miércoles, 16 de octubre de 2019

§ 1.720. La doncella (Park Chan-Wook, 2016)

Interesante historia, Japón años treinta. Un estafador elegante y sofisticado coloca a una sirviente en casa de un hombre culto y enamorado de los libros que tiene semisecuestra a una sobrina suya riquísima. La chica que hace años que no sale de casa se dedica a leerle al tío libro a todas horas.
Su idea es sencilla, intentar casarse con ella y luego recluirla en un hospital psiquiátrico. Para ello necesita a la sirviente, para que se haga con ella, se acerque y se confíe, que sea su camino hacia la felicidad.
En la relación entre la doncella y la señora existe, evidentemente, una cierta atracción erótica, un sentimiento que trasciende la relación cordial y distante que se supone existe entre una mujer de la alta sociedad y una doncella. Interpreta su papel a la perfección, pero a medida avanza la película su lealtad hacia el ladrón se agrieta, naciendo una nueva lealtad hacia su patrona.
Belleza inusual, planos muy precisos, gran colorido y una sensibilidad semierótica entre mujeres, señora y doncella.
El giro que se produce a la hora de la cinta, en el sentido de que la doncella es la señora y la señora la doncella es espectacular. Un cambio en el hospital psiquiátrico. No sabes a qué ha venido, ni por qué. Comienza a contar la historia de la lectura. Es cuando empieza la festividad erótica, las lecturas acompasadas de escenas y pensamientos suben la temperatura sensual.
Hay algo enigmático en la cinta, oscuro, una perversión en las relaciones entre los personajes. La dominación y el sexo forman siempre un maridaje atrayente. La muerte de la tía de la protagonista.
Mención aparte merece el sótano, y sus horrores.
La capacidad de la sobrina lectora para organizar su huida a través del encarcelamiento de la doncella en un hospital habiéndose pasar por ella es mágico. Es un giro del destino espectacular.
Hay una segunda lectura de la película, la esclavitud de surcoreanos para ricos japoneses, historia que nos queda muy lejos pero que seguro tiene su importancia.
Los decorados son maravillosos, la música inquietante, el guión te va llevando, no sabe adónde, y el resultado final está muy logrado. Es una gran película, me ha gustado mucho.
El director es el surcoreano Park Chan-Wook, aclamado director y muy apreciado por la crítica y público, no sólo de su país. 

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