martes, 25 de mayo de 2021

§ 2.402. La noche de los cristales rotos (Wolfgang Petersen, 1991)


La vi hace muchísimos años, y siempre la he recordado de manera muy peculiar, como una buena cinta con cosas que no cuadraban, que no encajaban, que la hacían pero película de lo que pudo ser. En una palabra, una cinta mediocre decepcionante.

Siempre me llamó la atención el título, que me recuerda más a los episodios nazis de 1938, que a un acontecimientos acaecidos en San Francisco de los años ochenta. Título muy mal traducido, pues el original es Shattered, algo así como "roto", a secas, sin más. Sin ninguna referencia a "cristales".

Un drama thriller familiar de venganzas, recuerdos, pasiones escondidas y ocultas pulsiones. 

Un matrimonio tienen un grave accidente de coche. La mujer consigue saltar del coche y tiene secuelas pero no excesivamente graves. El marido llevó la peor parte, permaneció en el coche durante la caída y sus secuelas son graves: tiene una permanente amnesia: no recuerda nada de su vida, únicamente recuerda cosas concretas, nada específico. Sin embargo tiene una sospecha, no por ser susceptible, en absoluto, sino porque descubre los negativos de unas fotos de su mujer en la cama con otro hombre. Comienza a sospechar que algo ocurre, que su vida con su mujer con la que ahora parece vivir una vida plena, que su vida pasada no era tan buena como todo parece indicar. La verdad le aterra: quizá su mujer tuvo algo que ver con el accidente, quizá planeó su muerte, quizá el accidente no fue casualidad, quizá lo que "paso en Méjico" es más profundo que una mera discusión familiar. 

La mujer de su amigo le alerta de que le han querido asesinar, de que su mujer y alguien que conocieron en México han planeado su muerte.

Un Tom Berenger que prometía más cosas que a las que llegó, un mal estereotipo de militar rudo curtido en Vietnam; una Greta Scacchi como guapa matahombres, sanguinaria y mantis religiosa que tampoco llegó a nada, y un Bob Hoskins como investigador privado que siempre cumple su papel como secundario de decenas de películas, de todo tipo, una peores y otras no tanto.

Director que venía de hacer cosas mejores: El submarino (1981), y que más tarde repitió la fórmula ensayada aquí de película para el gran público: En la línea de fuego (1993), La tormenta perfecta (2000) y Troya (2004).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

§ 3.390. Sacco y Vanzetti (Guiliano Montaldo, 1971)

  Una muy buena película, con una crítica dura al sistema político americano, su aversión a los sindicatos libres de trabajadores y a todo l...