domingo, 9 de febrero de 2020

§ 1.811. Los canallas duermen en paz (Akira Kurosawa, 1960)


La boda de una hija es un buen momento para detener al padre de la novia, jefe de una corporación empresarial. Para hacer discursos y para recordar que el suicidio de un trabajador de la corporación hace cinco años quizá no fuera tal.
Escándalos aireados por la prensa, detenciones...
Suicidios de trabajadores de la empresa que iban a hablar en el momento de ser detenidos, serías sospechas de que la empresa en realidad es una ciénaga de corrupción...
La traición del yerno del dueño, el hombre que se acaba de casar con la hija del dueño no se comprende bien, no se desvelan sus motivaciones.
En paralelo la policía avanza en sus pesquisas sobre la corrupción de la empresa y sus apaños.
Quien mueve los hilos de estas marionetas es el yerno del dueño de la empresa. Él es quien oculta a un muerto, que es gerente de la empresa a quien hace pasar por muerto, engaña al hermano de la novia, juega con todos.
El guión es prodigioso, el ritmo, el tempo, la cadencia de imágenes, planos, secuencias es prodigioso. Una película perfectamente rodada.
Kurosawa es perfecto. Qué filmografía más envidiable tiene... realmente impresionante.

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