Bueno. Pues no me ha sorprendido. Era lo que esperaba. Pero no me ha gustado. Esa glorificación de las niñas tan pequeñas, rozando lo prohibido (no delictual, no quiero decir eso) me parece una impropia temática para una película. Lolita, de Navokov era otra cosa. E incluso el tratamiento de Kubrick era bastante respetuoso e incluso estáticamente dist anciado del morbo. Sin embargo aquí se glorifica la pubertad y se la convierte en objeto de deseo. Sin rubor, sin límites, sin descaro. Y no hay desnudos, ni escenas altamente eróticas, mucho menos sexuales. Pero el fondo del asunto es más turbio, más oscuro, menos limpio.
Hay películas abiertamente de sexo, qué se yo, cualquiera de Tinto Brass, que son menos perturbadoras que esta.
No sé si ahora, con estos tiempos de corrección política, esta tipo de cintas funcionaría tan bien.
No me motiva nada. No me parece ni siquiera interesante. Solamente tiene algo de interés por ver a Maud Adams, una de las 'chicas bond' más guapas de la serie.
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