martes, 10 de junio de 2025

§ 3.881. La leyenda de los ocho samuráis (Kinji Fukasaki, 1983)

Fukasaki es el director de la segunda unidad de la películas "Tora! Tora! Tora!" de 1970 cuyo principal director fue Richard Fleischer. Una de las mejores de guerra naval y todo un clásico del cine de contiendas. A pesar de ser muy conocido y prolífico no había visto nada de él en solitario. 
Tiene una mezcla de tradición japonesa de los samuráis con elementos fantásticos, mágicos, míticos narrados en un tono ligero, nada dramático como impone Kurosawa o Kobayashi por ejemplo, con color, emociones de el "capa y espada" japonés, es decir sus Samuráis, una estética más moderna con aspectos claramente teatrales y una música que podría incorporarse a cualquier película similar occidental.
Un fondo de tragedia de las de siempre -madre e hijo, poder y tiranía, rebelión y tradición- envuelve la trama.
No me ha gustado especialmente. Entretiene, se deja ver, es visual, colorida y entra por lo ojos, pero siempre que veo cintas japonesas me fijo en los estándares impuesto por Ozu, Mizoguchi, y los citados, y esta cinta no responde a esos parámetros. Inclusos las peleas a espada aquí son rápidas y eléctricas, mientras que en los clásicos japoneses la pausa y la calma forma parte de la pelea, siendo mucho más intensa y dramática.
Aunque seguramente ambas formas de representar estos duelos no responden a la realidad, a la realidad histórica en sentido estricto, como ocurre, por ejemplo, con los duelos del Oeste, es más interesante la forma clásica.
No me ha parecido una gran película, demasiado larga y por momentos deslavazada. He perdido el interés y la concentración en varios momentos.

lunes, 9 de junio de 2025

§ 3.880. La bruja (Robert Eggers, 2015)

 
Primera película de un director del que he visto, con ésta, todas sus cintas, cuatro en total. Ésta era su debut cinematográfico. 
Cuatro películas en nueve años. Ninguna de ellas me ha llegado a calar del todo. El Faro la entendí muy pretenciosa. El hombre del Norte, algo trillada. Nosferatu, sí me pareció una excelente versión.
Esta debe ser un cuento gótico alemán o americano, de finales del XIX supongo. Aunque el guión es original del propio director y no dice la ficha técnica que esté basado en ningún cuento o relato. Es, por tanto, un guión original.
Creo que es una película muy vista, con multitud de aficionados que la veneran y la tienen por referente. Funcionó bien en taquilla y la crítica no la despedazó.
No me ha parecido una obra tan colosal. Está bien hecha, tiene su interés y se deja ver, pero de ahí a pensar que es una maravilla, hay un trecho. Un trecho muy largo.
La sensación de angustia, de inmediatez, de sorpresa, de desamparo se arraiga fácilmente, pero no trasciende lo epidérmico. No es que se superficial, es que no es profunda.
El ideal del bosque embrujado es revisado con alegría. Sí es cierto que las tomas aliare libre son espléndidas, una excelente fotografía.
No me ha llegado. Ninguna de las cuatro de él me han parecido rotundas obras. Ésta, en concreto, me parece la peor de las cuatro.
El diablo representado por animales, conejos, cabras, etc. Una organización clásica del mal, una iconografía de siempre.

domingo, 8 de junio de 2025

§ 3.879. Resultado final (Juan Antonio Bardem, 1997)

