lunes, 21 de diciembre de 2020

§ 2.186. El Oficial y el Espia (Roman Polansky, 2019)

    El famoso proceso del Yo acuso de Zola, llevado al cine por un director francés. Nadie como un personaje propiamente francés para este cometido, además judío, como lo es Polansky.
    No se centra tanto en la lucha periodística que emprendió Zola, como en el tratamiento de la cuestión dentro del ejército, y en particular, las pesquisas que llevan a un joven oficial, nuevo encargado de la sección de información sobre la cuestión. Cree haber descubierto el error que se cometió con él. Busca el expediente secreto y aprecia que el pase de documentos en la embajada italiana se sigue produciendo, ergo: no es Dreyfus...
    Es evidente que el ejercito quiere tapar el caso, no considerar siguiera que Dreyfus pudiera ser inocente. Le permiten investigar al oficial Sterhasy, que parece ser el traidor. No queda claro si todo ello es por racismo o simplemente por no dar su brazo a torcer.
      Le hacen la vida imposible al oficial, le destinan fuera de francia, le espían, le siguen, revelan su relación con la mujer con la que mantiene un romance, registran su piso, sus libros, le amenazan y le conminan de varias formas a dejar de lado el problema Dreyfus. Toda su vida ha sido el ejército, pero su fortaleza se debilita. No queda claro cuáles son las razones que tiene el ejercito para tapar el error que han cometido. 
    El oficial al final da un paso que no quería dar, comentar con determinadas personas el caso: abogados, diputados, editores de periódicos y periodistas, entre ellos Emil Zola. Cuando en 1998 escribe Zola su artículo en la Aurora titulado "Yo acuso" comienza el fin del mecanismos de ocultación y la rehabilitación de Dreyfus, por un lado, y del Coronel Picard, por otro.
      Zola será enjuiciado por difamación. En su juicio depone como testigo al Coronel Picard.     
    A veces es un poco confusa la narración, hay que conocer el caso para saber de qué va para aprovechar lo que cuenta el director. No es fácil seguir lo que ocurrió. Zola fue condenado como culpable a un año de prisión y una fuerte multa. Tras un año en prisión todo se encauza. Picard es absuelto, Dreyfus repatriado, la confabulación resuelta, los gobernantes militares depuestos y condenados.
    Me tengo que reencontrar con Polansky. Hay cosas suyas que me han agradado, y otras que no me han gustado mucho. Las que he visto este verano -El baile..., el Cuchillo..., El quimérico...- puede afirmar que no me han gustado nada. Nada de nada. La última tiene un pase, pero la parodia de los vampiros no la entendí y el arte y ensayo no me va en cine...

§ 2.185. El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos (Peter Jackson, 2014)

    Tercera parte del Hobbit, algo más corta que las otras dos. Solamente 165 minutos.
    Me apetece verlas todas, efectivamente. son muy entretenidas, y aunque se positivamente que están hechas por ordenador, que hay mucho menos cine del que parece, en el sentido de que se prioriza la edición digital y no la trama actoral, me parece que está perfectamente conseguido. 
    Tiene epopeya, tiene honor, venganza, anhelos de una vida mejor, puede leerse como una historia iniciatica del Hobbit, como un viaje del pueblo abandonado en un éxodo anterior, el viaje de los enanos hacia la tierra prometida, como un discurso político ejercido por un líder, como una tensión entre pueblos, casi como una guerra civil, etc. Tiene una lectura filosófica, otra política, desde luego una social y otra psicológica.
    El dragón es el mal, la montaña es la tierra prometida, los enanos el pueblo, el Hobbit Bilbo Bolson es el conducto del pueblo, el héroe es el del escudo de roble, e incluso cuentan con un druida, con un agorero, con un augur, algo así como un líder espiritual.
    Tiene guiños a otra películas y otras series, no necesariamente de ficción tipo el Arca Perdida o Mad Max y demás parecidas. Particularmente tiene cosas de Lang en Metrópolis.
    Me está gustando mucho. Es un mundo al que no estoy acostumbrado, pero es muy entretenido.

domingo, 20 de diciembre de 2020

§ 2.184. Alice (Woody Allen, 1990)

