Interesante propuesta de Western clásico con triángulo amoroso al fondo, hermanos muy distintos enfrentados en el fondo de las perspectivas de vida tan distintas que tienen y un escenario de violencia soterrada como escenario en el que se desenvuelven pasiones y resentimientos.
Los papeles están muy bien caracterizados: el nervioso e irascible, el responsable mayor que cuida de todo, la camarera que ve una oportunidad en esta nueva vida que se le ofrece.
Es algo previsible, pero funciona y se deja ver. Robert Taylor está estupendo, y Julie London (que supongo que es la cantante) está comedida y cauta, serena y enamorada, y defiende bien su papel de mujer con pasado oscuro y muchas conchas en la vida.
John Cassavetes, que siempre he considerado un actor algo escorado hacia la hipérbole y la caricatura de sí mismo, funciona bien en el papel histérico que le toca defender, exactamente igual que el que juega en Código del Hampa. Actor impactante, muy gestual pero, a mi juicio, bastante limitado.
De Parrish ya he visto varias cosas, y me parece un director interesante, de rango medio pero prolífico y muy asentado en la industria.
La película está bien, pero no llega a las cotas de otras cintas del Oeste.
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