Última cinta del indiscutible gran Director que fue Bardem.
Y ya sabes lo que leen este blog la idea que tengo sobre la última película de los grandes directores. En líneas generales no suelen ser buenas. Más bien suelen ser malas. El genio creativo se acaba, los recursos económicos no quieren arriesgar con directores mayores, la apuesta por la novedad es una pulsión grande.
La idea no es mala. Su desarrollo quizá no tanto. Pero las críticas que recibió la película sepultaron al director y a la actriz principal, Mar Flores.
En Filmaffinity recibió un 2.1 de media, de 688 votos. Es una barbaridad de resultado. Además las 8 críticas redactadas la fustigan de manera inmisericorde. En IMBd la media sube al 3.3, y en Letterbox no tiene suficientes notas para hacer una media, pero las votaciones que se aprecian son también muy deficientes.
Curiosamente la crítica que valora bien la película lo hace con verdadera pasión e interés, entendiéndola como una obra maestra incomprendida por la crítica y el público.
No creo que sea para tanto. No es, desde luego, una obra maestra. No es ni siquiera comparable a Muerte de un ciclista o Venganza. Ni siquiera llega, a mi juicio, a Los pianos mecánicos.
La idea es buena, el tema estaba de moda, el revisionismo crítico de al transición desde el punto de vista personal y crítico, aportando una melancólica visión retrospectiva siempre interesante. 
La excusa es el cáncer de útero que padece una mujer que vivió los acontecimientos de la transición política española en primera persona. Luego triunfadora en la vida, casada y con hijos. Lo que podríamos considerar una vida plena y llena, que se ve enturbiada con la enfermedad, que ella atribuye a su marido, que es, básicamente, un putero.
Es, básicamente, un ajuste de cuentas de los comunistas con el PSOE. Supongo que a los votantes del partido hegemónico en el país no les gustará la película. 
La idea es brillante de verdad. Pero falle en su ejecución. No sólo porque Mar Flores no da la talla (aunque he visto interpretaciones femeninas peores), sino porque tiene fallos de guión y de continuidad evidentes. 
Además, las reflexiones sobre cómo se hunde el comunismo en la transición y toma el poder el PSOE siempre son dialogadas, y más allá de algunas escenas gráficas, tiene un peso intelectual impropio de las relaciones humanas. Además, el hecho de colocar escenas de documentales parece querer contar la historia únicamente desde un punto de vista. 
Que hubo una élite más o menos acomodada en el franquismo que apoyaba sin decirlo abiertamente al comunismo y su lucha contra el régimen y luego, de la noche a la mañana se integró en el PSOE es una evidencia. Y eso molesta al régimen bienpensante.
Sí es cierto que el adoctrinamiento es cansino, y lastra la película de manera determinante.
A mi no me ha parecido tan mala película. Desde luego, si en vez de ser Mar Flores es otra actriz más consagrada, y si el director de cine (alter ego del Director) hubiese sido alguien más pujante la cinta hubiera sido un éxito.
No me parece que sea tan mala película.

§ 3.878. Comando de asesinos (Julio Coll, 1966)

Inspirada evidentemente en las películas de 007, pretende darle a la trama la misma mezcla de comicidad y seriedad en ambientes veraniegos, de vacaciones, elitistas.
Protagonizada por Antonio Vilar, Letícia Román y el peculiar Peter van Eyck, inconfundible en sus poses y sus ademanes. 
Como era de prever a veces la trama sirve como excusa para mostrar una ciudad, en este caso Lisboa, paseando en coche por sus calles.
La falta de medios y de guión hacen fracasar a la cinta, que se puede ver, pero que es casi de las peores que he visto de Coll.
No da con el tono. Tiene algo, pero no funciona. Es algo pasada y aunque tiene un metraje civilizado, 83 minutos, por momentos de hace pesada.
Me llama la atención que el Profesor malvado se llama Zandor, que lo entiendo como una derivación del Profesor Zaroff, de "El malvado Zaroff" la extraordinaria película de 1932 de Irving Pichel y Ernest B. Schoedsack.
Se puede ver, con esfuerzo. Sin más.

sábado, 7 de junio de 2025

§ 3.877. Apuestas contra el mañana (Robert Wise, 1959)

Otro Wise prodigioso. Qué forma de hacer cine, qué maravilla, cómo exprimir los argumentos, qué capacidad para presentar a los personajes, qué dominio del escenario, de los planos, de la luz, de las emociones. Qué cosa más divina.
De Wises he visto prácticamente todo. Me queda dos o tres películas que no están editadas en dvd y que tampoco pueden verse on line.
Cine negro, atraco a un banco, planes perfectos que salen mal, apuestas de caballos, hombres despiadados y deshumanizados, gánsters de cartón piedra, chicas guapas cuando todavía no se ha quitado el maquillaje.
Me ha gustado mucho. De la filmografía de Wise que recuerdo es la más negra de todas las películas suyas. Tiene otras duras, pero no de corrupción policíal y atracos.

