domingo, 5 de marzo de 2023

§ 2.967. Ese oscuro objeto del deseo (Luis Buñuel, 1977)

 

Película singular, muy bien rodada y sumamente obsesiva. Me ha resultado confusa la idea de representar a la misma mujer, Conchita, con dos actrices distintas:  Carole Bouquet, y Ángela Molina. Parece que una de ellas, Carole es más frívola y Ángela más recatada. Como si se tratase de dos caras de la misma mujer. Pero es difícil seguir el ritmo. Fernando Rey está impresionante, como siempre. Qué galán, cómo se mueve, qué apostura, qué garbo, qué forma de caminar, qué seguridad en sí mismo.
Es la última película de un genio, de un cineasta peculiar y muy capaz.
Lo que no acabo de comprender es qué pinta en todo esto los atentados terroristas que se narran a lo largo del metraje. Singular forma de interrumpir la narración con un propósito no dramático.


sábado, 4 de marzo de 2023

§ 2.966. La semana del asesino (Eloy De La Iglesia, 1972)

 

Otra de Eloy. Muestra una sociedad diferentes, es una cinta que sólo se comprende por haberla vivido, como es mi caso, aunque era muy pequeño.
Una ambigüedad sexual caso corporal, a flor de piel es, probablemente, el desencadenante de la cinta, lo que explica las motivaciones del asesino y del señorito, las dos.
La novia es una comparsa, un señuelo. Poco pinta en la historia. 
Excelente Vicente Parra, bien como siempre Eusebio Poncela, un actor muy de aquella época, y una decente Emma Cohen (en su poco metraje) forman el triángulo de la película, su vértice triangular.
La tensión emocional está muy bien lograda, así como la ambigüedad sexual del protagonista. El desgraciado panorama de vida y existencia que tiene el asesino se trunca en instinto homicida por casualidad, modificando su existencia y la de los que le rodean para siempre, incluía su novia, su segunda víctima.
La cinta es sórdida y oscura, negra y casposa, pero es muy interesante. Me gusta la música en off que suena permanentemente en los momentos álgidos de los asesinatos, y la exposición del drama moral del propio asesino.

§ 2.965. Diario de una camarera (Luis Buñuel, 1964)

Sátira morbosa y crítica de una sociedad decadente, en la que el sexo juega un papel importante. Interesante, sofisticada en su exposición y sumamente morbosa. Impresionante Jeanne Moreau, una verdadera actriz dotadísima y eficaz. Le da ese punto de morbo que hace que la película sea interesante.  Además es muy guapa.
El retrato que hace de la relación entre los esposos es extremadamente cruel. Ella es rica y probablemente es quien tiene el dinero y las posesiones, y el marido vive con ella pero no convive matrimonialmente. Además está el padre de la señora, un fetichista de los zapatos que se dedica a fisgonear la vida de la camarera. 
El vértice de todas las relaciones es ella. Que no se sabe realmente qué hace en la finca y qué pretende. Porque es evidente que algo trama, que no está allí por estar, que tiene un propósito. Pero no se sabe cuál es, y cuándo va a proyectar su deseo. 
No está interesada en el marido de la señora, ni tampoco en su padre, el viejo verde. Pretende algo, pero no se sabe qué. No está allí por estar, eso seguro.
Me gusta la escenografía, la simplicidad de la propuesta, la limpieza de los planos, la sobriedad de su desarrollo. Y, sobre todo, la complejidad de su pretensión.
Por supuesto no podía faltar la crítica a la iglesia y al clero, con las confidencias que hay la señora al cura del lugar. Sacerdote que, por otra parte, sólo está interesado en reformar el techo de la iglesia. Por eso escucha las confidencias de la mujer sobre su imposibilidad de tener sexo con el marido. 
El otro vértice de la obra es la niña, que no se sabe de quién es, probablemente de otra criada, que vive en la casa pero no se sabe qué hace allí ni de dónde procede. Su asesinato y el fallecimiento del viejo alteran por completo todas las relaciones y la averiguación del crimen se convierte en la obsesión de la protagonista. Un suceso trágico y drástico, violento que aunque parece socializarse fácilmente se incrusta en las vidas de las gentes alterándolas.

jueves, 2 de marzo de 2023

§ 2.964. El hombre de río Malo (Eugenio Martín, 1971)

 

