Es la tercera vez que la veo. Es una de las películas de mi vida.
Lev Stepanovich era un contador de historias ciego que la abuela de León Tolstoy tenía a sueldo en la casa familiar. Era legendaria su capacidad para contar cuentos... manipularlos, hacerlos una y otra vez de manera diferente... Eso pretende este Blog, contar cuentos... de manera creible.
miércoles, 29 de marzo de 2023
§ 2.996. Travesía peligrosa (Joseph M Newman, 1953)
Recuerda, inevitablemente, a Pacto Tenebroso (Douglas Sirk, 1948), aunque de manera más efectista en esta, más espectacular, sin recurrir al argumento principal de aquella: la sutileza.
Muy bonita la música, muy apropiada, y me ha gustado mucho el guión, muy bien trazado, por Leo Townsend (un grande de la escritura cinematográfica) desde una historia de John Dickson Carr. El guión va paso a paso, in crecendo, sin pausa pero sin prisa, como se suele decir, hasta el desenlace final.
Una historia verosímil pero no frecuente, claro. Una soberbia Jeanne Crain llena el papel absolutamente. Tan imperial como en Carta a tres esposas (1949) o Murmullos de ciudad (1951) ambas de Joseph L. Mankiewicz, El abanico de Lady Windermere (1949) de Preminger, Qu ele cielo la Juzgue (1945) de John M. Stahl, o en La pradera sin ley (1945) de King Vidor. En todas ellas está magnífica, superior, pero en esta no desmerece en absoluto. Aterrada cuando debe estarlo, guapa a rabiar, con una luminosidad en la cara que sólo tienen las estrellas de cine intemporales, y a veces la mirada perdida de loca de atar. Me ha encantado. Tiene un aire a Susan Hayward.
El resto del reparto es solvente sin alharacas, Michael Rennie sobre todo. Hierático y algo afligido siempre, pero solvente.
Me ha gustado mucho la cinta, me parece una joya escondida.
martes, 28 de marzo de 2023
§ 2.995. Regreso a la eternidad (John Farrow, 1956)
Interesante propuesta de cine clásico. Una de aventuras en la selva con pretensiones de estudio psicológico de personajes ante la adversidad. Cada uno de ellos representa un canon, un modelo, un estereotipo. La chica perdida, deportada de varios países y sin ningún tipo de arraigo más allá de quien le de dinero para sus caprichos; el hombre cabal, amigo de sus amigos que se hace cargo de un problema; el seguro de sí mismo hasta la nausea; la mujer enamorada ingenua; el matrimonio mayor... Es interesante.
Un blanco y negro decente, aunque no brillante.
Un director sólido, de los de siempre, acompañado de un trio de actores muy decentes: el gran Robert Ryan, que no se cómo tuvo tiempo para rodar tantas películas; la exuberante Anita Ekberg, como reclamo a la cartelera; y el gran actor que es Rod Steiger, capaz de cualquier cosa, al que siempre he considerado como un actor infravalorado,
Metraje contenido, para un cine de 'perra gorda' y evasión.
lunes, 27 de marzo de 2023
§ 2.994. Fuego escondido (Robert Parrish, 1957)
Peculiar cinta, precursora quizá de La taberna del irlandés (John Ford, 1963), que aunque no tiene la misma temática sí es cierto que participan del mismo ambiente: chica guapa 'destartala' el peculiar estilo de vida de dos hombre rudos y desencantados de la vida que comparten un negocio singular en el Caribe.
Puñetazos, aventuras, peligros, algo de intriga (similar a Tener y no tener [Howard Hawks, 1944] y un metraje un poco elevado (quizá con noventa minutos hubiera tenido suficiente) componen un fresco de peculiares personajes que se enfrentan al viaje desde diferentes perspectivas. El desconfiado que cree que no es una buena idea llevar el transporte porque ha vivido una historia de amor dura y nada halagüeña; el que ve en ello una oportunidad que no va regresar y que intenta aprovecharla; y la misteriosa dama, que es el punto central de la historia: no se sabe qué pasado tiene, de dónde viene y qué le pasó.
Qué belleza la de Rita, cómo mueve el cuerpo cuando baila descalza, que alegría al verle el pelo rojo al viento con el vestido amarillo. Es todo un canon de belleza femenina que lo tuvo todo pero y que, sin embargo, fue incapaz de ordenar su vida con el necesario toque de organización para que no se te vaya de las manos.
