martes, 10 de junio de 2025

§ 3.881. La leyenda de los ocho samuráis (Kinji Fukasaki, 1983)

Fukasaki es el director de la segunda unidad de la películas "Tora! Tora! Tora!" de 1970 cuyo principal director fue Richard Fleischer. Una de las mejores de guerra naval y todo un clásico del cine de contiendas. A pesar de ser muy conocido y prolífico no había visto nada de él en solitario. 
Tiene una mezcla de tradición japonesa de los samuráis con elementos fantásticos, mágicos, míticos narrados en un tono ligero, nada dramático como impone Kurosawa o Kobayashi por ejemplo, con color, emociones de el "capa y espada" japonés, es decir sus Samuráis, una estética más moderna con aspectos claramente teatrales y una música que podría incorporarse a cualquier película similar occidental.
Un fondo de tragedia de las de siempre -madre e hijo, poder y tiranía, rebelión y tradición- envuelve la trama.
No me ha gustado especialmente. Entretiene, se deja ver, es visual, colorida y entra por lo ojos, pero siempre que veo cintas japonesas me fijo en los estándares impuesto por Ozu, Mizoguchi, y los citados, y esta cinta no responde a esos parámetros. Inclusos las peleas a espada aquí son rápidas y eléctricas, mientras que en los clásicos japoneses la pausa y la calma forma parte de la pelea, siendo mucho más intensa y dramática.
Aunque seguramente ambas formas de representar estos duelos no responden a la realidad, a la realidad histórica en sentido estricto, como ocurre, por ejemplo, con los duelos del Oeste, es más interesante la forma clásica.
No me ha parecido una gran película, demasiado larga y por momentos deslavazada. He perdido el interés y la concentración en varios momentos.

lunes, 9 de junio de 2025

§ 3.880. La bruja (Robert Eggers, 2015)

 
Primera película de un director del que he visto, con ésta, todas sus cintas, cuatro en total. Ésta era su debut cinematográfico. 
Cuatro películas en nueve años. Ninguna de ellas me ha llegado a calar del todo. El Faro la entendí muy pretenciosa. El hombre del Norte, algo trillada. Nosferatu, sí me pareció una excelente versión.
Esta debe ser un cuento gótico alemán o americano, de finales del XIX supongo. Aunque el guión es original del propio director y no dice la ficha técnica que esté basado en ningún cuento o relato. Es, por tanto, un guión original.
Creo que es una película muy vista, con multitud de aficionados que la veneran y la tienen por referente. Funcionó bien en taquilla y la crítica no la despedazó.
No me ha parecido una obra tan colosal. Está bien hecha, tiene su interés y se deja ver, pero de ahí a pensar que es una maravilla, hay un trecho. Un trecho muy largo.
La sensación de angustia, de inmediatez, de sorpresa, de desamparo se arraiga fácilmente, pero no trasciende lo epidérmico. No es que se superficial, es que no es profunda.
El ideal del bosque embrujado es revisado con alegría. Sí es cierto que las tomas aliare libre son espléndidas, una excelente fotografía.
No me ha llegado. Ninguna de las cuatro de él me han parecido rotundas obras. Ésta, en concreto, me parece la peor de las cuatro.
El diablo representado por animales, conejos, cabras, etc. Una organización clásica del mal, una iconografía de siempre.

domingo, 8 de junio de 2025

§ 3.879. Resultado final (Juan Antonio Bardem, 1997)

Última cinta del indiscutible gran Director que fue Bardem.
Y ya sabes lo que leen este blog la idea que tengo sobre la última película de los grandes directores. En líneas generales no suelen ser buenas. Más bien suelen ser malas. El genio creativo se acaba, los recursos económicos no quieren arriesgar con directores mayores, la apuesta por la novedad es una pulsión grande.
La idea no es mala. Su desarrollo quizá no tanto. Pero las críticas que recibió la película sepultaron al director y a la actriz principal, Mar Flores.
En Filmaffinity recibió un 2.1 de media, de 688 votos. Es una barbaridad de resultado. Además las 8 críticas redactadas la fustigan de manera inmisericorde. En IMBd la media sube al 3.3, y en Letterbox no tiene suficientes notas para hacer una media, pero las votaciones que se aprecian son también muy deficientes.
Curiosamente la crítica que valora bien la película lo hace con verdadera pasión e interés, entendiéndola como una obra maestra incomprendida por la crítica y el público.
No creo que sea para tanto. No es, desde luego, una obra maestra. No es ni siquiera comparable a Muerte de un ciclista o Venganza. Ni siquiera llega, a mi juicio, a Los pianos mecánicos.
La idea es buena, el tema estaba de moda, el revisionismo crítico de al transición desde el punto de vista personal y crítico, aportando una melancólica visión retrospectiva siempre interesante. 
La excusa es el cáncer de útero que padece una mujer que vivió los acontecimientos de la transición política española en primera persona. Luego triunfadora en la vida, casada y con hijos. Lo que podríamos considerar una vida plena y llena, que se ve enturbiada con la enfermedad, que ella atribuye a su marido, que es, básicamente, un putero.
Es, básicamente, un ajuste de cuentas de los comunistas con el PSOE. Supongo que a los votantes del partido hegemónico en el país no les gustará la película. 
La idea es brillante de verdad. Pero falle en su ejecución. No sólo porque Mar Flores no da la talla (aunque he visto interpretaciones femeninas peores), sino porque tiene fallos de guión y de continuidad evidentes. 
Además, las reflexiones sobre cómo se hunde el comunismo en la transición y toma el poder el PSOE siempre son dialogadas, y más allá de algunas escenas gráficas, tiene un peso intelectual impropio de las relaciones humanas. Además, el hecho de colocar escenas de documentales parece querer contar la historia únicamente desde un punto de vista. 
Que hubo una élite más o menos acomodada en el franquismo que apoyaba sin decirlo abiertamente al comunismo y su lucha contra el régimen y luego, de la noche a la mañana se integró en el PSOE es una evidencia. Y eso molesta al régimen bienpensante.
Sí es cierto que el adoctrinamiento es cansino, y lastra la película de manera determinante.
A mi no me ha parecido tan mala película. Desde luego, si en vez de ser Mar Flores es otra actriz más consagrada, y si el director de cine (alter ego del Director) hubiese sido alguien más pujante la cinta hubiera sido un éxito.
No me parece que sea tan mala película.