§ 3.876. El desierto de los Tártaros (Valerio Zurlini, 1976)

Leí la novela y me gustó mucho. El paso del tiempo, la madurez, las ilusiones perdidas, el declinar de la vida, la pérdida de la inocencia, de la alegría, del impulso vital.
Me pareció un excelente relato, incluso podría calificar de ensayo. No exactamente, pero podría leerse con lápiz y papel, reflexionando con ella a medida que avanzas en su lectura.
La película es un goce de los sentidos. Me ha parecido árida y desangelada, sin corazón. emotiva y triste. Una gran obra, muy bien hecha, delicada y puntillosa.
La aristocracia de la guerra, con una puntillosidad, con una distancia del mundo real, lejano de los valores humanos, cercado por tradiciones, saludos, reverencias y aspectos superfluos que no sirven más que para retroalimentar al propio sistema militar.
Además de una reflexión sobre el paso del tiempo, sobre la tranquilidad del reloj, sobre la decrepitud y la vida, puede leerse como un ensayo sobre la inutilidad del ejercito, sus propósitos y su funciones.
Un tema que también trata son las ilusiones, y hasta qué punto éstas puede haceros perder la razón, el criterio y la cálmales. Ilusiones personales y  vitales, e ilusiones reales, convertidas en alucinaciones. La alucinación como derivación de la ilusión.
La inutilidad del paso del tiempo sería el lema de la novela y la película. 
El reparto es espectacular: Vittorio Gassman, Helmut Griem, Francisco Rabal, Fernando Rey, Jean-Louis Trintignant y Max von Sidow. Casi nada. Es cierto que los dos españoles interviene poco.
Dicen que fue un proyecto que abrazó Luis Buñuel pero que nunca llegó a poner en pie.
Primera película que veo del director, que me ha parecido un gran artesano. Domina el tiempo, los escenarios, los actores, los planos, encuadres y demás.

§ 3.875. Hay un camino a la derecha (Francisco Rovira Beleta, 1953)

La delincuencia como camino y esperanza vital. Una vida normal, un trabajo normal, una esperanza normal. Que se ve alterada por la pérdida del empleo, la precariedad económica, la falta de esperanza y de futuro.
Un tema muy clásico, bien rodado, bien narrado, con una evidente carga moral acorde al ideario del régimen, naturalmente.
Tiene un punto de neorealismo italiano, por la norma de presentar los personajes, de rodar, de mostrar la realidad, por la forma de abordar la temática.
Pertenece a la trilogía del delito del director, junto con El expreso de Andalucía (1956) y Los atracadores (1962).
Muy bien Francisco Umbral, verdaderamente magnífico, además de un gran actor guapo de verdad. Un hombre verdaderamente guapo. En ese momento tenía 27 años y era una de sus primeras películas, la décima, más o menos. Otro actor que trabajó como un animal, a lo bestia, a destajo. Seguramente ganando un buen dinero, nada que ver con lo que se gana ahora en el cine, pero un buen dinero.
Julita Martínez es la protagonista. Una actriz clásica, de las de siempre, nacida en 1931, todavía viva, y que trabajó muchísimo, tanto en cine como en teatro y el televisión.
La cinta va como anillo al dedo al código moral de la época. Vida con pocas esperanzas laborales, malas influencias de amigos y familiares, crimen (supuestamente) perfecto, delito, pena, redención, perdón, esperanza. 
Funciona, es interesante, se ve perfectamente y está muy bien rodada. Buen director, con oficio y talento.

§ 3.874. El ojo en la oscuridad (Umberto Lenzi, 1975)

 
Un Giallo italiano clásico rodado en Barcelona, con una simbología clásica, un método ortodoxo y una técnica depurada. Un cineasta de siempre, que sabe hacer lo que tiene que hacer y lo hace. 
Un poco lo de siempre, pero es que el género no da para más. la originalidad no es infinita, y es un género en donde abundan la mediocridad. Es, en realidad, un género mediocre. El drama, los históricos, dan para más. Parecen dar para más.
Un thriller clásico en donde lo peculiar es saber quién es el asesino y para qué hace lo que hace. Lo de por qué lo hace, es casi lo de menos. Porque no tiene explicación.
Excusa para ver algunos edificios peculiares de Barcelona, alguna chica guapa y poco más.
De las cuatro películas que he visto de Lenzi, es la menos brillante. Es la más vulgar.

