En fin, de todo tiene que haber en la viña del Señor. Qué castañazo, qué sordidez, qué gore tan básico y repugnante. No tiene ni un minuto de descanso la película, que pretende ser no se sabe qué. Qué ganas de que acabara. Tanto en la trama como en su exposición se sobreactua se sobredimensiona lo sexual hasta extremos absolutamente infamantes, imposibles de visualizar.
Desde luego puede haber gente que este tipo de 'cine' le guste, pero no son del planeta cine. Qué morbosidad, que asco.
Estuve a punto de no terminarla. Pero eso sólo me ha ocurrido rara vez, siempre justificada, y con películas peores que esta, que ya es decir. Es mala, mala, mala, malísima, infame y asquerosa. Es repugnante, pero dentro de su absoluta idiocia está bien rodada. O, al menos, los planos se secuencian uno tras otro con una cierta lógica.
Intentaré fijarme para no volver a ver ninguna película de este director.
Desde luego puede haber gente que este tipo de 'cine' le guste, pero no son del planeta cine. Qué morbosidad, que asco.
Estuve a punto de no terminarla. Pero eso sólo me ha ocurrido rara vez, siempre justificada, y con películas peores que esta, que ya es decir. Es mala, mala, mala, malísima, infame y asquerosa. Es repugnante, pero dentro de su absoluta idiocia está bien rodada. O, al menos, los planos se secuencian uno tras otro con una cierta lógica.
Intentaré fijarme para no volver a ver ninguna película de este director.
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