jueves, 8 de febrero de 2024

§ 3.293. Beeman, el magnífico (Brian De Palma, 1972)

 

Una de las primeras de De Palma, experimentales todavía, poco maduras y sin una gran aportación personal. Escoradas hacia la comedia y la sátira, la farsa y el humor absurdo, llenas de gag, de golpes de efectos en los que se mezclan imágenes con sonidos, en donde las tramas son difíciles de imaginar. Tramas locas, más allá de las comedias de situación. Es un paso más evolucionado que las simples tramas de risas, de situaciones difíciles o comprometidas. En esta en concreto el absurdo es lo que gobierna la comicidad de la historia, pero no consigo reírme con ninguno de los gag. 
La continuidad de la trama es más que dudosa, las implicaciones emocionales del personaje a veces aparecen y otra no. No se explica bien por qué quiere abandonar la vida rutinaria a la que está sometido. Cuál sea la razón por la que quiere convertirse en mago tampoco queda claro. 
La cinta no tiene comicidad, no tiene un propósito definido, ni  desarrolla un mensaje propio. Me parece un experimento con un resultado más que deficiente. Aparecen motivaciones y circunstancias delirantes: un afinador de pianos, la carta de dimisión, la pulsión sexual desenfrenada de ella, la búsqueda de hotel...
Un delirio tras otro. No me ha gustado nada. 

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