§ 3.878. Comando de asesinos (Julio Coll, 1966)

Inspirada evidentemente en las películas de 007, pretende darle a la trama la misma mezcla de comicidad y seriedad en ambientes veraniegos, de vacaciones, elitistas.
Protagonizada por Antonio Vilar, Letícia Román y el peculiar Peter van Eyck, inconfundible en sus poses y sus ademanes. 
Como era de prever a veces la trama sirve como excusa para mostrar una ciudad, en este caso Lisboa, paseando en coche por sus calles.
La falta de medios y de guión hacen fracasar a la cinta, que se puede ver, pero que es casi de las peores que he visto de Coll.
No da con el tono. Tiene algo, pero no funciona. Es algo pasada y aunque tiene un metraje civilizado, 83 minutos, por momentos de hace pesada.
Me llama la atención que el Profesor malvado se llama Zandor, que lo entiendo como una derivación del Profesor Zaroff, de "El malvado Zaroff" la extraordinaria película de 1932 de Irving Pichel y Ernest B. Schoedsack.
Se puede ver, con esfuerzo. Sin más.

sábado, 7 de junio de 2025

§ 3.877. Apuestas contra el mañana (Robert Wise, 1959)

Otro Wise prodigioso. Qué forma de hacer cine, qué maravilla, cómo exprimir los argumentos, qué capacidad para presentar a los personajes, qué dominio del escenario, de los planos, de la luz, de las emociones. Qué cosa más divina.
De Wises he visto prácticamente todo. Me queda dos o tres películas que no están editadas en dvd y que tampoco pueden verse on line.
Cine negro, atraco a un banco, planes perfectos que salen mal, apuestas de caballos, hombres despiadados y deshumanizados, gánsters de cartón piedra, chicas guapas cuando todavía no se ha quitado el maquillaje.
Me ha gustado mucho. De la filmografía de Wise que recuerdo es la más negra de todas las películas suyas. Tiene otras duras, pero no de corrupción policíal y atracos.

§ 3.876. El desierto de los Tártaros (Valerio Zurlini, 1976)

Leí la novela y me gustó mucho. El paso del tiempo, la madurez, las ilusiones perdidas, el declinar de la vida, la pérdida de la inocencia, de la alegría, del impulso vital.
Me pareció un excelente relato, incluso podría calificar de ensayo. No exactamente, pero podría leerse con lápiz y papel, reflexionando con ella a medida que avanzas en su lectura.
La película es un goce de los sentidos. Me ha parecido árida y desangelada, sin corazón. emotiva y triste. Una gran obra, muy bien hecha, delicada y puntillosa.
La aristocracia de la guerra, con una puntillosidad, con una distancia del mundo real, lejano de los valores humanos, cercado por tradiciones, saludos, reverencias y aspectos superfluos que no sirven más que para retroalimentar al propio sistema militar.
Además de una reflexión sobre el paso del tiempo, sobre la tranquilidad del reloj, sobre la decrepitud y la vida, puede leerse como un ensayo sobre la inutilidad del ejercito, sus propósitos y su funciones.
Un tema que también trata son las ilusiones, y hasta qué punto éstas puede haceros perder la razón, el criterio y la cálmales. Ilusiones personales y  vitales, e ilusiones reales, convertidas en alucinaciones. La alucinación como derivación de la ilusión.
La inutilidad del paso del tiempo sería el lema de la novela y la película. 
El reparto es espectacular: Vittorio Gassman, Helmut Griem, Francisco Rabal, Fernando Rey, Jean-Louis Trintignant y Max von Sidow. Casi nada. Es cierto que los dos españoles interviene poco.
Dicen que fue un proyecto que abrazó Luis Buñuel pero que nunca llegó a poner en pie.
Primera película que veo del director, que me ha parecido un gran artesano. Domina el tiempo, los escenarios, los actores, los planos, encuadres y demás.

§ 3.875. Hay un camino a la derecha (Francisco Rovira Beleta, 1953)

La delincuencia como camino y esperanza vital. Una vida normal, un trabajo normal, una esperanza normal. Que se ve alterada por la pérdida del empleo, la precariedad económica, la falta de esperanza y de futuro.
Un tema muy clásico, bien rodado, bien narrado, con una evidente carga moral acorde al ideario del régimen, naturalmente.
Tiene un punto de neorealismo italiano, por la norma de presentar los personajes, de rodar, de mostrar la realidad, por la forma de abordar la temática.
Pertenece a la trilogía del delito del director, junto con El expreso de Andalucía (1956) y Los atracadores (1962).
Muy bien Francisco Umbral, verdaderamente magnífico, además de un gran actor guapo de verdad. Un hombre verdaderamente guapo. En ese momento tenía 27 años y era una de sus primeras películas, la décima, más o menos. Otro actor que trabajó como un animal, a lo bestia, a destajo. Seguramente ganando un buen dinero, nada que ver con lo que se gana ahora en el cine, pero un buen dinero.
Julita Martínez es la protagonista. Una actriz clásica, de las de siempre, nacida en 1931, todavía viva, y que trabajó muchísimo, tanto en cine como en teatro y el televisión.
La cinta va como anillo al dedo al código moral de la época. Vida con pocas esperanzas laborales, malas influencias de amigos y familiares, crimen (supuestamente) perfecto, delito, pena, redención, perdón, esperanza. 
Funciona, es interesante, se ve perfectamente y está muy bien rodada. Buen director, con oficio y talento.

