miércoles, 21 de junio de 2023

§ 3.081. Esta tierra es mía (Jean Renoir, 1943)

 

Alegado antifascista de calidad excelsa. Con un reparto que, al principio, puede parecer incompatible: Charles Laughton no parece pegar con Maureen O'Hara. También interviene George Sanders, todo un tipo, un grande del cine, y Kent Smith, un maniquí poco expresivo al lado de estos dos monstruos. 
Por momentos puedo ver una película de Ford, en el sentido de incidir en una de sus máximas de siempre: el hombre normal convertido en héroe por no doblegarse a circunstancias opresivas injustas. Una persona normal, con principios y valores, se ve sometido a una presión enorme, injusta y oprobiosa, y la forma de reaccionar es mantenerse en sus valores y principios por encima de todo. Pero lo singular, lo que le convierte en un hombre Ford es que son precisamente estas circunstancias las que forjan al hombre y le encaminan hacia su propio yo. Son precisamente esas circunstancias las que le hacen ser más él, más auténticamente él.
De ser un cobarde a ser un valiente quizá no hay tanto camino, y el empuje de la necesidad acelera el tránsito.
La fortaleza interior nace de las convicciones, de las creencias, de las vivencias. Y se va forjando con el tiempo, poco a poco. Nunca se sabe cuáles van a ser los acontecimientos desencadenantes que sirven de catalizador de esa catarsis interior que aflora en el momento más insospechado.
Ver a Charles Laughton es un espectáculo. Qué actor, qué difícil es catalogarle, pues hizo de todo. Y siempre con una calidad y un saber hacer absolutamente ejemplares. Uno de esos actores por los que pagas una entrada de cine.
Lo de Maureen O'Hara es un escándalo. Impresiona lo guapísima que es, alta, con una figura de impresión, un pelo pelirrojo de fuego (aunque esta cinta es en blanco y negro) y una mirada felina de ojos encendidos como carbones en ascuas. Le da el toque dramático necesario, sin alaracas, sin perder la compostura, en su tono justo. Ni sobreactua ni se queda corta. Impresiona. Y cómo llora, que capacidad de transmitir sentimientos.
Es una película redonda, para verla varias veces en la vida. Intensa y vital.

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