    Comedia de situación típica de Allen. Chica bien, casada hace años conoce a un hombre del que se enamora. 
    Incapaz de asumir sus sentimientos queda en tierra de nadie hasta que un doctor tradicional chino que la hipnotiza y le da un brebaje... 
    Se convierte en una persona desinhibida, sensual, sexual, segura de sí misma. Sólo cuando los efectos del brebaje surten efecto. Le dice al chico que "Coltrane me ha abierto un mundo nuevo de armonías". El chico que acaba de conocer es músico, toca el saxofón y está preparando una suite de homenaje a Duke Ellington. Ella le pregunta que qué lengüeta utiliza y él le dice que la número 3, pero que está probando con la número 2 y que también se atreve con el soprano.
  Otra vez que acude se vuelve invisible, puede observar sin ser observada.
   Ella vive una vida regalada, va de compras, cuida a los niños, a la casa, se encarga de todo, pero está vacía, quiere hacer algo con su vida, algo nuevo, que la llene. Pero su marido, un hombre preeminente, ocupado en mil actividades y rico de verdad no la apoya en nada, no la motiva en sus pretensiones. Ella quiere escribir pero no la apoya.
    El acupunturista chino le da unas terceras hiervas que tiene que quemar en una tetera. Sueña, le provocan sueños en los que ve a sus antiguos novios, en concreto a uno que ya falleció, en un accidente de coche en un choque contra un camión de mudanzas.
    Con su nuevo chico va al circo y hablan de sus cosas.
    Como siempre en las películas de Allen suena jazz, en esta también, aunque no de manera tan obsesiva como en otras.
   La cuarta vez que va al médico chino fuma opio y 'vuela' a una situación que no se ha dado: una conversación con su hermana, con la que no se lleva bien. En ella le dice que sus padres eran muy buenos: su madre fue actriz y su padre un marino, y la hermana le dice: para era imbécil y mamá una borracha. Además se aprecia cómo Alice dice que quería ser santa de pequeña, y que por eso rezaba con los brazos en cruz.
   Consuman la infidelidad mientras escuchan a Monk y ella comienza a escribir.
   Con otras hierbas consigue que se le aparezca "su musa" que le dice que Nancy, su amiga, pasa de ella, porque le presentó al hombre con el que vive. La musa le dice que su profesor de composición literaria sólo la adula para llevársela al huerto.
   Junto, chica y amante beben el brebaje que les hace invisibles. Siguen a unas amigas suyas que ven en la calle y las siguen para escuchar lo que dicen. Y obviamente no le gusta lo que escucha. Las amigas dicen que su marido la ha engañado a menudo.
  Es una película media en la filmografía de Allen. Me gusta pero no es de las mejores. Mia Farrow hace el papel de siempre, el suyo, el que hace siempre, entre chica tonta y boba, insulsa y con poca sustancia. No sé realmente si es una buena actriz. No le he visto registros suficientes. Siempre he pensado que hizo este tipo de películas porque era la pareja de Allen. Dudo mucho que él hubiera insistido tanto con ella en tantas películas si no es porque era su pareja. 
   Con un reparto estupendo, Mia Farrow es la chica, William Hurt es el marido, Alec Baldwin es el novio que tuvo de joven y que falleció, Joe Mantegna es el nuevo chico, Cybill Shepherd su amiga, a la que acude para contarle que quiere escribir guiones de cine. También participan Caroline Aaron, Blythe Danner, Judy Davis, Bernadette Peters, Patrick O'Neal, y Lisa Marie.

§ 2.183. El hombre del Oeste (Anthony Mann, 1958)

 