§ 3.874. El ojo en la oscuridad (Umberto Lenzi, 1975)

 
Un Giallo italiano clásico rodado en Barcelona, con una simbología clásica, un método ortodoxo y una técnica depurada. Un cineasta de siempre, que sabe hacer lo que tiene que hacer y lo hace. 
Un poco lo de siempre, pero es que el género no da para más. la originalidad no es infinita, y es un género en donde abundan la mediocridad. Es, en realidad, un género mediocre. El drama, los históricos, dan para más. Parecen dar para más.
Un thriller clásico en donde lo peculiar es saber quién es el asesino y para qué hace lo que hace. Lo de por qué lo hace, es casi lo de menos. Porque no tiene explicación.
Excusa para ver algunos edificios peculiares de Barcelona, alguna chica guapa y poco más.
De las cuatro películas que he visto de Lenzi, es la menos brillante. Es la más vulgar.

viernes, 6 de junio de 2025

§ 3.873. Top gun: Maverick (Joseph Kosinski, 2022)

 


§ 3.872. María, matrícula de Bilbao (Ladislao Vajda, 1960)

Cualquier comparación con "Capitanes intrépidos" (Victor Fleming, 1937) es una ofensa. Por más que la trama tenga alguna conexión o que ambas se desarrollen en un barco y sirva éste de enseñanza vital a un niño que evoluciona en el viaje de forma más deprisa y con más solvencia que de cualquier otra manera posible.
Los líos en los que se mete el niño son los propios de la edad, de la edad de aquellos años de aquellos niños.
Seguro que se pretendió con una forma de mostrar un camino de superación a los jóvenes, la época era propicia a ello, y en algunos momentos se muestran ciudades, barcos, una portaviones norteamericano, etc.
Bueno. Se puede ver. Pero no tiene dos visionarios. Tiene un cierto matiz antiguo, pasado de moda, fuera de estos tiempos. Es una película que ha envejecido mal, muy mal. Que no se puede ver con los cánones actuales, hay que verla en su tiempo y lugar. Como muchas otras cintas, por otra parte. 
Vajda es un artesano que sabe lo que hace.

§ 3.871. Ana y los lobos (Carlos Saura, 1973)

Interesante película, peculiar, algo mórbosa, extraña y, a la vez, tierna en su singularidad.
No es exactamente una crítica social. No pretende exponer diferentes tipos de 'personas' y asociarlas a una determinada conducta, a un tipo de comportamiento, a un tipo social, cultural o político. Es evidente que tras esa aparente simplicidad se esconde una crítica dura a la burguesía española desocupada y hacendada. A ese tipo de sociedad incapaz de crear, que vive de las rentas y que siempre añora tiempos pasados porque los cree mejores. Cualquier cambio en ese status quo se interpreta como una agresión, no como una evolución.
Son personas a las que le ocurren cosas en un ambiente cerrado, claustrofóbico y asfixiante.
La bondad de la institutriz es incapaz de sobreponerse a la rareza del espacio en el que se desenvuelve. Un ambiente tóxico, a veces morboso, a veces incluso erótico y sexual.
La pasión sexual que levanta la institutriz en todos los varones de la casa es peculiar. Cada uno lo vive de diferentes manera, pero todos los hermanos experimentan la pulsión de diferente manera. A veces callada, a veces con palabras, a veces con gestos. 
Interesante reflexión sobre la madurez sexual y lo perturbado que puede ser un ambiente nuevo cuando se introduce una pieza no prevista en el tablero.

jueves, 5 de junio de 2025

§ 3.870. Fantasía... 3 (Eloy De La Iglesia, 1966)

Debut cinematográfico del director que, a mi juicio, mejor representa el cine en la transición política española. Irreverente, libre, transgresor, creador, cineasta, y muchas cosas más, algunas al día de hoy proscritas por la ley e incluso mal vistas por la sociedad. Y no me refiero a su condición o gustos sexuales, sino a otras cosas, fáciles de deducir por cualquier lector.
A mi me encanta. Tiene obras magnificas, llenas de creatividad, de energía, de burla y coña, de miedo y sagacidad. Desde esta, que me parece su peor película en 1966 hasta "Los novios búlgaros" que fue su despedida en 2003, aunque desde "La estanquera de Vallecas" en 1987 no había rodado nada para la gran pantalla, sí algo para la televisión en coautoría.
Tres historia distintas, tres cuentos infantiles, tres cortometrajes distintos, de fantasía de época y de misterio.
No me ha parecido gran cosa, no me ha motivado mucho. Nada que ver con sus siguientes obras, mucho más creativas y brillantes.

miércoles, 4 de junio de 2025

§ 3.869. Godland (Hlynur Palmason, 2022)

 
Me enfrento con una obra de dos horas y dieciséis minutos, lo que considero un metraje descomunal, sólo al alcance de los mejores cineastas, de los más dotados.
Una historia dura, seca, de las que te dejan sin aliento, basada en los detalles, en las pequeñas cosas, en lo que se percibe con atención.
Como historia, la verdad, no tiene nada de particular, pero como espectáculo visual es impecable, y muy recordable. Acostumbrado a apreciar los paisajes del oeste, secos, áridos y duros, la visualización de éstos es una auténtica maravilla, un descanso, un goce nuevo, verde, hielo y estéril.
Desde ese punto de vista, es una maravilla. Pero las películas no se clasifican por su belleza visual, no sólo por su belleza visual. Tiene que tener trama, estructura argumental, narrativa, personajes y vida, gente a la que le ocurren cosas, buenas o malas, pero cosas. 
Aquí está el hombre enfrentado a un entorno hostil, por bello pero también por agreste y salvaje. Peligroso de otra manera a la usual.
La supongo rodada en Islandia, naturalmente. Y tal y como la veo me parece un país prodigioso, verdaderamente interesante, sobre todo para los naturalistas y los amantes de los paisajes.
Cada plano es un goce visual, una explosión de color, una aventura de color.
Es inevitable acordarse de Dreyer, y este señor no rueda como él, Ni mucho menos. La atención a los personajes es muy distinta, aunque también el paisaje, que en Dreyer es totalmente secundario. 
Me ha gustado, pero no me parece una obra de arte. Además de los paisajes, de las peripecias vitales frente a los elementos, la cinta adolece de relaciones personales. La frialdad que mantienen entre sí los protagonistas no deja lugar a dudas de lo que quieres el director, pero el espectador no es suficiente el goce visual. Esto no es un documental, pero bien podría serlo. Tierra de hielo y lava.
Me ha dejado un tanto frío. Será una película que recuerde con los años, por la belleza de los personajes, pero no por la historia que anida en ella.

martes, 3 de junio de 2025

§ 3.868. La guerra del hierro (Umberto Lenzi, 1983)

No esperaba que fuese En busca del fuego (Jean-Jacques Annaud, 1981), porque hacerlo tan bien como en aquella película no es fácil, nada fácil. Sigue su estela, naturalmente, y se encuentra inspirada por ella.
Aunque no tiene el mismo resultado, se deja ver, tiene su gracia, es cortita (90 minutos exactos) y juega con planos, escenas y trama con gracia y soltura. La olvidaré fácil, porque no tiene mucho fondo, pero entretiene y pasas el rato.
Quizá setenta y cinco minutos en vez de 90 hubieran facilitado tener mejor criterio sobre ella.
Se pierde por momentos, en escenas que nada aportan a la trama principal, y la lucha entre miembros del clan divide el interés, que en buen lógica tenía que ser sólo uno.
Los actores no se acompañan con la época que pretenden representar. Son excesivamente occidentales, y en algunos casos, pretenden más lucir sus 'cachas' que su capacidad actoral.
Se va empequeñeciendo a medida que pasa el metraje.

