lunes, 27 de noviembre de 2017

HASKIN, Byron. Demasiado tarde para las lágrimas (1949)


Magnífica. Estupenda película de cine negro, y de serie B, las dos cosas. Lo tiene todo, empezando por el metraje, contenido. El guión es bueno, los diálogos también, las interpretaciones muy propias y la dirección estupenda
Haskin es buen director, no tiene la fama de otros, ni mucho menos, pero es un muy buen director, solvente, certero, emocional...
Además cuenta con el mito de este tipo de películas, Dan Duryea, que es un actor que jamás ha hecho de bueno... en todas las películas que le he visto, y ya han sido muchas, siempre hace de malo, siempre. Ya sea en el oeste, ya sea en cine negro... No le recuero ahora en alguna de guerra, que seguro que tiene, pero no será de personaje bondadoso, tranquila, bueno, sincero, será taimado, duro, berroqueño, rocoso...
Las dos actrices se llaman, respectivamente: Lizabeth Scott, y Kristine Miller. No hicieron muchas películas, 22 y 17 respectivamente, no parece que tuvieron una carrera muy sólida... Tienen ese punto de mujer clásica, muy rubia tan de moda en aquella época.

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