Otra de Edwin L. Marin (del que ya he visto algunas cosas, bastantes) con George Raft, un actor poco expresivo. Con pinta de duro, y esa racionalidad varonil típica de los años veinte y treinta. Teo blanca, pómulos marcados, pelo negro lacio peinado hacia atrás, nariz prominente, bocas pequeña y pinta de tener mala leche, mal carácter, mal genio.
La actriz se llama Marilyn Maxwell, que no recuerdo haberla visto en película alguna, aunque es la chica de El ídolo de barro (Mark Robson, 1949) y también le vi en otras de Bud Boetticher de 1953: "Al Este de Sumatra". El cualquier caso, no la recuerdo.
La historia es un poco la de siempre. Venganza, amigo deshonrado por el que se clama acción, chica guapa que espera, policía de buen corazón y, en este caso, un par de número musicales.
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