lunes, 7 de marzo de 2022

§ 2.636. La calle del delfín verde (Victor Saville, 1947)

 

Celebérrimo título de un standar de jazz. Cuenta la leyenda que Miles estaba dormitando en el salón de su casa y al despertarse ponían la película en la televisión. Se quedó a verla y aprendió el estribillo, lo arregló e incorporó a su repertorio. La versión más canónica está en el Kind of blue (1959) el disco de jazz más vendido de la historia. Luego la toco decenas de veces Bill Evans en la versión más bonita de las que hay, que son muchas. También John Coltrane, Sonny Rolling y muchos otros.
La película la tengo por injustamente olvidada. Tiene cuerpo, textura, una trama muy sólida, grandes interpretaciones, aventuras, desastres, enredos familiares, y todo lo necesario para ser una gran película, pero no creo que fuese una cinta que triunfase, ni en taquilla ni en en la crítica.
Se narra desde dos perspectivas distintas: el enamoramiento y la aventura. Tiene, además, ese gusto por lo exótico que dan los relatos en los países lejanos. Lo tiene todo, y todo se narra maravillosamente bien.
Lana Turner es una bestia sexual, de un atractivo animal muy acusado. Una cara perfecta, una cuerpo como marcan los cánones de las diosas del cine clásico. Verla vestida de blanco con ese aspecto casi virginal es tremendamente morboso.
Donna Reed es otra actriz superlativa, menos potente pero con ese recato de las grandes mujeres del cine. Van Heflin muy correcto, y el que menos conocía es Richard Hart, actor de pocas películas, sólo cuatro, la última "El reinado del Terror" de Anthony Mann de 1949.
Me ha parecido una joya por descubrir, y la considero muy recomendable. Es mejor película que el crédito que tiene.

domingo, 6 de marzo de 2022

§ 2.635. Todos eran mis hijos (Irving Reis, 1948)

 

"Dramón" prácticamente existencial sobre la culpa y la redención. El perdón de los demás y el que uno tiene que darse a sí mismo cuando las circunstancias así lo requieran.
El olvido de las culpas pasadas debe ser completo. Porque los acontecimientos que las reproducen y facilitan de nuevo traen consigo un sufrimiento mayor. El cinismo como estrategia de olvido no funciona, aunque la culpa no es algo objetivo, sino individual. La amargura del protagonista no se dulcifica, todo lo contrario, con la recuperación del pasado. Y Edward consigue transmitir esa sensación. Es algo sutil, pero apreciable, de gran mérito. 
El guión es de Chester Erskine sobre una obra de Arthur Miller muy aclamada. Si te dicen que es de Tennessee William te lo crees, aunque la tragedia no se proyecta sobre los aspectos individuales -sexuales, afectivos, emocionales, matrimoniales, etc.- sino sobre circunstancias sociales. El drama no es individual, sino colectivo. Un aspecto social de la dramaturgia americana.
El metraje es contenido, los actores, especialmente Edward G. Robinson está soberbio (que no le hayan otorgado un Oscar en toda su carrera es, sencillamente, una de las mayores injusticia de la historia del cine y una contribución al descrédito de los premios en general y de éste premio en particular). Burt Lancaster  no está tan lleno como en otras películas suyas posteriores. Seguía siendo  un chico que tenía toda la carrera por delante. 
Del director he visto La noche plena (1940) y El Halcón inicia el vuelo (1942), interesantes ambas.

sábado, 5 de marzo de 2022

§ 2.634. Cry Macho (Clint Eastwood, 2021)

 

No pensé que era tan mediocre. Me ha decepcionado. El protagonista es muy mayor para el papel, y el niño tiene una edad poco definida. Me ha parecido que el protagonista es excesivamente mayor, Eastwood está más allá de cualquier canon de interpretación, pero aquí le sobran un par de lustros...
El niño tampoco esta en su punto óptimo. no le veo en e papel. Es demasiado mayor para representar el rol de niño abandonado.
Me ha gustado, pero está lejos de sus  grades obras.

jueves, 3 de marzo de 2022

§ 2.633. Sandra (Luchino Visconti, 1965)

 

Magnífica, como todo Visconti. Delicado, estilista, fino pero firme, sensual y rudo. Tiene un aire decadente, de otra época, pasado de moda y, a la vez, perfectamente intemporal.
Las relaciones tormentosas -entre hermanos en este caso- es el centro de la tormenta emocional que domestica la cinta. Como todas su obras son de intensidad creciente, fuertes temáticas y  desgarradoras consecuencias. Encontrar la belleza en la sordidez, ser capaz de apreciar dulzura en la aspereza, ternura en la violencia, paz en la tormenta.
Visualmente muy potente, en un blanco y negro algo tenue. La música, sin embargo, se inmiscuye bastante. Un piano repetitivo demasiado intrusivo y alguna canción melódica de la época componen una paleta musical poco apropiada. Parece mentira, pues Luchino era un amante de la ópera y, al parecer, un excelente escenógrafo operístico. Me parece un punto no demasiado logrado en una cinta absolutamente excelente. Quizá no tan renombrada como otras de él, pero a mi me ha parecido maravillosa. Pero mi criterio sobre Visconti puede ser algo original. Me gusta más "La caída..." que "El Gatopardo", o "Conficencias" que "Rocco...".
El reparto lo domina absolutamente Claudia Cardinale, por quien verdaderamente pagas una entrada para verla. Qué mujer más espectacular, que belleza, que mirada, que apostura, cómo se mueve, cómo camina. Una frescura sexual, una mujer tremendamente atractiva en todos los sentidos.
Jean Sorel es el hermano. Michael Craig  es el marido americano. Renzo Ricci es el abogado, amante y luego esposo de la madre enloquecida, que es Maria Bell. Amalia Troiani es la ama de llaves de la casa.
La relación abiertamente incestuosa entre los hermanos se aprecia claramente.  Es una relación que va mucho más allá de lo natural, de lo que debe ser una relación entre hermanos. Pero lo que trastorna a Sandra es la complicidad de su madre con la muerte del padre. Un judío adinerado que desde el primer minutos sabes que murió en extrañas circunstancias.
El marido no puede imaginar qué ocurre en ese submundo que es la casa y la relación triangular entre los hermanos, la madre y el abogado y segundo esposo de la madre.
Me ha gustado mucho.

