
Claro, ahora resulta que Ford era un racista que odiaba a los indios. Hay que jpderse...!!!
Es que, sinceramente, la cosa es muy sencilla, y rápida de responder. Aquí no hay sino un canto a la libertad, a la idiosincrasia propia de un pueblo, a lo que es un hito de libertad...
Los americanos, con Edward G. Robinson y Richard Widmark a la cabeza no son los buenos..., son los malos.
Gran película, pero no en la cumbre de sus obras, ni mucho menos.
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