§ 3.867. Gladiator II (Ridley Scott, 2024)

Bueno. Pues un espectáculo visual, una película de 'romanos' y un entretenimiento. No tiene ls lecturas de las obras grandes de Scott, ni siquiera de las intermedias. Desde el punto de vista del mensaje la película es realmente insatisfactoria. No se puede comparar a Espartaco, por ejemplo, o a otras de las grandes similares del género. Nada que ver con Ben Hur, por ejemplo. Evidentemente no pertenece a las Peplum italiana de bajo presupuesto de los años cincuenta y sesenta.
El reparto es muy actual: Paul Mescal en un papel que le sobrepasa pues no está lo suficientemente fuerte; Denzel Washington, imperial, como siempre, pero fuera de sus mejores momentos y papeles; Pedro Pascal, que parece un actor de moda; Connie Nielsen, que me parece una mujer muy guapa, y Derek Jacobi, con esa cara de despistado emperador romano que pega tan bien con el rol que desempeña y que parece sacado de "Yo, Claudio".
Como entretenimiento es perfectamente válido. Pero se hace larga y, además, un poco estéril. Tiene un desarrollo monumental, un atrezo verdaderamente brillante, multitud de extras y todo el diseño de producción que se quiera, pero no deja de ser una película sin alma, sin verdadero corporeidad, más allá de las peleas, los animales, los carros, barcos y demás.
Me ha gustado, sin más. 


lunes, 2 de junio de 2025

§ 3.866. Roma a mano armada (Umberto Lenzi, 1976)


En la estela de "Milan, Calibre 9" (Fernando Di Leo, 1972), pero bastante más deficiente. Es ese tipo de cinta de mafiosos italiano de los años setenta, tan prolífico y con tan desigual resultado. He visto cosas de Lenzi, pero no es una autor que me apasione. 
Una historia conocida, bastante usual: policía desencantado comienza a hacer la justicia por su cuenta. Pero no tiene la mala lecha de las películas americanas, ni es capaz de formar personajes o protagonistas tan singulares como el cine clásico de este género. 
Entretenida, por momentos interesante, pero algo deslavazada y episódica. Tiene algo de chance pero no es una obra superior.
Actores italianos a los que se suma Arthur Kennedy como jefe supremo de la tribu de policías.
Es una historia parecida, con matices, a Canción triste de Hill Strett. Inspector de policía casado con una asistente social que trabaja en un juzgado aquí, y comisario con abogada en la serie americana.
Algunas escenas, algún plano, pero poca cosa.

domingo, 1 de junio de 2025

§ 3.865. Jurado Nº 2 (Clint Eastwood, 2024)

Última de Clint, que ayer cumplió 95 años. Y sigue rodando. Dicen que tiene entre las manos otra nueva cinta. 
Esta es, sencillamente, una película mayúscula. De las mejores de los últimos años. Como todas las de él, gira todo en torno al guión, a la trama, a lo que sucede, a lo que nos quiere contar. Opta por actores que no son superestrellas. Son buenos, qué duda cabe, pero no son estrellas. El más conocido es Kiefer Sutherland. Por lo menos para mi.
Y, como siempre en Eastwood, el tema principal es el del hombre común sometido a situaciones peculiares que reacciona de una manera determinada, que reacciona como un hombre debe reaccionar. Hay algo que, en este sentido, le une con John Ford. El hombre americano, el que hace lo que tiene que hacer. Sin más. Sin alharacas, sin alardes, sin que se le valore, sin pedir recompensa, ni permiso ni perdón.
Lo que me llama la atención siempre en sus películas es la cantidad de cosas que pasan y a la velocidad que pasan. Hay que hacer mucho guión para que todo funcione.
Me ha parecido una gran cinta. No es la mejor de Clint, pero es buena.

§ 3.864. La chica del Molino Rojo (Eugenio Martín, 1973)

 
No sé qué pinta Mel Ferrer en esta película. 
La verdad es que la hipótesis de la cinta puede parecer una absoluta estupidez, pero si fuese de una cinta americana no lo veríamos tan descocada. Tiene hasta su gracia. Un hombre quiere conocer a su enemigo a través de las chicas con las que ha salido.
El reparto es el de la época: Marisol, el ya anunciado Mel Ferrer, Renaud Verley, Silvia Tortosa, Mirta Miller y Bárbara Rey.
La supongo un éxito en taquilla, pero no ha envejecido bien. La música es verdaderamente obsesiva y la recreación de los momentos de romance aburren una barbaridad.
Supongo que Martín, como todos los directores, tenía que pagar facturas.

