martes, 27 de mayo de 2025

§ 3.857. New York Confidential (Russell Rouse, 1955)

Cine negro de altos vuelos. Crimen, Sindicatos del crimen, asesinos a sueldo, mafia policial y política. Verdaderamente impresionante. 
Me ha encantado. Me parece que lo tiene todo. Guión, trama, quizá los diálogos fallen un poco, personajes, actores, desarrollo, desenlace, segundas lecturas, aspectos sociales, etc. 
Un muy buen reparto, con una de mis debilidades: Broderick Crawford en estado de gracia, al que le acompaña Richard Conte, tan frio y extraño como siempre, Marilyn Maxwell y Anne Bancroft con un pelo corto cortísimo que no le favorece nada y, a la vez, la hace muy atractiva. Un verdadero lujo de cinta que la tengo por escondida y poco reconocida.
Esta es el tipo de película que reventaba la taquilla en aquella época. La supongo un gran éxito.

lunes, 26 de mayo de 2025

§ 3.856. La casa de los números (Russell Rouse, 1957)

 
Una cinta como otras tantas. Carcelaria, negra, amorosa. No muy original, pero sí bien tratada y muy ingeniosa.

Jack Palance es el actor principal (y el secundario, pues hace de dos hermanos), y Barbara Lang la actriz. A él le he visto en muchas películas, naturalmente, a ella sólo la recuerdo en Chicago, años 30 (Nicholas Ray, 1958). Sólo hizo estas dos películas y alguna serie de televisión.
Está bien, se deja ver y tiene un cierto ingenio y una cierta candidez, una cierta ternura de guión permite imaginar, más que creer, que la hipótesis del argumento puede tener la más mínima verosimilitud.
Quizá sea la más mediocre que he visto de Rouse, director la mar de interesante.

§ 3.855. La petición (Pilar Miró, 1976)

Debut cinematográfico de una directora que ya había rodado mucho en televisión, documentales y series. 
Aquel magnífico "Estudio 1" que fue una verdadera escuela de actores, directores, guionistas y demás profesiones relacionadas con el cine, la televisión y lo audiovisual.
Ésta es una historia de perfidia, engaño, ocultamiento, trampa y algo de lascivia y sexualidad reprimida. El morbo domina toda la obra, desde el principio y los juegos de niños no tan inocentes, hasta el propósito de la mente calenturienta de una mujer fatal de principio de siglo XX.
Algo lenta, morosa, con un propósito evidente de subrayar la sensualidad y perfidia de la protagonista, mala de libro, caprichosa, mundana y pueblerina a la vez, conocedora de sus encantos y de cómo utilizarlos y emplearlos para conseguir que los hombres hagan exactamente lo que ella quiere que hagan. Pero el juego termina cuando sus propósitos convierten su deseo en delito. Su capricho se ha convertido en delito.

domingo, 25 de mayo de 2025

§ 3.854. Reflexiones desde el sótano (Gary Walkow, 1997)

 
Aunque su presupuesto operativo es algo neurótico, tiene su gracia y su trasfondo. Mucha más miga de lo que parece...
Un hombre reflexiona, de manera bastante compleja y alambicada, sobre situaciones que ha vivido a lo largo de su vida y que, por unas razones u otras, le han provocado situaciones estresantes, difíciles o que recuerda con angustia y arrobo.
Evidentemente, tiene un sabor amargo, bastante poco afortunado y verdaderamente deprimente. Pero obliga al espectador a verse a sí mismo en idénticas situaciones, a tener esa empatía necesaria que puedes tener en una película de gente corriente. Porque en otras películas al protagonista le ves desde fuera, pero en esta puedes verte representado en él.
No en vano está basada en una novela de Fiódor Dostoyevski "Memorias desde el subsuelo". Con su complejidad existencial, su perspectiva deprimente de la vida y su desconfianza en el ser humano y su capacidad de hacer lo correcto. 
El personaje tiene algo de inadaptado por causa propia, de persona incapaz de ceder desde su personalidad a la realidad de la vida social que le circunda. Es una lucha entre querer que el mundo funcione como uno cree que debe funcionar y la realidad obstinada que, evidentemente, acaba imponiendo su criterio.
Aunque tiene algo de paródico y de comedia negra, es muy interesante y funciona, de alguna manera, como medida terapéutica. Si te sitúas en su posición, y evidentemente la película no funciona si no lo haces, llegas a analizar las cosas desde una perspectiva nueva, interesante, poco usual. Y comienzas a recordar la frase del principio, "tengo una enfermedad, pienso demasiado en las cosas".
Me ha gustado, me parece interesante.

