miércoles, 4 de septiembre de 2019

§ 1.688. Joaquín Murrieta (George Sherman, 1965)

Muy normalita película del oeste, sin más. De producción española y probablemente rodada en España. Tiene algo de activista político, reivindicando la mexicanidad  de california. 
Es una figura históriás o menos cierta, a finales de las primera mitad del siglo XIX en la tierra de la fiebre del oro. Figura muy extendida en la mitología popular, que agranda su legado con  exageraciones homéricas de su poder y su capacidad. Comics, rancheras, telenovelas, otras películas, documentales, etc. Toda una iconografía bien trabajada. Nada extraño, dicho sea de paso.
El director es ese tipo de artista tan útil a la industria pero que no ha pasado a la historia del cine, hizo muchas películas, hasta 68 dice Filmaffinity, pero de las siete suyas que he visto ninguna pasa el corte de lo noticiable.
El actor principal es Jeffrey Hunter, muy conocido por participar en cintas de John Ford: el Sargento Negro, y, sobre todo, Centauros del desierto. Arthur Kennedy como secundario todo terreno hace las veces de su perseguidor.
Es evidente que la razón que anida en su venganza le mueve al comienzo de su transformación desde un apacible granjero a comandante de un ejército irregular de hombre a favor del ejército regular mexicano. Pero una vez cumplido su propósito lo que le mueve a su militancia, casi política, no es claro qué es.
La película es interesante, sin pasar el umbral de lo normal. Se deja ver, y poco más. Se recordará por el personaje, pero nada más.

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