§ 3.863. Una bala marcada (Juan bosch, 1972)

 
Un poco lo de siempre. Ser original en el Western "tardío" es difícil. En el Spaguetti Western aun más,  y en el "Oeste paella" se hace imposible. Relatos cargados de tópicos, de lugares comunes, de sitios transitados una y mil veces. Pero algunas se dejan ver... entres ellas, ésta. Se ve muy bien, tiene un buen sonido y está bien conseguida: atrezo, guión, dinámica, tempo, etc.
El Crepuscular dio otro enfoque a la dinámica Western, nuevas temáticas, ideas más o menos de otros géneros, el drama y ese punto de comedia que a mi me incomoda tanto...
Es interesante por el protagonista: Peter Lee Lawrence, un alemán que hizo muchas películas en poco tiempo, en unos diez años trabajó muchísimo, y casi siempre en este género. Rubio, alto, risueño, con cierto porte, en el canon de hombre bueno llegado a sitios en los que no debería estar.
Muy característico.

sábado, 31 de mayo de 2025

§ 3.862. Nosferatu (Robert Eggers, 2024)


Una versión nueva de todo un clásico. De Bram Stoker hay, más o menos, cuarenta versiones. 
La original de 1924 de Murnau me encantó.  También la de 1931 de Tod Browning es interesante.
Luego, más tarde, está la de John Badham de 1970, que también me gustó mucho. La de Jesús Franco de 1970 está bien también. 
La que me gustó mucho, mucho de verdad, probablemente más de lo que creía es la versión que rodó Werner Herzog, con un vampiro muy bien desarrollado.
La de Coppola de 1992 es verdaderamente barroca, excesiva y puntillosa. Muy bien ambientada, una película especial, distinta.
A todas estas, que serían la rama principal del Vampiro o de Nosferatu habría que sumarle unas cuantas más de los hijos, las suegras, los desenfrenos, las peleas con otros monstruos y demás morralla asociada al fenómeno.
Ésta que nos presenta ahora Eggers está también muy bien. Perfectamente ambientada. Con una fotografía verdaderamente brillante y unos escenarios abiertos, naturales, muy bien elegidos. Frio. La muerte el frio. Como el Doctor Fausto, de Thomas Mann, que tengo que volver a leer.
Las caracterizaciones, los ambientes, las ropas, el atroz, todo el diseño de producción es perfecto, adecuado y bien elegido.
Quizá los actores no estén a la altura. Me parece que el director no ha querido que esta sea una película de actores, sino de dirección. Bueno, no están a la altura, no es del todo correcto. No son grandes estrellas, que es distinto. Me parece que el Conde Orloc está perfectamente caracterizado y también la figura del abogado. Quizá su mujer no tanto, así como otros secundarios. La elección del casting de actores quizá pretendiera no disipar el efecto miedo y no tener que contar con las servidumbres de todo tipo que suelen imponer las estrellas.
Una perspectiva que no había visto sobre el vampiro y su mundo es la atracción sexual que puede provocar el ser mordido, o el morder. Tanto heterosecual como homosexual. Ser mordido, sin más. 
Me ha gustado. Pero no es la versión que más me ha gustado. Es impactante y muy visual, pero no es la versión que más me ha gustado. Quizá la de Herzog sea la que más me ha agradado.

§ 3.861. Investigación criminal (Juan Bosch Palau, 1970)

"Setentera" española cortita, de un director que tiene mejores cosas, casi todas.
Policíaca, con subtramas personajes y un trasfondo de delincuencia especializada en el tráfico de blancas que no le sale nada bien al director. Todos los tópicos del mundo en una época de comienzos del destape y el desarrollismo español al calor del turismo, la playa y todo el boom económico asociado.
No es buena. Por momentos es vulgar y zafia. Me ha decepcionado. mucho, además.

viernes, 30 de mayo de 2025

§ 3.860. Los ojos del diablo (Dario Argento, y George A. Romero, 1990)

Dos episodios diferentes, que bien podrían considerarse dos mediometrajes diferentes, aproximadamente de una hora cada uno, basados en dos relatos de Edgar Allan Poe. Dos de los sus cuentos más conocidos y famosos.
Aunque en los créditos de la película figura como director únicamente George A. Romero, en las plataformas figuran los dos, y en las carátulas del DVD figura solo Dario Argento.
No le he cogido bien el tono a Argento. He visto ya varias cosas suyas, pero no consigo coserle el hilo. Me parece obvio y plano. En general, poco imaginativo, a pesar de que parece lo contrario. Suele seguir la senda trillada de los relatos que adapta, que suelen ser de campanillas.
Tiene algo de clase, funciona bien y le supongo un mago de las taquillas, pero no es exactamente mi cine. Puedo verlo, pero aunque he disfrutado algunas cosas suyas, sigue sin ser, al menos para mi, un tipo de cine que me llene. A veces lo veo como un De Palma cutre, otras como un fantaterror con clase. Sigo sin situarlo. No es Folk Horror, no es Slasher, no es terror japonés, no es un miedo clásico. Tampoco le veo con un renovador del género. Es un director 'clásico' para el tipo de cine que hace. Ortodoxo, con buenas maneras, con historia bien trazadas, bien narradas, con guión, trama y personajes. Presentación, nudo y desenlace. 
Tiene cosas, pero no es mi cine. Además es un autor prolífico. 29 cintas a su nombre como director.

§ 3.859. Bahía Blanca (Jesús Franco, 1984)

Otra más de Franco. Buen color, buenos paisajes (¿Canarias, quizá?), una trama bien desarrollada, el uso del zoom tan típico de él y, como (casi) todas, un resultado por debajo de lo esperado.
De la peor época de Franco. Repetitivo, poco original, simplón y plano. Por momentos sin sentido ni gracia, y cuando quiere ser interesante, introspectivo o sencillamente interesante sólo lo consigue a medias y siempre desde la visión bienintencionada del espectador. 
Parecía, al comienzo, que con esta cinta volvía a las cintas de su inicio, que tiene algunas verdaderamente interesante, pero no. Es el mismo Franco de siempre, perdido en el rodar por rodar.
No aporta nada, ni siquiera aporta a la pequeña historia de la filmografía de Franco. Totalmente prescindible.

jueves, 29 de mayo de 2025

§ 3.858. El sabor de la venganza (Joaquin Luís Romero Marchent, 1963)

Un Spaguetti Western español de calidad. Es de lo mejor que he visto de Romero Marchent, junto con "Condenados a Vivir" que es de unos años posterior, de 1972. 
Camina por sendas trilladas, pero tiene algunos aspectos novedosos. La presencia de hijo que estudia leyes, que se enfrenta no sólo a sus hermanos que claman justicia por el asesinato de su padre, sino también contra la madre, que, de alguna manera, se posiciona al lado de los hermanos violentos.
Un pelón larga, le sobran quince minutos, en vez de casi cien, haberse quedado en ochenta y cinco. Pero esa es una idea que tengo casi de cualquier película actual.
Escenarios abiertos muy logrados que, por momentos recuerdan a los empleados en Horizontes de Grandeza (William Wyler, 1958), principalmente el desfiladero 
Obviamente no tiene nada que ver, pero también me recuerda ligeramente a "Los cuatro hijos de Katia Elder" (Henry Hathaway, 1965).