miércoles, 2 de marzo de 2022

§ 2.632. Una vida por delante (Lasse Hallström, 2005)

 

Verdaderamente interesante. Muy cuidada, con un mensaje profundo y actual. Tiene algo pretencioso, un poco impostado y artificial, pero funciona, al menos al principio, aunque quizá se haga un poco larga. Es un drama clásico, con un pasado oculto que cuando se revela sirve de catalizador de la catarsis que experimentan los personajes. Está ambientada en Wyoming, en un rancho algo aislado de un pueblo de montaña, pero no es un Western.
Los malos tratos a la mujer y la necesidad de protección por parte de hombre fuerte de la familia. Es un tema que para la época en que fue rodada era atractivo y novedoso. No era fácil de tratar, ahora seguro que es una auténtica realidad, pero hace años todo era menos sentido, más díficil.
El reparto, al menos a priori, es sensacional: Robert Redford, Morgan Freman, y una Jennifer López algo menos potente desde el punto de vista sexual y explotando toda su potencialidad como actriz, que no es poca.

martes, 1 de marzo de 2022

§ 2.631. A vida o muerte (Michael Powell y Emeric Pressburger, 1946)

 
Muy aclamada película de un par de directores que lo mejor que hicieron lo hicieron juntos.
Muy interesante propuesta, estéticamente muy arriesgada, con una parte en color y otra en blanco y negro, según el escenario en el que se desenvuelvan los protagonistas. El discurso también se modifica. En color se pretende narrar la alegría, el amor, las ilusiones, lo real. En blanco y negro se narra la eternidad, el cielo, las sensaciones irreales. El cielo, la tierra, los vivos y los muertos. 
Me ha gustado muchísimo. Tiene algo diferente, distinto de las películas usuales. 
Naturalmente David Niven y Kim Hunter le dan un tono muy adecuado. He visto a Niven en muchas películas, ayer sin ir más lejos, y en todas cumple sobradamente. Pero en éste está superlativo. Melancólico, algo preocupado, con mala salud y, a la vez, con tremendas ganas de vivir, de querer, de amar. 
Hunter es de esas actrices discretas, de gran solvencia personal pero que no dieron lugar a escándalos o problemas. Una carrera tranquila y larga que se prolongó durante años.
Me recuerda a "El juicio Universal", de Guivanni Papini. Esa dicotomía entre ganar o perder el juicio y la vida misma y el planteamiento de un juicio para continuar viviendo, o entrar en el cielo.
Tiene un punto de fascinación por el sub-realismo, tanto en lo estético como en lo argumental. Desde luego está bien aprovechado el argumento.

lunes, 28 de febrero de 2022

§ 2.630. La escuadrilla de la aurora (Edmund Goulding, 1938)

 

Es remake de una película de titulo muy parecido de Howard Hawks de 1930 que está descatalogada y no he visto. 
Éste es muy buena. La tensión dramática de los pilotos en su vida diaria y la relación con los jóvenes cachorros, cada vez más jóvenes e inexpertos, está muy bien tratada. El peso del mando, de las preocupaciones que van más allá de hacer 'tu guerra' y disfrutar lo que se pueda. El sempiterno alcohol que ayuda a darse valor y reconforta en las penas.
La guerra como juego de caballeros, la vida en un filo. Esos códigos militares que sólo se comprenden por quienes viven la milicia como algo más que un trabajo o un oficio, que lo viven como una forma de vivir, de ser.
Me ha gustado mucho Errol Flynn, las últimas veces que le veo me convenzo de lo bueno que era. De David Niven siempre he tenido el mejor criterio posible. Elegante, fino, educado, siempre en su papel. Flemático y sentimental, pero firme en sus roles.
La amistad Hawksiana está muy presente en la película. Ese tipo de amistad que nada tiene que ver con el amor fraterno, ni, por supuesto, con el de caracter sentimental, ni mucho menos el romántico o sexual. Es el que sólo se da entre hombres hechos y derechos en situaciones singulares, peligrosas y en las que tienen que dar lo mejor de sí mismos y, a la vez, apoyarse en el otro para minimizar en lo posible la situación peligrosa.
Del director tengo muy buen recuerdo de Grand Hotel (1932), algo menos de Amarga victoria (1939) y, desde luego, el mejor posible tanto de El filo de la navaja (1946) como de El callejón de las almas perdidas (1947), ahora tan de moda por el remake que se acaba de lanzar. El caso 880 (1950) también era bonita.


§ 3.899. Estos son los condenados (Joseph Losey, 1963)

Terror británico a cargo de la Hammer, por un director estadounidense exiliado en Inglaterra porque era perseguido por sus ideas políticas e...