domingo, 18 de febrero de 2024

§ 3.307. Caniche (Bigas Luna, 1979)

 

No es morbo exactamente, tampoco falsedad, ni siquiera desfachatez o desaliño. Es podredumbre. Breviario de podredumbre, si citáramos a Ciorán. Me parece desagradable por momentos, incomprensible en otros, retorcida y malévola, sofocante y malsana. 
Hacer del caniche la lente desde la que se mira a los familiares puede ser una idea ingeniosa, no lo dudo, pero no me parece fructífera. 
Broncas, líos, gritos, sexo, complejos, vidas de mierda, sueños de grandeza, algo de zoofilia, lunas llenas, y, sobre todo, vidas vacias.
Interesante a la vez que deprimente. Tan poco sugestiva como atrayente. 
El empeño en mostrar los aspectos más crudos y sucios de la realidad: la sangre, la carne, las tuberías roñosas, la suciedad de las paredes, la mugre de la casa, la ropa sucia. La basura en las calles, la delectación con la muestra cómo comen los perros, etc.
Caspa estilística como vehículo de transmisión de una idea que no consigue calar. Se intuye una crítica a la sociedad bien pensante catalana, esa que vivía mejor en el Franquismo y en ese 'no sabe usted con quien está hablando' que en las libertades. Abiertos de piernas, pero no de mentes. Ricos de segunda generación ya arruinados por sus propia manera de vivir y su incapacidad para desarrollar un trabajo propio. Eso sí lo muestra. Pero esa hipocresía catalana no la veo. No creo que fuese su propósito, o no creo que fuese su objetivo primigenio. 
Se deja ver, sobre todo por el interés que tienes en ver cómo evoluciona, pero no es una película que vaya a repetir. No desde luego en breve.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

§ 3.390. Sacco y Vanzetti (Guiliano Montaldo, 1971)

  Una muy buena película, con una crítica dura al sistema político americano, su aversión a los sindicatos libres de trabajadores y a todo l...