martes, 27 de mayo de 2025

§ 3.857. New York Confidential (Russell Rouse, 1955)

Cine negro de altos vuelos. Crimen, Sindicatos del crimen, asesinos a sueldo, mafia policial y política. Verdaderamente impresionante. 
Me ha encantado. Me parece que lo tiene todo. Guión, trama, quizá los diálogos fallen un poco, personajes, actores, desarrollo, desenlace, segundas lecturas, aspectos sociales, etc. 
Un muy buen reparto, con una de mis debilidades: Broderick Crawford en estado de gracia, al que le acompaña Richard Conte, tan frio y extraño como siempre, Marilyn Maxwell y Anne Bancroft con un pelo corto cortísimo que no le favorece nada y, a la vez, la hace muy atractiva. Un verdadero lujo de cinta que la tengo por escondida y poco reconocida.
Esta es el tipo de película que reventaba la taquilla en aquella época. La supongo un gran éxito.

lunes, 26 de mayo de 2025

§ 3.856. La casa de los números (Russell Rouse, 1957)

 
Una cinta como otras tantas. Carcelaria, negra, amorosa. No muy original, pero sí bien tratada y muy ingeniosa.

Jack Palance es el actor principal (y el secundario, pues hace de dos hermanos), y Barbara Lang la actriz. A él le he visto en muchas películas, naturalmente, a ella sólo la recuerdo en Chicago, años 30 (Nicholas Ray, 1958). Sólo hizo estas dos películas y alguna serie de televisión.
Está bien, se deja ver y tiene un cierto ingenio y una cierta candidez, una cierta ternura de guión permite imaginar, más que creer, que la hipótesis del argumento puede tener la más mínima verosimilitud.
Quizá sea la más mediocre que he visto de Rouse, director la mar de interesante.

§ 3.855. La petición (Pilar Miró, 1976)

Debut cinematográfico de una directora que ya había rodado mucho en televisión, documentales y series. 
Aquel magnífico "Estudio 1" que fue una verdadera escuela de actores, directores, guionistas y demás profesiones relacionadas con el cine, la televisión y lo audiovisual.
Ésta es una historia de perfidia, engaño, ocultamiento, trampa y algo de lascivia y sexualidad reprimida. El morbo domina toda la obra, desde el principio y los juegos de niños no tan inocentes, hasta el propósito de la mente calenturienta de una mujer fatal de principio de siglo XX.
Algo lenta, morosa, con un propósito evidente de subrayar la sensualidad y perfidia de la protagonista, mala de libro, caprichosa, mundana y pueblerina a la vez, conocedora de sus encantos y de cómo utilizarlos y emplearlos para conseguir que los hombres hagan exactamente lo que ella quiere que hagan. Pero el juego termina cuando sus propósitos convierten su deseo en delito. Su capricho se ha convertido en delito.

domingo, 25 de mayo de 2025

§ 3.854. Reflexiones desde el sótano (Gary Walkow, 1997)

 
Aunque su presupuesto operativo es algo neurótico, tiene su gracia y su trasfondo. Mucha más miga de lo que parece...
Un hombre reflexiona, de manera bastante compleja y alambicada, sobre situaciones que ha vivido a lo largo de su vida y que, por unas razones u otras, le han provocado situaciones estresantes, difíciles o que recuerda con angustia y arrobo.
Evidentemente, tiene un sabor amargo, bastante poco afortunado y verdaderamente deprimente. Pero obliga al espectador a verse a sí mismo en idénticas situaciones, a tener esa empatía necesaria que puedes tener en una película de gente corriente. Porque en otras películas al protagonista le ves desde fuera, pero en esta puedes verte representado en él.
No en vano está basada en una novela de Fiódor Dostoyevski "Memorias desde el subsuelo". Con su complejidad existencial, su perspectiva deprimente de la vida y su desconfianza en el ser humano y su capacidad de hacer lo correcto. 
El personaje tiene algo de inadaptado por causa propia, de persona incapaz de ceder desde su personalidad a la realidad de la vida social que le circunda. Es una lucha entre querer que el mundo funcione como uno cree que debe funcionar y la realidad obstinada que, evidentemente, acaba imponiendo su criterio.
Aunque tiene algo de paródico y de comedia negra, es muy interesante y funciona, de alguna manera, como medida terapéutica. Si te sitúas en su posición, y evidentemente la película no funciona si no lo haces, llegas a analizar las cosas desde una perspectiva nueva, interesante, poco usual. Y comienzas a recordar la frase del principio, "tengo una enfermedad, pienso demasiado en las cosas".
Me ha gustado, me parece interesante.

§ 3.853. Los pianos mecánicos (Juan Antonio Bardem, 1965)

Pues es la primera película de Bardem que no es una obra de arte. Así, sin anestesia. Es una buena película, pero no una obra de arte. Está bien, pero no es magnifica, no es extraordinaria.
Un reparto de auténtico lujo: Melina Mercouri, James Mason y Hardy Krüger. Tres estrellas del momento, cada una en su espectro.
Ambientada en la Costra Brava, analiza el ambiente veraniego de un pueblo, Caldeya. Los personajes son escrutados con interés, representando diferentes prototipos humanos, cada uno diferente al otro. Por la pantalla van pasando fenotipos humanos, con sus miserias, con sus tristezas, con sus emociones, con sus alegrías. Una sensación de ligereza, de liviandad, de falta de consistencia y solemnidad. No sé dice de dónde vienen los personajes, ni a dónde van. Simplemente están. 
Creen en el amor. Quieren creer en el amor. Están vacíos emocionalmente, y llenan su vida de vivencias, bonitas pero vacías. 
Se aprovecha la trama para introducir algunos bailes flamencos, algunas piezas de jazz, mostrar cómo se divierte la gente y mostrar el paisaje y el mar, bello y sereno, azul y vital cómo sólo en la Costa Brava acontece.
Tiene algo parecido a la sensación que te queda cuando ves "Buenos días tristeza" (Otto Preminger, 1958).
La película proviene de la novela homónima de Henri-François Rey, un escritor francés afincado en Cadaqués, donde se rodó parte de la película. Bajo en volcán, la novela de Malcolm Lowry publicada en 1947 aparece al lado de la suicida. La película de John Hustón de 1984 nunca me llegó del todo.
Está muy bien, es una buena película. Por momentos muy buena. Pero no es la obra de arte que es Muerte de un ciclista o Venganza.

