Corrosiva película sobre el periodismo, sus cloacas, su basura, sus influencias. Sobre la corrupción de la información y sobre el poder de determinados periodistas.
Es una obra maestra del sub-género.
La dirección de Alexander Mackendrick es espléndida. Y las interpretaciones de Burt Lancaster, y Tony Curtis son maravillosas. Los periodistas a los que encarnan son despreciables, absolutamente despreciables.
Interviene, al parecer, Chico Hamilton. El quinteto de Jazz es bueno, pero no sé quiénes son los miembros del grupo.
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