martes, 20 de noviembre de 2018

§ 1.469. POLANSKI, Roman. La muerte y la doncella (1994)


La había visto en la tela hace mucho tiempo, y me impresionó bastante. Esta vez, después de muchas más de 1500 película me parece mejor que lo que recordaba. Al final no sabes si realmente era un torturador o si es una obsesión de la protagonista. En todo caso es una disección de la tortura y sus secuelas. Un ambiente obsesivo, circular, enfermizo, totalmente opresivo, brutal en sí mismo. Sigourney Weaver lo borda, y Ben Kingsley lo hace muy bien. Es un gran actor, de método, clásico, de siempre. El que veo más fojlito es Stuart Wilson, que hace lo que puede.
La confesión de él al final de la película es todo un retrato del poder enfermizo, de la deriva totalitaria del poder, de la tortura y de la culpa.
La impunidad de la tortura es una culpa que todo país debe expiar.

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