sábado, 24 de mayo de 2025

§ 3.852. El proceso de las brujas (Jesús Franco, 1970)

Un tio Jess pretendidamente histórico nos narra un suceso acaecido en Inglaterra a finales del siglo XV. Una persecución a las brujas, por motivos diversos, seguramente religiosos, pero también de otro tipo.
Franco cuenta, al parecer, que es de las películas que acometió más caras. No en vano cuenta con dos estrellas rutilantes de la gran pantalla: Christopher Lee y Maria Schell, actores, ambos, que por sí solos podrían sostener una película de gran presupuesto y montaje. Una de las rodadas por un director de los "grandes". 
No está mal. Se deja ver. Tiene ritmo, determinación y empuje. Es interesante lo que cuenta, y lo cuenta bien, tanto en la forma como en el fondo. Está bien ambientada, tiene un buen diseño de producción. tiene un metraje civilizado y tiene un buen color y sonido.
La tengo por una cinta que funcionó bien en taquilla, pero no tengo constancia de ello. Supongo que era el tipo de películas que en aquella época apuntaban en taquilla.
Me ha llamado la atención la música, verdaderamente interesante y bien engarzada en la película.
Un puntito histérico el señor Lee, un punto más allá de lo necesario, pero es que está muy en la línea de lo querido por el propio director.
El tercero en discordia, y que le tuvo que costar un buen dinero a los productores, es Leo Genn. Un británico de los considerados clásico.
También actúa Howard Vernon, que es uno de los actores fetiche del director.

§ 3.851. Abre tu fosa amigo... llega Sabata (Juan Bosch Palau, 1971)

Otro spaghetti western de Bosch. Bien hecho, bien narrado, colorido, con sus dosis de tiros, sus venganzas, sus tabernas, sus malos, sus buenos...
Lo que pudiéramos denominar como "Oeste básico". Hay miles de películas como éstas. 
El tema es casi lo de menos: un asesinato, una búsqueda del culpable, una pareja de perseguidos, una venganza...
Una más, en realidad. No destaca por nada. Es algo plana, y poco original. Si tiene un buen escenario, y, por momentos, tiene algo de gracia y salero.
Pero no creo que sea el género de Bosch. Ha visto cosas muy interesantes suyas, pero ninguna es un Western, aunque sí hizo bastantes. De ese tipo de Western que tiene un punto de comedia, con escenas que pretenden ser graciosas, pero se convierten en paródicas. 

§ 3.850. El techo de cristal (Eloy De La Iglesia, 1971)

Excelente película de uno de los directores más importantes de la España del cambio, de la transición. No tiene película mala. Ninguna. 
La forma de montarla, la música, la presentación de los personajes, el desarrollo argumental, los diálogos. Lo tiene todo.
Una Carmen Sevilla, absolutamente sensacional, en un rol de mujer observada, expuesta y, a la vez, desempeñando un rol nuevo para la clásica mujer española de la época. Guapa a rabiar, serena y fuerte y, a la vez, vulnerable y frágil. Me ha encantado. Hay que darle una pensada muy seria a su carrera, verdaderamente estupenda. 
No se puede confirmar, desde luego, pero Woody Allen hizo algo parecido con Misterioso Asesinato en Manhattan. Él en versión comedia, De la Iglesia en versión drama. La americana en la ciudad, en la patria en una zona rural.
También tiene algo de Clouzot, o de el propio Hitchcock. Misterio, engaño, apariencias.
Excelente presentación, magnifica puesta en escena y una ejecución perfecta.
La imagino un éxito en taquilla. Sin ninguna duda. Aunque con estas cosas nunca se saben.

§ 3.849. La diligencia de los condenados (Juan Bosch Palau, 1970)


Una más. Realmente, una más. Sin más. Sin más, ni más. Absolutamente plana, poco edificante y nada original. Almeria "way", caballos, música de armónica y alguna que otra persecución. Lo demás camina entre lo previsible y lo aburrido.  
Tiene el interés en ver a Erika Blanc, una actriz pelirroja realmente guapísima que trabajó muchísimo en aquellos años, aunque con desigual fortuna, poca siempre.
Puede leerse como un antecedente de los Odiosos Ocho (Quentin Tarantino, 2015), en el sentido de la presencia de personajes del Oeste en un lugar cerrado, en donde hay malos que controlan la situación y buenos que se encuentran secuestrados. 

viernes, 23 de mayo de 2025

§ 3.848. La venganza (Juan Antonio Bardem, 1958)

 
Profunda, espesa, sesuda, intensa... tiene esa pátina de Bergman, de trascendente, que consigue con diálogos verdaderamente trabajados, actores excelentes (Carmen Sevilla, cuidadoso con ella: qué fuerza en la mirada, qué potencia. Raf Vallone cuando era una estrella internacional. Jorge Mistral, Manuel Alexandre, y José Prada, con Francisco Rabal de narrador) y una puesta en escena que acentúa el dramatismo existencial de los personajes y de la situación del pueblo español.
La trama refleja muy bien lo que es la España 'profunda': odios ancestrales, resentimiento social, obsesiones recurrentes sobre el honor, la virtud, la hombría, la familia y todos los clichés que uno pueda imaginar, puestos en escenas con realismo y crudeza.
El tema central parece claro. Narrar una venganza. En eso se parece a cualquier otra película, americana, española o sueca. Y hay brilla como nadie Carmen Sevilla, que es el fiel de la balanza de la emociones del grupo. Destila odio y resentimiento, y condiciona a su hermano y a todos los demás participantes de la cuadrilla de segadores.
Pero también cuenta la historia de cómo se segaba en España. Un oficio duro dónde los haya, con peculiaridades sociales más que interesante -quién siega, en qué condiciones, por qué salario, etc.- que se aprovecha para narrar la situación social de una España de 'sagrado y sacristía' que atufa a post guerra civil (pleno franquismo, pues) aunque cronológicamente se sitúe en los años treinta.
Me parece una obra verdaderamente excelente. Cumbre absoluta de su director, que en sus primeras obras hizo probablemente sus mejores cosas.
Brillantísima.

