Terror británico de los años sesenta. Interesante y algo enigmática. Me ha gustado mucho Joan Fontaine, aunque es cierto que la película está hecha para ella. No saca menos de veinte modelos, me gustaría saber de qué diseñador, y la cámara se centra en ella más que en cualquier otro actor o actriz. Es su última película de cine, aunque luego hizo dos o tres cosas para la televisión, seguramente poco recordables.
La brujería es una creencia entroncada en el más profundo ser del hombre. Y esta cinta explota lo más profundos ancestros del ser humano.
Goza de una cierta intensidad, pero queda un poco coja, proyecta bien el miedo y el horror que persigue a la protagonista, pero no llega a conmover del todo. Está bien, se puede ver, pero nada más.
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