dónde me quiere llevar. Me parece algo más que cine, es cine/ensayo, pero no me agrada en los cánones de lo que el cine representa para mi: un entretenimiento con fondo y estructura.
Me pierdo en su discurso, me aburre su estética, no consigo comprender el mensaje, ni tampoco creo que el lenguaje elegido sea el mejor para lo que pretende. Una especie de obra de teatro que se desarrolla en una sola habitación. Sin cambios de ritmo, sin grandes expectativas, ni ningún tipo de efecto. Camina lenta y parsimoniosamente hacia... ¿dónde?
Tiene algo onírico, algo de Bergman, algo de Dreyer, algo de poesía, algo de pintura, algo de ensayo, algo de trascendencia, algo de testamento fílmico, algo de enseñanza, todo ello en un discurso críptico, abstracto, nada lineal, poco expresivo y lleno de alegorías, que a veces captas y otras veces no tanto. 
Si lo que pretende es mostrar una crisis de fe del protagonista una vez acaecido el conflicto bélico éste no llega hasta el minuto 70. 
Además la necesidad del sacrificio de la sirvienta -que, para complicar más las cosas, se llama María- no se sabe muy bien a qué se debe, para qué se organiza. Las explicaciones que da el cartero no parece que tengan lógica alguna. Pero tampoco lo plantea como una necesidad impuesta por la fe. Ni razón ni fe.
El cartero pretende que el actor pase la noche con la bruja María, como si fuese un redentor.
Definitivamente no me gusta Tarkovsky. No creo que se encuentre entre los mejores directores de la historia, desde mi punto de vista personal, se entiende. Sin embargo sí creo que es un director muy estudiado y seguido, en lo estético y para el aprendizaje del discurso cinematográfico. Pero no soy un fanático. Entiendo que pueda gustar mucho a muchas personas. Lo que no creo es que puede gustar "un poco". O te gusta mucho o no te gusta. No puede gustarte un poquito, o gustarte alguna de sus películas. O te agrada su forma, realmente propia y definitiva, de filmar, o no te gusta. O 10 ó 0. No parece que pueda haber término medio.

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