    Una de Mann que en su momento no me pareció extraordinaria, simplemente muy buena.
    Con un Gary Cooper extraordinario, como siempre, nada puede salir mal, claro. Pero no es una de las películas suyas que recuerdo con más cariño y por eso tenia ganas de volver a verla, esperando cambiar de opinión al respecto.
Godard la considera la oba maestra de Mann. A mi no es la que más me gustan pero preciso su criterio e intentaré ella con sus ojos...
    Es más cerrada y oscura que otras dejan, generalmente abiertas al paisaje y a los guiones limpios, de buenas personas que buscan su camino. A ello ayudan dos cosas. En primer lugar los grandes paisajes abiertos, de los que aquí se carece. Y, en segundo lugar, la oscuridad del personaje de Cooper. Stewart parece más blando, con bondad intrínseca, mientras que Cooper puede ser además de fino y educado, duro y turbio. Desde luego en esta cinta lo borda.
    El reparto está bien proporcionado. Lee J. Cobb lo borda, es un papel a su medida. Sin embargo a Julie London parece no quedarle bien el papel. Se me hace raro verla en una del Oeste.
    Le he subido la nota de un 7 a un 9. Ver películas tiene mucho que ver con el estado de ánimo. Desde luego lo que hoy se aprecia como una excelente cinta, en otras ocasiones puede visionario como algo menor, y al revés.
    Releo mi crítica de hace tres años, también vista en diciembre, y en lo esencial no difiere mucho aquella de ésta. La pelea a puñetazos es estupenda, real, sucia, violenta y macabra. No hay nada idealizado en la pelea, ni en la película. No pretende mostrar el lado amable del Oeste, ni erigirse en un canon de hombre Marlboro.
    El destino de un hombre no viene determinado exclusivamente por su origen o por su educación. Su código moral y ético también influye en el designios de acciones. Una vez que se adquiere la capacidad para construir tu destino y se es capaz de diseñar los rudimentos de tu vida, el resto de tu comportamiento, más allá de impulsos irresistibles, se estructura alrededor del carácter, la voluntad y el amor. Por eso cambia el personaje principal, el de Cooper, y por eso sabes que no va a poder saliste con la suya. Lo que pretende es imposible, y lo sabe el espectador.

§ 2.182. Cazador blanco, corazón negro (Clint Eastwood, 1990)

    La vi hace muchos años, y me gustó mucho. Ahora la veo en Movistar y me ha gustado más si cabe. No sé por qué tiene esa fama de mala película. Bien es cierto que, al parecer, fue un fracaso comercial gigantesco, pero supongo que, al final, después de muchos años y su gran carrera, la cinta habrá tenido retorno económico.
    El reparto es muy bueno: Clint Eastwood es el director (John Huston), Jeff Fahey el guionista (Peter Viertel), George Dzundza es el productor (que es Sam Spiegel), Alun Armstrong, Marisa Berenson (muy conocida por "Muerte en Venecia" de Luchino Visconti y "Barry Lyndon" de Stanley Kubrick), Timothy Spall, Charlotte Cornwell, Boy Mathias Chuma, Mel Martin, Clive Mantle.
    Es toda una enseñanza sobre cómo vivir dentro del mundo creativo. Las obsesiones del director de La Reina de África, John Huston por cazar un elefante narradas en un libro por su guionista, Peter Viertel, marido de la guapísima Deborah Kerr.
    No sé realmente si es un fiel retrato de aquel rodaje, probablemente no  del todo. Sí es una película del guión que hizo Peter Viertel para la película. No creo que a Eastwood le preocupase mucho esta cuestión. Quiero decir, el hacía una película escenificada, ambientada, en África y guionizada alrededor de las tensiones que se producen en un rodaje de cine. Si el propósito de Huston era verdaderamente cazar un elefante o si este planteamiento es una exageración del director o de este guión no lo sé realmente.
    Sí es cierto que a Eastwood le importa un carajo lo que se diga de él. Atreverse en 1990, antes de sus mayores éxitos, a rodar una cinta sobre un mito del cine como Huston, bien a favor bien en contra, quiero decir de manera elogiosa o criticándole, revela, desde luego, una forma de ver el cine y la vida muy interesante.
    "Acabaremos el guión y nos iremos de safari" le dice el director al guionista. Tal y como se expone en la película Huston no tenía el menor interés en rodar una película. Sólo quería cazar. Punto. Este punto está muy bien narrado, no deja lugar a dudas. No recuerdo de la biografía de Huston que leí si efectivamente era tan así como se cuenta en esta cinta.
    La película respira un profundo racismo de los blancos que viven allí, especialmente el director del hotel, con el que Huston tiene una pelea un tanto ridíciula. En los comentarios de los participantes de las películas, y en la forma de tratar a los aborígenes se respira racismo.
    Si el rodaje de La Reina de África fue como lo narra Eastwood lo desconozco. Tampoco puedo valorar si la película es fiel al libro de memorias de Viertel. La duda que me surge es si el proceso creativo que lleva a una obra de arte absoluta como lo es la película de 1951 tiene que estar rodeado de tanta  farfolla, de tanto capricho y de tanta ensoñación. Es decir, ¿la obra de arte es fruto del método o de la inspiración? Porque es evidente que lo que busca Huston con su obsesión es despertar ese motor creativo, esa fuente primaria de inspiración que le permita encender la mecha de su cerebro.
    Soy una persona mediocre y por tanto valoro el esfuerzo y envidio el talento. Me encantaría ser talentoso en algo, pero, desde luego, no perdiendo el método, que efectivamente sí tengo. Con talento eres un director de cine magnífico. Welles sería el ejemplo estupendo. Luego hay directores con método, supongo que miles. Y otros que reúnen las dos virtudes, resultando lo intemporal y lo epopéyico: Lang, Bergman, Fellini. Creo que en cine no se puede sobrevivir sólo con talento. Es un arte, un oficio, incompatible con la falta de método, de necesaria atención a las pequeñas cosas, a los detalles.