§ 3.853. Los pianos mecánicos (Juan Antonio Bardem, 1965)

Pues es la primera película de Bardem que no es una obra de arte. Así, sin anestesia. Es una buena película, pero no una obra de arte. Está bien, pero no es magnifica, no es extraordinaria.
Un reparto de auténtico lujo: Melina Mercouri, James Mason y Hardy Krüger. Tres estrellas del momento, cada una en su espectro.
Ambientada en la Costra Brava, analiza el ambiente veraniego de un pueblo, Caldeya. Los personajes son escrutados con interés, representando diferentes prototipos humanos, cada uno diferente al otro. Por la pantalla van pasando fenotipos humanos, con sus miserias, con sus tristezas, con sus emociones, con sus alegrías. Una sensación de ligereza, de liviandad, de falta de consistencia y solemnidad. No sé dice de dónde vienen los personajes, ni a dónde van. Simplemente están. 
Creen en el amor. Quieren creer en el amor. Están vacíos emocionalmente, y llenan su vida de vivencias, bonitas pero vacías. 
Se aprovecha la trama para introducir algunos bailes flamencos, algunas piezas de jazz, mostrar cómo se divierte la gente y mostrar el paisaje y el mar, bello y sereno, azul y vital cómo sólo en la Costa Brava acontece.
Tiene algo parecido a la sensación que te queda cuando ves "Buenos días tristeza" (Otto Preminger, 1958).
La película proviene de la novela homónima de Henri-François Rey, un escritor francés afincado en Cadaqués, donde se rodó parte de la película. Bajo en volcán, la novela de Malcolm Lowry publicada en 1947 aparece al lado de la suicida. La película de John Hustón de 1984 nunca me llegó del todo.
Está muy bien, es una buena película. Por momentos muy buena. Pero no es la obra de arte que es Muerte de un ciclista o Venganza.

sábado, 24 de mayo de 2025

§ 3.852. El proceso de las brujas (Jesús Franco, 1970)

Un tio Jess pretendidamente histórico nos narra un suceso acaecido en Inglaterra a finales del siglo XV. Una persecución a las brujas, por motivos diversos, seguramente religiosos, pero también de otro tipo.
Franco cuenta, al parecer, que es de las películas que acometió más caras. No en vano cuenta con dos estrellas rutilantes de la gran pantalla: Christopher Lee y Maria Schell, actores, ambos, que por sí solos podrían sostener una película de gran presupuesto y montaje. Una de las rodadas por un director de los "grandes". 
No está mal. Se deja ver. Tiene ritmo, determinación y empuje. Es interesante lo que cuenta, y lo cuenta bien, tanto en la forma como en el fondo. Está bien ambientada, tiene un buen diseño de producción. tiene un metraje civilizado y tiene un buen color y sonido.
La tengo por una cinta que funcionó bien en taquilla, pero no tengo constancia de ello. Supongo que era el tipo de películas que en aquella época apuntaban en taquilla.
Me ha llamado la atención la música, verdaderamente interesante y bien engarzada en la película.
Un puntito histérico el señor Lee, un punto más allá de lo necesario, pero es que está muy en la línea de lo querido por el propio director.
El tercero en discordia, y que le tuvo que costar un buen dinero a los productores, es Leo Genn. Un británico de los considerados clásico.
También actúa Howard Vernon, que es uno de los actores fetiche del director.

§ 3.851. Abre tu fosa amigo... llega Sabata (Juan Bosch Palau, 1971)

Otro spaghetti western de Bosch. Bien hecho, bien narrado, colorido, con sus dosis de tiros, sus venganzas, sus tabernas, sus malos, sus buenos...
Lo que pudiéramos denominar como "Oeste básico". Hay miles de películas como éstas. 
El tema es casi lo de menos: un asesinato, una búsqueda del culpable, una pareja de perseguidos, una venganza...
Una más, en realidad. No destaca por nada. Es algo plana, y poco original. Si tiene un buen escenario, y, por momentos, tiene algo de gracia y salero.
Pero no creo que sea el género de Bosch. Ha visto cosas muy interesantes suyas, pero ninguna es un Western, aunque sí hizo bastantes. De ese tipo de Western que tiene un punto de comedia, con escenas que pretenden ser graciosas, pero se convierten en paródicas. 

§ 3.896. La última señora Anderson (Eugenio Martín, 1971)

  Una acercamiento al cine de suspense británico de toda la vida. Rodada en los exteriores de Londres, supongo que con personal británico, e...