miércoles, 18 de noviembre de 2020

§ 2.113. Círculo de fuego (Henry Hathaway, 1971)

   No voy a extenderme más en lo que me gusta Henry Hathaway, ni siquiera en esta que es su penúltima película (la última es Chantaje criminal de 1974, que está descatalogada y ni siquiera se encuentra de segunda mano).
   Esta es entretenida, sin mucho más, pero con un, como siempre, impecable Gregory Peck, ahora en versión de vaquero. Después de siete años en prisión por haber matado a un hombre desea venganza de su socio que le traicionó hace tiempo. Tiene algo de Valor de Ley, sobre todo por la presencia de la niña pequeña, hija del protagonista que le es entregada tras la salida de la prisión y antes de proceder a la venganza. En realidad es una más del oeste, sin más.
    Un doblaje peculiar. No es que está mal doblada, no está en 'mexicano' ni nada de eso, simplemente es que está mal acompasada la traducción y la dicción, con un ligero retraso. Pero aun así se puede ver con tranquilidad y buen gusto.
  No tiene nada particular o singular. Simplemente que es de Hathaway y Peck y ya por eso merece un visionado.

§ 2.112. Dos segundos (Mervyn LeRoy, 1932)

  Un criminal que está a punto de ser ajusticiado en la silla eléctrica rememora su vida en los dos segundos que van desde que comienza la corriente en su cuerpo hasta que muere finalmente. Pero lo que le lleva a la cárcel y a la pena de muerte no es una vida disipada de depravación y maldad, sino la mala suerte. La necesidad de proteger a una mujer que se aprovecha de él es el desencadenante de toda la historia. Le hacer perder el tiempo, le enreda, le perturba, hace que beba mucho alcohol, y no es un hombre acostumbrado a ello. Su empleo construyendo edificios, como operario de remaches de metal en las vigas le reporta suficiente dinero como para vivir desahogadamente, y ella lo sabe y se aprovecha de él. Consigue que se case con ella un día que está totalmente bebido... a partir de ahí todo sale mal.
   Desde luego la versión original tienen su encanto. Magnífico el papel de Edward G. Robinson, con una  chica espectacular llamada  Vivienne Osborne que participó en pocas películas, 18 dice filmaffinity, aunque al ser una estrella a medio camino del cine mudo y el sonoro probablemente sean muchas más.
      Parece un producto destinado a doble sesión, primero esta que es corta y más tarde alguna de mejor calidad, ya rondando los 90 minutos. A lo mejor incluso del mismo director, seguramente del mismo estudio.

§ 2.111. Pozos de ambición (Paul Thomas Anderson, 2007)

   Película de mucha fama, de gran influencia, de un director muy renombrado. De él sólo he visto Magnolia (1999) que no me pareció una gran película, también muy famosa.
   Tiene algo de epopeya, de magnificencia, de historia familiar, de saga de aventureros, en un discurso lineal, no como en Magnólia que era fragmentado, disperso.
       De este director no he visto nada mas que Magnolia, que como digo no me gustó demasiado. No tiene muchas películas, aunque también se dedica a otras cosas audiovisuales.
       Me encanta la voz que dobla a Daniel Day-Lewis, profunda, serena, impactante. Ya no sabría ver a este actor con otra voz.
       La lucha del propietario contra el chico que quiere construir una iglesia no va a acabar bien. No se comprende cuál puede ser el motivo por el que no le concede el deseo de hacer una bendición del pozo. Es evidente que la búsqueda de protagonismo del religioso quiere ser limada por el  petrolero, seguramente para ser él el único factotum de toda la instalación, pero tampoco se avizora qué perjuicio podría provocarle su intervención. Más tarde se descubre su fanatismo religioso, y la necesidad que muestra el muchacho por los aspectos más espectaculares de su ministerio, que va más allá de ser un sacerdote al uso, pretende ser un líder social que organiza espectáculos más que misas o eventos religiosos.
    El accidente de su hijo y el incendio de la torre de perforación es otro momento significativo de la película, marca un punto y aparte de la historia. Hasta ahora se dudaba sobre las intenciones del petrolero: remodernizar la vida del poblado, crear escuelas, iglesias, etc. Mejorar, en definitiva, la vida de la gente cuyas tierras había comprado. Desde ese momento no hay duda de cuáles son sus pretensiones.
      El niño queda sordo tras el accidente, y aunque el padre cuida de él hay algo que ha cambiado para siempre en la relación del petrolero con el mundo y con su hijo. Nada volverá a ser como antes, nada. El enfrentamiento con el sacerdote para decirle que no le va a dar el dinero comprometido porque no le ha ayudado a sanar el oido de su hijo es el fiel de la balanza sobre la que se sustenta la película, al dividirla claramente en sus dos mitades. Reconoce a su hermanastro que aparece que odia a todo el mundo, que no le gusta el éxito de los demás, que quiere ganar suficiente dinero como para aislarse del mundo y no necesitar a nadie, porque "ha ido acumulando odios con los años paulatinamente".
        No le gusta hablar de su familia, no le gusta hablar de su hijo, no le gusta hablar de lo que le ha hecho a su hijo: mandarle fuera de los campos... Son relaciones familiares complicadas.
        El enloquecimiento que sufre cuando la Standar Oil pretende comprarle sus tierras o su producción de petróleo no se explica desde la lógica empresarial o familiar. La pretensión de rodear unas tierras que no le fueron vendidas para hacer pasar el oleoducto es radicalmente enloquecida. Tampoco se entiende cuál es el desencadenante de dicha locura. Ha conseguido el éxito, aun a costa, claro, de dejar por el camino algunas cosas. Qué su hijo esté en la ciudad atendido en un colegio que le enseña a conducirse en la vida con su sordera tampoco es la peor condena que podría tener. Entre dentro del juego. Ahora que estoy convaleciente de mi (segunda) operación de desprendimiento de retina puedo corroboarlo.
    En algunos momentos es áspera y dura, no concede sentimentalismos algunos. Seguramente la vida humana de aquella época tenía poco valor.
    Los actores son: Daniel Day-Lewis, Paul Dano, Kevin J. O'Connor, Ciarán Hinds, Russell Harvard, Dillon Freasier, Sydney McCallister, David Willis, David Warshofsky, Colton Woodward, Colleen Foy.
      No me parece, sinceramente, una cinta tan brillante como la fama que tiene. Es interesante, sin duda, pero no es una magnífica película. Tiene fama y el director está endiosado en el altar de la modernidad, pero las dos cintas que he visto suyas no me parecen tan brillantes. Es un buen director, saca adelantes sus proyectos, tiene éxito de público y crítica, pero no me parece un mito viviente, un exégeta de la modernidad, un augur del nuevo cine. Hay algo en sus películas que no me agrada, que no lo veo, que no funciona para mi.

