No sé de qué va. Compañerismo, camaradería, amistad, hombría, redención, perdón, venganza, pistolas... lo único que sé de esta película, que he visto no menos de 20 veces, es que tiene ese algo superespecial que sólo tienen las auténticas obras de arte. Una sensibilidad singular, una lírica propia, un mecanismo interno de funcionamiento que asombra cada vez que la ves. Es genial, majestuosa, y a la vez sencilla. Detrás de un discurso sencillo se esconden varias lecturas, algo más complejas de lo que pudiera parecer. Se puede ver la película desde varios puntos de vista, y eso es lo verdaderamente mágico. Una obra maestra absoluta.
Lev Stepanovich era un contador de historias ciego que la abuela de León Tolstoy tenía a sueldo en la casa familiar. Era legendaria su capacidad para contar cuentos... manipularlos, hacerlos una y otra vez de manera diferente... Eso pretende este Blog, contar cuentos... de manera creible.
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