viernes, 6 de junio de 2025

§ 3.873. Top gun: Maverick (Joseph Kosinski, 2022)

 


§ 3.872. María, matrícula de Bilbao (Ladislao Vajda, 1960)

Cualquier comparación con "Capitanes intrépidos" (Victor Fleming, 1937) es una ofensa. Por más que la trama tenga alguna conexión o que ambas se desarrollen en un barco y sirva éste de enseñanza vital a un niño que evoluciona en el viaje de forma más deprisa y con más solvencia que de cualquier otra manera posible.
Los líos en los que se mete el niño son los propios de la edad, de la edad de aquellos años de aquellos niños.
Seguro que se pretendió con una forma de mostrar un camino de superación a los jóvenes, la época era propicia a ello, y en algunos momentos se muestran ciudades, barcos, una portaviones norteamericano, etc.
Bueno. Se puede ver. Pero no tiene dos visionarios. Tiene un cierto matiz antiguo, pasado de moda, fuera de estos tiempos. Es una película que ha envejecido mal, muy mal. Que no se puede ver con los cánones actuales, hay que verla en su tiempo y lugar. Como muchas otras cintas, por otra parte. 
Vajda es un artesano que sabe lo que hace.

§ 3.871. Ana y los lobos (Carlos Saura, 1973)

Interesante película, peculiar, algo mórbosa, extraña y, a la vez, tierna en su singularidad.
No es exactamente una crítica social. No pretende exponer diferentes tipos de 'personas' y asociarlas a una determinada conducta, a un tipo de comportamiento, a un tipo social, cultural o político. Es evidente que tras esa aparente simplicidad se esconde una crítica dura a la burguesía española desocupada y hacendada. A ese tipo de sociedad incapaz de crear, que vive de las rentas y que siempre añora tiempos pasados porque los cree mejores. Cualquier cambio en ese status quo se interpreta como una agresión, no como una evolución.
Son personas a las que le ocurren cosas en un ambiente cerrado, claustrofóbico y asfixiante.
La bondad de la institutriz es incapaz de sobreponerse a la rareza del espacio en el que se desenvuelve. Un ambiente tóxico, a veces morboso, a veces incluso erótico y sexual.
La pasión sexual que levanta la institutriz en todos los varones de la casa es peculiar. Cada uno lo vive de diferentes manera, pero todos los hermanos experimentan la pulsión de diferente manera. A veces callada, a veces con palabras, a veces con gestos. 
Interesante reflexión sobre la madurez sexual y lo perturbado que puede ser un ambiente nuevo cuando se introduce una pieza no prevista en el tablero.

jueves, 5 de junio de 2025

§ 3.870. Fantasía... 3 (Eloy De La Iglesia, 1966)

Debut cinematográfico del director que, a mi juicio, mejor representa el cine en la transición política española. Irreverente, libre, transgresor, creador, cineasta, y muchas cosas más, algunas al día de hoy proscritas por la ley e incluso mal vistas por la sociedad. Y no me refiero a su condición o gustos sexuales, sino a otras cosas, fáciles de deducir por cualquier lector.
A mi me encanta. Tiene obras magnificas, llenas de creatividad, de energía, de burla y coña, de miedo y sagacidad. Desde esta, que me parece su peor película en 1966 hasta "Los novios búlgaros" que fue su despedida en 2003, aunque desde "La estanquera de Vallecas" en 1987 no había rodado nada para la gran pantalla, sí algo para la televisión en coautoría.
Tres historia distintas, tres cuentos infantiles, tres cortometrajes distintos, de fantasía de época y de misterio.
No me ha parecido gran cosa, no me ha motivado mucho. Nada que ver con sus siguientes obras, mucho más creativas y brillantes.

miércoles, 4 de junio de 2025

§ 3.869. Godland (Hlynur Palmason, 2022)

