Cine 'Quinqui' elevado a la máxima potencia. Esto que se ve es lo más artístico que puede hacer este genero.
Es, se mire como se mire, una versión española de Tarde de perros, de Sidney Lumet (1975).
En quince minutos está planteada la cinta y su historia. Y mantiene la tensión durante 105 minutos. Prodigioso. Tengo al cine Quinqui como un 'pin, pan, pun, fuera', es decir, planteamiento, velocidad, resultado y desenlace. Y esto rompe esa dinámica tan propia, tan singular.
Tiene algo de crónica política y social: los diálogos, los carteles publicitarios de los grupos electorales, y esos diálogos sobre el valor de la policía y el control social. El paro, la mendicidad, la drogadicción, una mezcla explosiva que tuvo bueno réditos en la creatividad cinematográfica.
Tiene algo que la hace imperecedera, consustancial a cualquier tiempo, al menos en el contexto cultural español. Este tipo de cintas solo se entiende por un público español.
No hay comentarios:
Publicar un comentario