Un típico, tipiquísimo espagueti western. Rodado en España en una coproducción española e italiana.
Un argumento fácil, sencillo, circular, que empieza y acaba. siempre dominado por las bajas pasiones: la violencia, la venganza, el odio.
Tiene sentido, está bien rodada, con recorrido, sencillez y garbo. Está incrustada en el canon de este género y quizá sea demasiado larga, le sobran 15 minutos. Con 85 hubiera sido suficiente.
Algo oscura, al rodarse de noche muchas escenas no se ve todo lo bien que debería.
El protagonista es John Ireland, un actor interesante, siempre con presencia, maduro, con empaque, sereno y muy fotogénico: con mandíbula prominente, pómulos marcados y una mirada con fondo, profundidad y sentido y serenidad.
Me ha gustado.
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