martes, 7 de abril de 2020

§ 1.880. El perfume (Tom Tykmer, 2006)

Película basada en una novela que tuvo muchísimo éxito en su momento, del mismo nombre de Patrick Süskind de 1985. El libro lo recuerdo portentoso, maravilloso, embaucador, elegante y a la vez intrigante, muy trabajado. Una gran novela.
Director no conocido para mi, que ha dirigido unas quince películas, no más, y probablemente ninguna con el mismo éxito. Recuerdo que cuando se estrenó en cines fue todo un éxito, muchas colas, todo el mundo hablaba de ella, etc.
El director es Tom Tykmer, compositor y director de cine alemán que ya había hecho cosas muy valoradas por la crítica, aunque no ha tenido excesiva continuidad, 20 películas en total, incluyendo series de televisión y documentales.
La película es muy entretenida, a pesar de comenzar de manera muy sórdida. No cambia en ese sentido el guión que le marca el libro.
Muy delicada la construcción de la cinta. Dedicada a los pequeños detalles, las ropas, las calles, los vestidos, los cortes de pelo, los utensilios, los carruajes, caballos, etc. Todo eso es estupendo, la caracterización, el guión, la trama, incluso la música y el desarrollo, las escenas y el entramado. Peor hay algo que le falta, y no sé qué es. Es una gran película, pero le falta algo para eso estupenda y maravillosa. Desde luego es espléndida, pero me la había reservado para como algo maravilloso y se me ha quedado a las puertas. Aun así merece la pena, sin ninguna duda.
El actor protagonista es Ben Whishaw, el perfumero inicial es Dustin Hoffman y también interviene Alan Rickman.
Puede leerse como una crítica a la necesidad de reconocimiento, a la desesperanza por conseguir el éxito, por ser alguien, reconocido, apreciado. Pero también como una monomanía de uno mismo, de un talento poco usual que se emplea desordenadamente. Constituye una hipérbole de la realidad. No se puede conseguir ese tipo de perfume, no existe el don que la película atribuye al protagonista, esa belleza, esa eternidad en el instante. Pero la película funciona y es apreciable.
La belleza de las dos chicas es noticiarle. Karoline Herfurth como Vendedora de ciruelas, y, sobre todo, Rachel Hurd-Wood como Laura Richis, como hija del hacendado.
Es interesante las partes que se dedican a explicar cómo se hacen los perfumes y se tratan las flores y plantas.
Es una película recomendable, bello colores de la provenza, historias secundarias bien narradas, personajes definidos. Quizá un poco larga, peros sé que eso me pasa muy habitualmente con muchas películas. A lo mejor soy yo el que lo aprecia incorrectamente.

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