§ 2.181. El Hobbit: La desolación de Smaug (Peter Jackson, 2013)

    Continúan las aventuras y batallas. Como obra conjunta me parece una cosa maravillosa. Evidentemente tiene que gustarte este tipo de cine, aunque no sea lo que más me agrada.
        Empezamos la segunda parte, esperemos a ver qué nos depara esta parte. Pero tiene toda la pinta de ser tan buena como la primera.
    Se explica muy bien al principio cuál es el sentido de la epopeya, la búsqueda de una joya que una a los ejércitos bajo el líder que se llama escudo de roble.
    Para ello tienen que entrar en la montaña y esperar al dragón que lleva dormido sesenta años.
    Imaginación prodigiosa, cine al servicio de la aventura fantástica. Jackson me parece un director especial, singular. Pero desde luego tiene su hueco en la historia del cine.

sábado, 19 de diciembre de 2020

§ 2.180. El ángel exterminador (Luis Buñuel, 1962)

    Crítica mordaz y brutal a la alta burguesía que es incapaz de salir de sí misma y que, en el fondo, se comportan como cualquier persona. En un momento de presión se comparan exactamente igual.
    En encerrados en una casa sin poder salir después de una fiesta los asistentes comienzan a mostrarse como realmente son. Entiende Buñuel que los humanos nos comportamos igual ante las mismas circunstancias, con independencia de la clase social de la que procedan, 'alta' o 'baja'. La resistencia a salir de la habitación de los asistentes a la cena no tiene explicación. Es una parábola sobre la imposibilidad de la clase burguesa a salir de sí mismo. Aunque se encuentran perdidos en sí mismos, viviendo situaciones endogámicas, cerradas y claustrofóbicas son incapaces de escapar de su propio destino, de su propio círculo, de su ambiente cerrado.
    Las mujeres comienzan a gritar, los hombres empiezan a picarse los unos contra otros. Nadie se explica por que´no son capaces de salir de la habitación. 
    Es interesante apreciar que los sirvientes se fueron antes de que empezara la cena, como si algo les empujara a ello. El único que se queda, Julio, explica que se fueron una hora antes de empezar la cena sin ninguna razón aparente para ello. Se fueron obligados por las circunstancias, pero sin ser capaces de explicar o razones a qué se debía dicho comportamiento. Las ratas, dice un burgués, que abandonan el barco sin saber por qué.
    El hombre que estaba enfermo finalmente muere en la segunda noche en la que están encerrados. La animalidad se comienza a mostrar con toda su crudeza cuando revientan una tubería para poder beber agua, o cuando Julio le enseña a una mujer a comer papel, porque se hace de los árboles.
   La colectividad burguesa no es capaz de organizarse para adoptar un plan para salir de la casa. Nadie toma el mando de las operaciones, nadie propone nada. Por otro lado en la calle la policía tampoco es capaz de entrar en la casa. No se explica qué ocurre o cómo se puede explicar la incapacidad de unos para salir o otros para entrar en la casa. Probablemente eso es la burguesía, un sistema social poco permeable que dificulta entrar en él pero también salir de él. Uno es burgués aunque no tenga nada que comer, no tiene que ver con la situación económica, sino con la extracción social.
    La presencia de las drogas también es una cuestión relativamente importante. El dueño de la casa tiene una cajita con morfina y otras drogas. El joven las ansía.
    La grosería, la violencia, la suciedad, dice uno de los protagonistas, es lo que siempre he detestado, y ahora convivo con ellas con naturalidad. Se vuelve al sitio del que siempre se ha pretendido huir.