jueves, 22 de mayo de 2025

§ 3.847. El Coyote (Joaquin Luís Romero Marchent, 1955)

 
Basada en las novelas de José Mallorquí (que participó en el guión, junto con el tío Jess Franco, cuando sólo se llamaba Jesús), creo que ha debido conocer varias versiones. Ésta probablemente es una de las primeras. Es de nacionalidad mexicana, aún siendo un director español, lo cual dice mucho de los escenarios en donde se rodó, la ambientación, los extras, etc.
Pues está muy bien rodada, responde a lo que se espera de una película de este tipo, tiene un metraje de lo más civilizado (75 minutos) un blanco y negro que se ve muy bien, una trama muy bien desarrollada y un sonido perfecto. Una copia excelente.
Me ha parecido muy interesante, tanto en la forma como en el fondo. Tanto en la estética como en el trasfondo moral que subyace detrás de la máscara que se forma el personaje.
Primeros planos, caras sudorosas, no nos ahorra drama, sufrimiento ni dolor. Es una versión menos edulcorada del héroe. Fuerte y decidido se oculta en una máscara de burgués acomodado a la situación que por momentos le sirve al objetivo pretendido. Dobles lecturas de todo lo que hace. Interesante.

§ 3.846. La hora radiante (Frank Borzage, 1938)

 
Un drama muy típico de la época, en torno al amor y sus consecuencias. Como casi todas las comedias dramáticas de la época. 
Enamoradiza mujer que juega con sus propias contradicciones para sobrevivir de sí misma y sus sueños e ideas.
Triángulo amoroso a su pesar.
Un reparto magnífico. Joan Crawford, tan guapa como siempre. No era una mujer espectacular, no del estilo de las supernovas americanas e italianas de unos años más adelante, pero tenía su gracia, su garbo, su porte y su tesón. Sonriente, sincera y pérfida a la vez. Podía ser buena y, a la vez, ser mala, un minuto después de haber sido buena. Una cara peculiar, un cuerpo gracioso y seguramente un talento descomunal que exprimió hasta la extenuación. Era guapa a su manera, nadie era guapa como ella. 
Un buen joven Robert Young con esa cara entre niño y adulto, también peculiar y propia. 
Margaret Sullavan es otra de las actrices de siempre, no en el estrellato de Joan, pero con su forma peculiar de ver las cosas. Me gusta. Siempre me ha gustado.
El que está siempre imperial es  Melvyn Douglas, qué cosa, qué grande. Es su presencia, es su forma de ser, su manera removerse, como si verdaderamente fuera el millonario aburrido d los papeles que representa. 

§ 3.845. Maniquí (Frank Borzage, 1937)

Parece mentira la actualidad de esta película. El cine no trata de actualidad, o de angiüegdad, sino de emociones vitales, de ayer, de hoy, de siempre. Y las de esta cinta son primarias, de las que brotan a flor de piel. Progreso, salir de la calle, progresar, amar, crecer, creer en uno mismo, ser capaz de resistir, sobreponerse, luchar por los sueños de cada uno.
Un melodrama de toda regla, con una Joan Crawford en estado de gracia. Delicada y fuerte a la vez. Junto con un Spencer Tracy muy joven que a su lado parece más pequeño, menor. Es un gran actor, pero en las escenas que están juntos es ella quien brilla. No hay muchas actrices capaces de opacarle. 
El tercero en discordia es Alan Curtis. Un paniaguado que juega a mafioso pero no es tan duro como para forjar su propio carácter y determinación en la vida. Juega a serlo, sin serlo.
Un melodrama en toda regla. Amores cruzados, sueños, realidades y problemas cotidianos. Tiene algo imperecedero, intemporal, que siempre ocurre, que siempre ocurrirá. 
Hay un proverbio japonés: cuando más tarde te bajes del tren equivocado, más kilómetros tendrás que recorrer para volver a empezar.

martes, 20 de mayo de 2025

§ 3.844. Assassin Club (Camile Delamarre, 2023)

Un thriller de asesinos del todo convencional. De un director del que no había visto nada, aunque solo tiene cinco películas rodadas y una sexta en cartera a punto de estrenarse.
Todo se fía a la acción, cuyo tratamiento es interesante pero plano. Pretendidamente complejo pero sencillo. No me ha parecido gran cosa.
El estudio de los personajes es de lo más vulgar, estándar y desafecto. No tienen demasiada vida, ni matizan sus expresiones, emociones o intereses. Actores poco conocidos, al menos para mi, que se dejan llevar sin más. 
Los escenarios al aires libre son muy bonitos -París, Roma, Luibliana, etc.- y tienen su gracia. La copia se ve estupendamente, con un color magnífico y un sonido espléndido. 
Pero no consigue emocionar. En absoluto. 
Me parece que es la última película de Sam Neill, en un papel secundario pero importante, que luce estupendo, a pesar de esta enterísimo de cáncer cuando la rodó, según dicen.
El problema de la película no es de guión, sino de personajes y credibilidad de los actores principales.
Es realmente espantoso el protagonista principal, que es Henry Golding, que sólo he visto en "Los señores de la mafia" (Guy Ritchie, 2019) que me gustó bastante, pero no recuerdo al actor en su personaje.
Daniela Melchor es la otra protagonista, y también lo hace fatal. No encuentra el tono, ni dramático ni melodramático, sin sustancia, sin interés, sin énfasis, sin nada...
La idea podría haber funcionado si el tratamiento hubiera sido otro. Realmente es horroroso. Parece una mala copia de las películas de Tom Cruise y su Misión imposible, en sus varias versiones. Tecnología al servicio de encargos criminales, una lucha entre asesinos y una especie de juego mortal organizado no se sabe muy bien por quién ni para qué, ni por qué.
Como a todas las de la ahora, le sobran veinte minutos.

§ 3.881. La leyenda de los ocho samuráis (Kinji Fukasaki, 1983)

Fukasaki es el director de la segunda unidad de la películas "Tora! Tora! Tora!" de 1970 cuyo principal director fue Richard Fleis...