Verdaderamente no se le puede sacar peor rendimiento a tanto talento. Es cierto que un poco caído en desuso, algo ajado, pero talento al fin y al cabo. 
Un gran reparto, al menos sobre el papel: Lee Van Cleef, James Mason, y Gina Lollobrigida no constituyen una mala mezcla, pero quizá, especialmente los dos segundos, no son los más adecuados para este tipo de cinta. En realidad intervienen muy poco metraje, probablemente con un par de días de rodaje tuvieron suficiente.
Una singular comedia ambientada en el Western Spaguetti, ese singular género que cuando es dramático es interesante (a veces) pero cuando pretende divertir aburre, al menos a mi.
No me ha gustado demasiado.

miércoles, 1 de marzo de 2023

§ 2.963. La ley del talión (Delmer Daves, 1956)

 
Magnífico Western de una densidad notable y una complejidad moral que le da textura propia de las grandes obras.
Un Richard Widmark en estado de gracia, acompañado de Felicia Farr. Interesante perspectiva la que plantea como tema de fondo: el racismo, la interacialidad, el amor entre personas de distinta raza y las dificultades de convivencia que ello genera.
Me gusta el drama moral que surge en el hecho de liberar a un (supuesto) asesino indio Comanche para sobrevivir tras el atentado Apache. El enamoramiento de la mujer blanca es un gancho para organizar las escenas. No es lo más importante.
Me ha encantado. En realidad todo Daves tiene su mérito. Un director más que notable con un puñado realmente estupendo de películas. Especialmente brillante en cintas del oeste.

martes, 28 de febrero de 2023

§ 2.962. Miedo a salir de noche (Eloy De La Iglesia, 1980)

 

Me la ha recomendado un tuitero y me ha motivado para verla. Tiene la gracia de las cintas de los años 80 en nuestro, pero con la acidez y la crítica de un director de los que no se mordía la lengua y que tuvo muchas trifulcas con la censura.
He visto varias cosas suyas, y la que más me ha gustado ha sido El Diputado, dos años antes que ésta.
La película tiene una mordacidad y una retranca verdaderamente inteligente. 
Toca todos los tópicos posibles en la época: el matrimonio burgués, la madres franquista, la sesentona picara y cachonda, el vecino comunista que fue encarcelado en otra época, los miedosos, la secretaria solterona. Y deja una crítica social muy evidente. Vista cuarenta y tantos años después sigue teniendo toda su vigencia.
No deja títere con cabeza. La voracidad de la banca, la mierda del chanchullo sindical, la desidia de la policía, el esperpento de la policía, el miedo a la libertad, los miedos colectivos -paro, inflación, delincuencia- y las esperanzas individuales. 
Me ha gustado mucho José Sacristán, como siempre. Y también tiene su gracia Tina Sáinz. Antonio Ferrandis en su papel de descocado mayorcete tiene su punto de verdad.
Es una cinta que sólo se explica y se comprende desde el mercado español.

lunes, 27 de febrero de 2023

§ 2.961. Almas de metal (Michael Crichton, 1973)

 

Mítica cinta de ciencia ficción que no parece haber envejecido nada mal. Un mundo idílico al servicio de las vacaciones de los más pudientes: ir de vacaciones al salvaje Oeste. Una idea en sí misma delirante, pero que da muchísimo juego al guión y al discurso cinematográfico.
Es una auténtica vacilada de cinta, con una imaginación prodigiosa y anticipándose muchos años a Matrix y otras cintas futuristas como "Cuando es destino nos alcance", de Fleischer. 
Es un entretenimiento más que divertido, que además permite reflexionar sobre algunas cosas: la realidad que nos vende el mundo consumista, los límites de la realidad y del entretenimiento y la diferencia entre el bien y el mal, que es, probablemente, el tema de nuestro tiempo.
Me ha gustado Yul Brynner, en un papel difícil para todo un vaquero, para un hombre de raza siempre especializado en papeles de hombre viril, duro y con un marcado carácter. A Richard Benjamin no lo tengo por un actor conocido, aunque sí tiene una buena cantidad de cintas y no le ha faltado trabajo. Mejor James Brolin, con una apostura y una guapura 'reventona' descomunal. Tenía que ser un hombre muy guapo, muy apuesto.

§ 3.881. La leyenda de los ocho samuráis (Kinji Fukasaki, 1983)

Fukasaki es el director de la segunda unidad de la películas "Tora! Tora! Tora!" de 1970 cuyo principal director fue Richard Fleis...