Sorprendente historia de Erich Hanussen, un adivino relacionado con Hitler y los nazis al comienzo de la llegada al poder de los fanáticos. Es un personaje verídico, aquí novelado, claro, pero que sirve de excusa para contar el declive de Europa a finales de los años veinte.
Klaus Maria Brandauer está imperial, como siempre. Le acompaña Erland Josephson con su frialdad nórdica habitual y su mirada traslúcida, aunque no parece un papel adecuado para él, más propenso a las historias de amor. Pesa mucho en este juicio la imagen que proyecta en las historias de Bergman.
Como las dos anteriores de la trilogía, Mephisto y Coronel Redl, es lenta y algo empalagosa, por momentos sobreactuada e histriónica. Una historia muy 'europea', difícilmente comprensible por culturas cinematográficas alógenas.
Me gusta mucho, pero es que de este director me gusta todo. No hay cinta suya que no me haya agradado de verdad. Quiero decir, gustarme mucho.
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