Sucesos bien conocidos, especialmente por un extremeño, y singularmente por uno que estudió derecho, como es el que escribe, en aquellos momentos. El en aquel momento Fiscal Jefe de Extremadura, Jorge Sena, comentaba luego a los luíos de doctorado que el panorama en el pueblo era desolador, una auténtica carnicería, más propia del Far West que de un homicidio corriente y moliente. Unos hechos inconcebibles, inenarrables, de una España ancestral, de una sociedad primitiva, salvaje, pedestre, asilvestrada, por civilizar.
La cinta esta muy bien hecha, con un diseño de producción verdaderamente impecable. Aunque con alguna licencia de modernidad (los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 en la tele, cuando el suceso acaeció en agosto de 1990).
La película da calor. Quema al verla. Es impresionante. Todo un logro. Sabe transmitir perfectamente el ambiente cerrado, opresivo, oclusivo, maligno, perverso, insano, tumefacto, podrido...
El odio entre las familias está muy bien narrado. Las consecuencias también, los tiroteos, la carnicería.
Es curioso, el gran Saura comienza con La Caza y termina con esta cinta, parecidas sino que tienen la misma raíz, el mismo fonema. Algo más que coincidencia.
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