 
Me enfrento con una obra de dos horas y dieciséis minutos, lo que considero un metraje descomunal, sólo al alcance de los mejores cineastas, de los más dotados.
Una historia dura, seca, de las que te dejan sin aliento, basada en los detalles, en las pequeñas cosas, en lo que se percibe con atención.
Como historia, la verdad, no tiene nada de particular, pero como espectáculo visual es impecable, y muy recordable. Acostumbrado a apreciar los paisajes del oeste, secos, áridos y duros, la visualización de éstos es una auténtica maravilla, un descanso, un goce nuevo, verde, hielo y estéril.
Desde ese punto de vista, es una maravilla. Pero las películas no se clasifican por su belleza visual, no sólo por su belleza visual. Tiene que tener trama, estructura argumental, narrativa, personajes y vida, gente a la que le ocurren cosas, buenas o malas, pero cosas. 
Aquí está el hombre enfrentado a un entorno hostil, por bello pero también por agreste y salvaje. Peligroso de otra manera a la usual.
La supongo rodada en Islandia, naturalmente. Y tal y como la veo me parece un país prodigioso, verdaderamente interesante, sobre todo para los naturalistas y los amantes de los paisajes.
Cada plano es un goce visual, una explosión de color, una aventura de color.
Es inevitable acordarse de Dreyer, y este señor no rueda como él, Ni mucho menos. La atención a los personajes es muy distinta, aunque también el paisaje, que en Dreyer es totalmente secundario. 
Me ha gustado, pero no me parece una obra de arte. Además de los paisajes, de las peripecias vitales frente a los elementos, la cinta adolece de relaciones personales. La frialdad que mantienen entre sí los protagonistas no deja lugar a dudas de lo que quieres el director, pero el espectador no es suficiente el goce visual. Esto no es un documental, pero bien podría serlo. Tierra de hielo y lava.
Me ha dejado un tanto frío. Será una película que recuerde con los años, por la belleza de los personajes, pero no por la historia que anida en ella.

martes, 3 de junio de 2025

§ 3.868. La guerra del hierro (Umberto Lenzi, 1983)

No esperaba que fuese En busca del fuego (Jean-Jacques Annaud, 1981), porque hacerlo tan bien como en aquella película no es fácil, nada fácil. Sigue su estela, naturalmente, y se encuentra inspirada por ella.
Aunque no tiene el mismo resultado, se deja ver, tiene su gracia, es cortita (90 minutos exactos) y juega con planos, escenas y trama con gracia y soltura. La olvidaré fácil, porque no tiene mucho fondo, pero entretiene y pasas el rato.
Quizá setenta y cinco minutos en vez de 90 hubieran facilitado tener mejor criterio sobre ella.
Se pierde por momentos, en escenas que nada aportan a la trama principal, y la lucha entre miembros del clan divide el interés, que en buen lógica tenía que ser sólo uno.
Los actores no se acompañan con la época que pretenden representar. Son excesivamente occidentales, y en algunos casos, pretenden más lucir sus 'cachas' que su capacidad actoral.
Se va empequeñeciendo a medida que pasa el metraje.

§ 3.867. Gladiator II (Ridley Scott, 2024)

Bueno. Pues un espectáculo visual, una película de 'romanos' y un entretenimiento. No tiene ls lecturas de las obras grandes de Scott, ni siquiera de las intermedias. Desde el punto de vista del mensaje la película es realmente insatisfactoria. No se puede comparar a Espartaco, por ejemplo, o a otras de las grandes similares del género. Nada que ver con Ben Hur, por ejemplo. Evidentemente no pertenece a las Peplum italiana de bajo presupuesto de los años cincuenta y sesenta.
El reparto es muy actual: Paul Mescal en un papel que le sobrepasa pues no está lo suficientemente fuerte; Denzel Washington, imperial, como siempre, pero fuera de sus mejores momentos y papeles; Pedro Pascal, que parece un actor de moda; Connie Nielsen, que me parece una mujer muy guapa, y Derek Jacobi, con esa cara de despistado emperador romano que pega tan bien con el rol que desempeña y que parece sacado de "Yo, Claudio".
Como entretenimiento es perfectamente válido. Pero se hace larga y, además, un poco estéril. Tiene un desarrollo monumental, un atrezo verdaderamente brillante, multitud de extras y todo el diseño de producción que se quiera, pero no deja de ser una película sin alma, sin verdadero corporeidad, más allá de las peleas, los animales, los carros, barcos y demás.
Me ha gustado, sin más. 


lunes, 2 de junio de 2025

§ 3.866. Roma a mano armada (Umberto Lenzi, 1976)