Con todo tiene un halo de tristeza no sólo debida al rol de la película, sino también, sin duda, a lo que arrastraba en su vida personal, una mezcla de alcoholismo y alzheimer, demencia y tristeza.
§ 2.993. Saló, o los 120 días de Sodoma (Pier Paolo Pasolini, 1975)
Me parece una soberana imbecilidad, una depravación moral de primer orden sin ningún orden estético noticiable. Entiendo el propósito del director, sus ganas de provocar, la duplicidad moral de los personajes y la necesidad de convertirse en el arcángel de la provocación. Pero realmente no acabo de comprender la necesidad de su lenguaje tan crudo, salvaje y desconsoladamente obsceno.
El poder llevado al terreno de lo sexual, una especie de nazismo sexual, la tortura con y por el sexo. No es el deseo lo que flota en el ambiente, ni el sexo, sino el poder, la capacidad de humillación -como refinación última del poder-, y el sometimiento como respuesta única posible.
No me ha gustado nada. Por el tiempo en que se publicó entiendo que se prohibiese. Con todo, nada tiene que ver con A Serbían Film, que ya no es que me parezca de mal gusto, es que es repugnante.
Pero una cosa es que no me guste, y otra que no sea valiosa desde el punto de vista cinematográfico. No me gusta, pero ¿tiene valor como película de cine?
Sinceramente, creo que no. Seguro que tiene su público, hay gente para todo, pero esto no es una película de cine. Es un testimonio, un ensayo, un experimento, pero no una película. No expone el desarrollo de una idea de forma ordenada -ortodoxa, o no- para conducirnos mediante un discurso hacia un resultado: moral, estético, de cualquier tipo...
domingo, 26 de marzo de 2023
§ 2.992. La tutora (William Friedkin, 1990)
Una de esas de terror psicológico, menores al cuidado de seres perversos y desenlace previsible, siempre violento. El maestro del terror en su medio natural. Pero no me acaba de convencer. Más que nada porque ya he visto varias de temática parecida y, la verdad, siempre soy refractario a estas películas. Me ponen nervioso y no creo que me aporten algo especialmente significativo. Pero es un nerviosismo artificial, no porque me llegue, sino porque me provoca animadversión, malestar artificial y algo de desazón.
Además vi hace poco La mano que mece la cuna (Curtis Hanson, 1992), de la que esta película es un clarísimo antecedente. No es exactamente una copia, pero es la misma temática. Pero esta cinta tiene un problema que no tiene la de Hanson, que no tiene actores reputados que puedan servir de enganche a la historia, atraer público a la cartelera y generar ese valor añadido que a veces tienen las películas de cine.
Se queda en una historia convencional, poco atrayente y muy vista. No me ha convencido.
sábado, 25 de marzo de 2023
§ 2.991. A tiro limpio (Francisco Pérez-Dolz, 1963)
Atraco perfecto a la española. Bien hecho, con verdadera pulcritud, con determinación, con estima, con dedicación. Una peliculaza.
Director muy poco prolífico, más dedicado a labores docentes y de enseñanza del cine según he visto en Wikipedia, que a rodar películas. Un blanco y negro perfecto, un guión más que razonable y un resultado que no tiene nada que envidiar a cualquier clásica americana del género. Al menos en lo que se refiere al guión, la estética y el planteamiento. Incluso la música está muy lograda. Los recursos, el atrezo y la producción quizá sí se quedan un poco atrás.
Me ha llamado la atención de la catalanidad de la cinta, cómo hablan en catalán con total normalidad en una época dura para ello.
El guión es un prodigio, toda la organización de (lo que se supone que es) un atraco, su meticulosidad, la dedicación a los detalles, y la caracterización de los personajes está muy logrado.
Me recuerda, mucho además, a la primera película de Tarantino. Con lo friki que es no me extrañaría que la hubiese visto.
Actores (para mi) no muy conocidos: José Suárez, Luis Peña, Carlos Otero, Joaquín Navales, y Pedro Gil.
Tiene un punto de cine de suburbio luego aprovechado por el cine quinqui que relata los problemas que genera la superpoblación de las ciudades por la venida del campo de grandes masas de población. Algo de supervivencia y de retrato social sí tiene.
Me ha gustado mucho. Mucho de verdad.
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