sábado, 29 de mayo de 2021

§ 2.406. Acorazados del aire (Anthony Mann, 1955)

La última del director que me queda por ver, si exceptuamos los cuatro primeras que están descatalogadas: Moonlight in Havana (1942);  Dr. Broadway (1942);  Nobody's Darling (1943) y My Best Gal (1944). Estas cuatro no las encuentro por ninguna parte, ni siquiera en V.O. sin subtitular. Nada de nada.
Es uno de los grandes, sin ninguna duda. Enrome director, que brilló en varios géneros, especialmente en el Western en donde aporta unas cuantas obras de arte absolutas.
Esta en concreto está bien. Es entretenida y le da el aire patriótico que pretende. No recuerdo una película suya tan "patriotera". Sí otras similares de otros directores, pero no de él. Me llama la atención en conjunto de mitos que plantea, los simples que son y lo poco que importan para una película bélica.
Lo que sí creo es que es demasiado larga. Innecesariamente larga. En 90 minutos hubiera valido. Otras suyas he pensado: qué corta se me ha hecho. No es el caso de ésta.
La primera parte es más entretenida que la segunda. Intuyen de qué va la cosas, cómo va a evolucionar, pero la cinta se estanca a los 30 minutos, pretendiendo que te interese la evolución (que ya sabes que va a ocurrir) del jugador protagonista hacia su consideración sobre el ejercito y su permanencia en él. Luego, a la hora, retoma de nuevo. 
Toca todos las fibras de la emocionalidad marcial: el deber, la obligación, la devoción, el infortunio, la familia abnegada y sacrificada por los ideales, la carrera profesional civil truncada, la paternidad cuando se está en misión, etc.
Aunque no es una película de las mejores de Mann, me llama la atención la baja nota que tiene en Filmaffinity: 5.3, algo mejor en IMDB: 6,4 . Para mi es un 7, aunque es evidente que tengo un gran aprecio a Mann y todas sus películas me gustan, unas más que otras, pero en general me agradan mucho.
El héroe es James Stewart, su mujer la peculiar June Allyson, a los que acompañan un buen puñado de secundarios de siempre: Frank Lovejoy, Barry Sullivan, Alex Nicol...

§ 2.405 Barba azul (Edgar G. Ulmer, 1944)

 

Tercera que veo de Ulmer, y, la verdad, todas me han gustado mucho. Ya conocía Detour (1945) desde hace años, que además he visto varias veces y me parece una maravilla. Hace poco vi también Satanas (1934) y también me gustó mucho. Creo que es un autor, aunque ahora ya olvidado, a reivindicar. Salvando las distancias me recuerda a Borzage, en el sentido que de ambos han sido magníficos, aunque Borzga mucho más influyente. Creo ver cosas de Siodmak, incluso de Lang,  en esta película. Los claro oscuros, el machaqueo de la música sin descanso, la manera, prácticamente circular, de presentar la historia y los personajes. Desde el primer minuto se muestra el personaje principal, no hay la menor duda, y todo se reduce, como si de una cuestión estilística se tratase, en el cómo, no en el qué ni en el cuándo.
Le tengo a Detour como un cineasta con mala suerte. No sé por qué, pero creo que quizá le faltó esa oportunidad de engranarse en un gran estudio, de introducirse en el sistema de hacer películas de manera rutinaria, en serie, seguidas, continuas. Me parece que Ulmer es algo más que Detour.
John Carradine, el padre de una de las sagas, mantiene bien el tipo, y Jean Parker muestra esa candidez características de las mujeres isabelinas que representa en la película.
La calidad de la copia que he visto es, cuanto menos, mejorable. Hay películas anteriores a 1944 que se ven muchísimo mejor. Probablemente este autor y esta película en concreto no son del agrado del gran público actual, por eso no se ha restaurado adecuadamente. Se deja ver, se puede ver, pero el blanco y negro es muy deficiente, aunque el sonido sí es limpio y claro.

