Cinta de la época francesa del tío Jess en donde ya comenzaba a desparramar. Argumento loco, loquísimo, producto de una imaginación desbordante para el cine, sobria puesta en escena, a veces parodiando las películas de 007, otras las clásicas de cine negro americano, con actores de segunda fila, excepción hecha de Fernando Rey (que no aparece mucho, no tiene muchos minutos de películas), y un metraje siempre muy civilizado.
Me gusta la forma en que expone el argumento, el blanco y negro tan sobrio y nítido, pero la película es prescindible, totalmente prescindible.
Por más que prestes atención, que quieras que te guste, tanto la trama como la puesta en escena terminan aburriendo y cansando.
Bonitas escenas de la costa mediterranea, al más puro estilo James Bond, aunque con un tratamiento que a veces parece ser Cuba o cualquier otro país caribeño. El actor principal es Eddie Constantine, que le he visto muy poco. La actriz principal es Françoise Brion, una de tantas francesas de la que también he visto muy pocas cosas, otras de Franco y el bodrio aquel de Preminger, índigno de él que se llamaba "Desafío al mundo (Rosedub)", de 1975.
Robot del mismo grupo sanguíneo, planes para apoderarse del mundo, organización en la sombra siempre servida por pérfidos malignos que se rodean de chicas guapísimas. Un poco delirante todo. Así hay que intentar verlo, desde la pura y barata diversión más plana y simple. No hay de dónde agarrar.