jueves, 26 de octubre de 2023

§ 3.170. Infierno negro (Michael Curtiz, 1935)

 

No me gusta ver películas con temática laboral. Parece que no descansas, que estás siempre en lo mismo. 
En este caso es una problemática laboral de las más duras, que además responde a una historia auténtica y real. El asesinado por parte de una "policía privada" de un minero sindicalista en EE.UU. en 1929, llamado John Barcoski. El Asesinato fue tan brutal y tuvo tanta repercusión, social, política y sindical, que este tipo de policía fue prohibida. Parece evidente que su historia, y los beneficios posteriores de esta prohibición, se deben a que el por entonces legislador, pero antes minero, Michael Musmanno, conocía la historia y le dio vuelo. La vida de este hombre también merece una película, incluso un 'libro de jueces', porque fuer realmente notable. 
La historia está bien contada, es rápida, directa, sin concesiones, muy al estilo de Raoul Walsh, por decirlo o expresarlo con un símil. Va al asunto de manera clara. Un gran Paul Muni, actor imprescindible en esa década, está soberbio, sobrevolando la actuación. Suelto, muy caracterizado, pierde incluso esa rudeza suya tan singular de sus otras actuaciones de esos años (v.gr. Soy un fugitivo [Mervyn LeRoy, 1932]). Quedó segundo, al parecer, en el Oscar al mejor actor del año. 
Los temas sindicales están muy bien narrados, probablemente de manera verídica. Las reuniones, la presión sindical, etc. En concreto, el acuerdo de renuncia al ejercicio de la huelga está muy bien expuesto. También el esquirolaje y las peleas entre sindicatos.
Y lo singular, lo peculiar es que el protagonista se ve involucrado por casualidad en el asunto. No es consciente  de la trascendencia de su implicación. El desencadenante, el momento cumbre, lo hace bebido, su intervención en una reunión sindical la realiza bebido por haberle abandonado su mujer. Además, es elegido líder de la huelga y de la revuelta por los que estaban instigando el esquirilaje. Muy lo de siempre en la gran empresa de aquellos años, en donde los representantes sindicales eran más matones que verdaderos representantes. Tradición americana que llega hasta la desaparición de Jimmy Hoffa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

§ 3.390. Sacco y Vanzetti (Guiliano Montaldo, 1971)

  Una muy buena película, con una crítica dura al sistema político americano, su aversión a los sindicatos libres de trabajadores y a todo l...