En la estela de "Milan, Calibre 9" (Fernando Di Leo, 1972), pero bastante más deficiente. Es ese tipo de cinta de mafiosos italiano de los años setenta, tan prolífico y con tan desigual resultado. He visto cosas de Lenzi, pero no es una autor que me apasione. 
Una historia conocida, bastante usual: policía desencantado comienza a hacer la justicia por su cuenta. Pero no tiene la mala lecha de las películas americanas, ni es capaz de formar personajes o protagonistas tan singulares como el cine clásico de este género. 
Entretenida, por momentos interesante, pero algo deslavazada y episódica. Tiene algo de chance pero no es una obra superior.
Actores italianos a los que se suma Arthur Kennedy como jefe supremo de la tribu de policías.
Es una historia parecida, con matices, a Canción triste de Hill Strett. Inspector de policía casado con una asistente social que trabaja en un juzgado aquí, y comisario con abogada en la serie americana.
Algunas escenas, algún plano, pero poca cosa.

domingo, 1 de junio de 2025

§ 3.865. Jurado Nº 2 (Clint Eastwood, 2024)

Última de Clint, que ayer cumplió 95 años. Y sigue rodando. Dicen que tiene entre las manos otra nueva cinta. 
Esta es, sencillamente, una película mayúscula. De las mejores de los últimos años. Como todas las de él, gira todo en torno al guión, a la trama, a lo que sucede, a lo que nos quiere contar. Opta por actores que no son superestrellas. Son buenos, qué duda cabe, pero no son estrellas. El más conocido es Kiefer Sutherland. Por lo menos para mi.
Y, como siempre en Eastwood, el tema principal es el del hombre común sometido a situaciones peculiares que reacciona de una manera determinada, que reacciona como un hombre debe reaccionar. Hay algo que, en este sentido, le une con John Ford. El hombre americano, el que hace lo que tiene que hacer. Sin más. Sin alharacas, sin alardes, sin que se le valore, sin pedir recompensa, ni permiso ni perdón.
Lo que me llama la atención siempre en sus películas es la cantidad de cosas que pasan y a la velocidad que pasan. Hay que hacer mucho guión para que todo funcione.
Me ha parecido una gran cinta. No es la mejor de Clint, pero es buena.

§ 3.864. La chica del Molino Rojo (Eugenio Martín, 1973)

 
No sé qué pinta Mel Ferrer en esta película. 
La verdad es que la hipótesis de la cinta puede parecer una absoluta estupidez, pero si fuese de una cinta americana no lo veríamos tan descocada. Tiene hasta su gracia. Un hombre quiere conocer a su enemigo a través de las chicas con las que ha salido.
El reparto es el de la época: Marisol, el ya anunciado Mel Ferrer, Renaud Verley, Silvia Tortosa, Mirta Miller y Bárbara Rey.
La supongo un éxito en taquilla, pero no ha envejecido bien. La música es verdaderamente obsesiva y la recreación de los momentos de romance aburren una barbaridad.
Supongo que Martín, como todos los directores, tenía que pagar facturas.

§ 3.863. Una bala marcada (Juan bosch, 1972)

 
Un poco lo de siempre. Ser original en el Western "tardío" es difícil. En el Spaguetti Western aun más,  y en el "Oeste paella" se hace imposible. Relatos cargados de tópicos, de lugares comunes, de sitios transitados una y mil veces. Pero algunas se dejan ver... entres ellas, ésta. Se ve muy bien, tiene un buen sonido y está bien conseguida: atrezo, guión, dinámica, tempo, etc.
El Crepuscular dio otro enfoque a la dinámica Western, nuevas temáticas, ideas más o menos de otros géneros, el drama y ese punto de comedia que a mi me incomoda tanto...
Es interesante por el protagonista: Peter Lee Lawrence, un alemán que hizo muchas películas en poco tiempo, en unos diez años trabajó muchísimo, y casi siempre en este género. Rubio, alto, risueño, con cierto porte, en el canon de hombre bueno llegado a sitios en los que no debería estar.
Muy característico.

§ 3.881. La leyenda de los ocho samuráis (Kinji Fukasaki, 1983)

Fukasaki es el director de la segunda unidad de la películas "Tora! Tora! Tora!" de 1970 cuyo principal director fue Richard Fleis...