jueves, 24 de enero de 2019

§ 1.537. Esquizofrenia (Pete Walker, 1976)

El término se llama "slasher" y se utiliza para identificar un subgénero del cine de terror. El que se relaciona con homocidas de mujeres, de terror obsesivo sin razón, de angustia provocada por un psicópata que amenaza o aterroriza de manera obsesiva a una víctima muy concreta, generalmente mujer, casi siempre joven, o incluso adolescente, por los motivos más diversos, pero siempre relacionados con el sexo, el suyo, el de la chica, el del marido o pareja, etc.
La venganza por algo que ha sucedido o padecido es lo que caracteriza a la motivación del autor, generalmente capacitado e inteligente, frente a la emotividad, usualmente un tanto neurótica, de la protagonista femenina.
Supongo que para los avanzado en este género, a los que disfrutan de las películas de miedo estas películas tienen su gracia. Intento ver de todo, y en eso se incluyen estas cintas, pero, la verdad, no es mi género. No me provocan miedo, ni siquiera tensión, sí rechazo y hartazgo... con esta estaba desando que terminase la película, la verdad.
No digo que sea mala, que no lo será, pero no me ha parecido ni siquiera noticiable.
En este género, al parecer, se encuentran: Psicosis (del maestro Hitchcock),  El fotógrafo del pánico, (de Michael Powell [el sólo, sin Presburger]) Vestida para matar (de Brian de Palma), y Homicidio (esta última menos conocida: de William Castle, que me pareció muy buena). Pero compararla con esta, pues qué quiere que les diga: no...!!!. Sin más explicaciones. No hay más que visionarias para comprender que esta, no siendo mal, no es ninguna de aquellas.
La trama está muy bien hilada, y la tensión va en escalada hasta el climax final, en este caso magnífico, que hace que comprendas algunas contradicciones -provocadas por el director- en el desarrollo de la película. La música psicodélica es otra cosa a destacar, muy propia de los años en que se rodó.
La actriz es Lynne Frederick, muy conocida por ser la última mujer de Peter Sellers, un grande de verdad. Hizo muy pocas películas, 13 en concreto, y cuando su marido falleció de un ataque al corazón rodando "El estrafalario prisionero de Zenda", con ella también en el rodaje y metidos ambos en un divorcio nada pacífico, se metió completamente, falleciendo muy joven después de otros dos maridos más.
La crónica que antecede a esta explica mejor los propósitos de la cinta y sus méritos, pero en general no me ha gustado, no me acaba de agradar ni la temática ni el resultado.

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