Interesante, pero algo impostada, tanto en relación con la trama, se mire como se mire copiada de Memorias de África, en todos los aspectos mejore película. Aunque esta historia es verdadera, cierta, distinta de la película de Pollack, que es mejor en todos los sentidos.
Tiene interés conocer el sentido de toda aquella época en aquel lugar, y cuáles eran sus maneras de comportarse frente a la vida, al dolor de la guerra, a la realidad de su propio país.
El hedonismo no se ha inventado hoy ni ahora. Es algo que siempre ha existido. Una buena prueba de ello es esta villa felicidad que existió de verdad y que es revisada en esta historia peculiar.
Interesante, pero poco bien desarrollada, con un reparto de lo más razonable (Una muy guapa Greta Scacchi, un razonablemente interesante Joss Ackland, con Sarah Miles y Geraldine Chaplin, y la presencia de dos brillantes actores británicos: John Hurt, y Trevor Howard) pero sin la chispa y la intensidad necesaria para considerarse una gran obra. Es plana y poco profunda en algunos momentos, y tienes que imaginar que la cortes británica es verdaderamente tan fría y tan distante como pretende aparentar, aunque sabes perfectamente que no es así, ni mucho menos.
Está, eso sí, perfectamente ambientada, con diálogos bien trillados, pero pretende una calma del protagonista principal absolutamente inverosímil.
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