Muy entretenida, aunque algo trágica. Se ve, desde prácticamente el principio, que el romance del Angie Dickinson con Robert Mitchum es interesado, raro. Aparece en el momento justo y no para de preguntar.
Encargar un caso de asesinato a un ex policía, alcohólico y con tendencias suicidas no es la mejor opción. Ese tipo de hombres rudos, con pasado, con todo un bagaje de vivencias y experiencias le van bien. Perdedores con clase, sentimientos y pasado.
La música es muy interesante, se acomoda muy bien al ritmo de la películas.
Director para mi desconocido, primera películas suya que veo. Un director y una película muy de la época, primeros ochenta.
El propósito de la cinta es doble, averiguar quién asesinó a la chica y cuándo va a descubrir Mitchum que le están engañando. Es obvio que va a pasar así, pero no creo que él no lo sepa. Además es raro que ella se lleve bien con sus ex-maridos, siempre hablando de ellos. No se entiende bien, es sorprendente.
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