§ 2.404. Yo soy la justicia II (J. Lee Thompson, 1987)

 

Estertores de J. Lee. Un director que fue a menos. De más a menos. A muy menos. Estas últimos son verdaderamente poco edificante, por decirlo a alguna manera. Son malas, malas.
Esta en concreto, es la cuarta de una serie de cinco de "Yo soy la justicia", tres de ellas de Michael Winner, esta que es la cuarta y la última de un tal Allan A. Goldstein. Todas por el estilo: vengador civil que se toma la justicia por su mano frente a agresiones reales. La policía no sabe qué hacer y el ciudadano medio es capaz de asumir el coste personal de hacer justicia. Todo en un discurso muy neoliberal. Películas de una época muy determinada, al servicio de un consumo instantáneo. Quizá rodadas directamente para el mercado del videoclub, ni siquiera para la televisión.
Charles Bronson nunca ha sido un actor muy expresivo, pero realmente en esta película está hierático. No ha tenido una carrera mediocre, ni mucho menos, pero estas últimas cintas no son sus mejores obras.
Le acompaña Kay Lenz, una actriz no demasiado relevante, que está a la altura de la mediocridad de la cinta, lo cual es lo más que se puede decir de la película.
El planteamiento es "simplista": buenos, malos, todo muy nítido, nada de grises... No hay un verdadero esfuerzo de guión, todo está presentado de forma simple, sin esfuerzo para el consumidor. Cuando acaba la película no la recuerdas; puedes verla varias veces en la vida y no recuerdas que la vista, porque, de un lado, es tan mala que o prestas verdadera atención y, por otro, es tan igual a otras cientos que no significa por nada, por ninguna singularidad.

jueves, 27 de mayo de 2021

§ 2.403. La fragata infernal (Peter Ustinov, 1962)

Una pinta excelente, formato clásico, puesta en escena casi teatral, dirección sobria, trama bien desarrollada, y un uso de la cámara, una forma de contar las cosas muy "cinematográfica", muy estructurada, canónica. Las películas clásicas tiene que ser así, como es esta.
Director de muy pocas películas, aunque como actor tiene muchas más, cerca de 70. Recordado por su histrionismo como Nerón en "Quo Vadis", una de las superproducciones más importantes del cine de "romanos".
El guión se elabora desde una novela de Herman Melville que se titula Billy Budd, el nombre del marinero joven que es enrolado en la fragata militar.
La música es de Antony Hopkins, supongo que es el actor célebre.
El reparto está encabezado por Robert Ryan, Peter Ustinov, y un Terence Stamp anterior a El coleccionista y el éxito fulgurante de esa película. Siempre he dudado de él, no creo que sea una gran actor: no tiene excesivos registros, y no consigue llegar a expresar la potencialidad que tiene como personaje. Es casi igual en todas sus películas.
La lección de Ryan es digna de mención. Un actor versátil donde los haya, capaz de enfrentarse a cualquier papel, de cualquier fisonomía, en cualquier situación. El desmenuce que hace del sádico por antonomasia es magnífico. La forma de mover los párpados, la vacuidad de la mirada, el mantenimiento del rictus en la cara, su gallardía algo impostada. Realmente magnífico.
La película es de las consideraría muy buena. No es una obra magnífica, pero realmente es muy buena.

martes, 25 de mayo de 2021

§ 2.402. La noche de los cristales rotos (Wolfgang Petersen, 1991)


La vi hace muchísimos años, y siempre la he recordado de manera muy peculiar, como una buena cinta con cosas que no cuadraban, que no encajaban, que la hacían pero película de lo que pudo ser. En una palabra, una cinta mediocre decepcionante.

Siempre me llamó la atención el título, que me recuerda más a los episodios nazis de 1938, que a un acontecimientos acaecidos en San Francisco de los años ochenta. Título muy mal traducido, pues el original es Shattered, algo así como "roto", a secas, sin más. Sin ninguna referencia a "cristales".