    Los corderos aparecen, como metáfora que recuerda que el campo tiende a invadir la ciudad cuando ésta se despuebla. Son cocinados y se empiezan a destrozar los muebles para hacer fuego dentro de la casa. 
    Fuera, mientras tanto, diferentes personalidad pretenden entrar en la casa. Los políticos, el clero, los niños. Son incapaces de entrar en la casa.
    Algunas mujeres comienzan a hacer sortilegios con patas de gallo, a analizar las señales de las plumas de las aves, con el propósito de explicar qué ocurre. Otros hombre gritan reclamos masónicos para que sean ayudados. Fórmula ambas para explicar qué ocurre y pedir ayuda para salir de sí mismos. Cánticos religiosos se escuchan, como si se ratee de un miserere. Sueños terribles circuncidan los débiles sueños de los burgueses. Siempre violentos, siempre sorpresivos e incoherentes. La placidez de su existencia se ha tornada en brutalismo, depravación y violencia.
       En un armario aparecen dos muertos. Y los corderos son sustituidos por un oso, un oso pequeño que se pasea por la habitación adyacente. 
    Pasan los días, pasan las horas, pasa el tiempo y nada cambia. No son capaces de salir ni los de fuera entrar. Desde fuera se aprecia que se ha colocado una bandera amarilla, porque ha sido declarada en cuarentena la casa. Los criados y sirvientes han aparecido de nuevo. Llegan a la puerta de la casa sin saber por qué. Nadie les ha llamado. Paralelamente algunos asistentes luchan entre sí, no se sabe por que. El dueño de la casa parece imponer cordura a la situación.
    No sé qué representan los animales en las escenas. La brutalidad del ser humano, su animalidad, sus instintos más primarios, no lo sé. Tampoco entiendo qué significa la mano autónoma que aparece arrastrándose por el suelo y la mujer aplasta con un objeto, probablemente un cuenco. Alucinaciones, desvaríos, etc. El surrealismo de su amigo Salvador Dalí tendía mucho que decir en estas escenas.
    Aunque no he entendido la totalidad de las cuestiones me ha parecido muy interesante, como siempre que la he visto. Probablemente no exista una sola explicación, no creo que su creador pretendiera elaborar un discurso con lectura única.    
    A lo mejor para salir de sí mismos, los asistentes tiene que colocarse exactamente en la misma posición que se encontraban cuando empezó la velada. Parece que esa es la fórmula para conseguir dar por terminada a la situación. El tiempo y el espacio se detuvieron cuando la adulación y el halago fue puesto en marcha. Sólo en ese momento son capaces de abandonar la habitación. Se ponen en marcha todos a la vez cuando entienden que todo debe seguir, continuar. Abren la puerta y caminan hacia afuera, sin poder explicar qué ha pasado o por qué han permanecido dentro tanto tiempo sin poder salir.
    Seguro que puede extraerse una lectura marxista de todo esto, de la preeminencia de la lucha de clases y demás.
    La película termina con una misa en una iglesia con todos los asistentes a la cena perfectamente vestidos y arreglados. Véte tú a saber qué quiere decir Buñuel, ateo confesó, valga la contradicción.
    Los asistentes a la misa no son capaces de salir de la iglesia. Se produce la misma imposibilidad de abandonar un lugar... Cuando salen a estampidas son reprimidos por el ejercito y las ovejas entran en la iglesia.

§ 3.390. Sacco y Vanzetti (Guiliano Montaldo, 1971)

  Una muy buena película, con una crítica dura al sistema político americano, su aversión a los sindicatos libres de trabajadores y a todo l...