Un drama thriller familiar de venganzas, recuerdos, pasiones escondidas y ocultas pulsiones. 

Un matrimonio tienen un grave accidente de coche. La mujer consigue saltar del coche y tiene secuelas pero no excesivamente graves. El marido llevó la peor parte, permaneció en el coche durante la caída y sus secuelas son graves: tiene una permanente amnesia: no recuerda nada de su vida, únicamente recuerda cosas concretas, nada específico. Sin embargo tiene una sospecha, no por ser susceptible, en absoluto, sino porque descubre los negativos de unas fotos de su mujer en la cama con otro hombre. Comienza a sospechar que algo ocurre, que su vida con su mujer con la que ahora parece vivir una vida plena, que su vida pasada no era tan buena como todo parece indicar. La verdad le aterra: quizá su mujer tuvo algo que ver con el accidente, quizá planeó su muerte, quizá el accidente no fue casualidad, quizá lo que "paso en Méjico" es más profundo que una mera discusión familiar. 

La mujer de su amigo le alerta de que le han querido asesinar, de que su mujer y alguien que conocieron en México han planeado su muerte.

Un Tom Berenger que prometía más cosas que a las que llegó, un mal estereotipo de militar rudo curtido en Vietnam; una Greta Scacchi como guapa matahombres, sanguinaria y mantis religiosa que tampoco llegó a nada, y un Bob Hoskins como investigador privado que siempre cumple su papel como secundario de decenas de películas, de todo tipo, una peores y otras no tanto.

Director que venía de hacer cosas mejores: El submarino (1981), y que más tarde repitió la fórmula ensayada aquí de película para el gran público: En la línea de fuego (1993), La tormenta perfecta (2000) y Troya (2004).

lunes, 24 de mayo de 2021

§ 2.401. Las aventuras de Quentin Durward (Richard Thorpe, 1955)

Capa y espada, de los más clásico del cine. Con un Robert Taylor en el cenit de su carrera, una Kay Kendall más que admirable en su proceder, unos escenarios naturales y decorados muy bien pertrechados, una música excelente, un guión decente y un resultado muy entretenido.
El enredo también es amoroso. Un príncipe Escocés encarga a su sobrino que lleve su retrato a una joven Condesa de Borgoña con la que pretende contraer matrimonio. Ella no quiere un compromiso de esas características con un señor tan mayor y escapa cuando le van a presentar al sobrino en una fiesta.
Entretenida, sin más. No es una de las mejores del género, en donde hay verdadera obras de arte.

domingo, 23 de mayo de 2021

§ 2.400. Mothman: La última profecía (Mark Pellington, 2002)

Mitad terror, mitad ciencia ficción, mitad hechos reales... no sabes, en verdad, hasta dónde llega la ficción y donde empieza la realidad. Generalmente estas películas no me agrandan, pero hay qeu ver de todo, estas también.
Sucesos paranormales, "hombres polilla" que aterrotizan y atacan a las personas. Sucesos que se han producido en varios lugares desde el suceso original en el que se basa esta película.
Director desconocido para mi, mitad trabajador de la televisión, de los videoclips, de los videos musicales, etc. Pocas cintas largas, dirigidas a la gran pantalla.
Reparto de los de la época: Richard Gere y Laura Linney como las principales protagonistas, también participa Will Patton, actor que suele actuar de secundario en gran cantidad de películas, siempre de sureño duro y carcomido por circunstancias de la vida: la bebida, las mujeres, el juego, las adicciones, etc.
No es una gran película. Juega con la música, los efecos especiales y una cierta tensión emocional para provocar instintos profundos de miedo, pánico y terror. 
No me parece una buena cinta, aunque no soy fan de ese tipo de películas. Además la tensión que me provoca no me deja disfrutar de ella con claridad, con naturalidad.

§ 3.891. El 7º día (Carlos Saura, 2004)

  Sucesos bien conocidos, especialmente por un extremeño, y singularmente por uno que estudió derecho, como es el que escribe, en aquellos m...