martes, 17 de noviembre de 2020

§ 2.110. New York, New York (Martin Scorsese, 1977)

    No la tengo como una película importante en la filmografía de Scorsese. La tengo algo de "manía", comprada hace mucho años y aposentada en el estante de las películas 'por ver'. El reparo fundamental que muestro sobre esta cinta es que no veo capaz a Scorsese de llevar a buen puerto una cinta sobre Jazz, una especie de musical, o de historia orquestada, con mucha música y demás. Le tengo encasillado en películas de cine negro o similar: Taxi driver (1976); Toro salvaje (1980); El Color del dinero (1986); Uno de los nuestros (1990); Casino (1995); y Gangs off New York (2002), que para mi son las mejores, siempre antes de la segunda hornada de películas brillantes: El aviador (2004); Infiltrados (2006); Shutter Island (2010) y El lobo de Wall Street (2013)
    No me ha parecido tan brillante y tan vistosa como otras suyas, no es tan 'suya', pero se puede ver. Como todas sus películas es demasiado larga, sobra metraje. En el comienzo de la cinta se indica si se prefiere la versión 'corta' o la 'larga'. La larga son 156 minutos, excesivos a mi modo de ver. Aunque puede ser una historia de gran formato no parece que aguante tal y como la ha desarrollado el Director.
       Me ha sorprendido un poco Liza Minnelli. No la he visto en el papel en ningún momento, sobre todo al principio de la misma. Cuando empieza a cantar y desarrollar el rol de cantante empieza a ser más creíble, a estar más dentro del papel. Desde luego no es su mejor papel. La he visto en mejores papeles, aunque nunca ha sido una actriz que me gustase especialmente. Siempre he considerado que la cuna que tiene le ha ayudado de tal manera que no tiene mérito alguno lo que ha hecho.
    Tampoco creo que De Niro sea el candidato ideal para esta papel. Quizá hubiera estado mejor desarrollado por un actor más fino, más delgado y huesudo, más tipo de Chet Baker, con ese rostro cincelado por las drogas y el alcohol. La película esconde un trasfondo triste y melancólico y los actores le imprimen un carácter vitalista y enérgico que choca un poco con la historia central que quiere contar.
  La canción "New York, New York" fue compuesta expresamente para la película recreando y cantada por Liza Minnelli, que la sigue utilizando en sus conciertos y actuaciones. Tres años después es incorporada por Frank Sinatra en un disco de 1980, cuando rondaba los 65 años y se convirtió en un éxito fulgurante, atribuido generalmente a él.
      La película fue un fracaso comercial. Al parecer el Director quería hacer una cinta de cuatro horas, y al final rebajó sus pretensiones para dejar la película en dos formatos: 155 y 135 minutos. No sé cuáles fueron las razones del mal comportamiento en taquilla. Probablemente la temática, fuera de los gustos de la época, Star Wars, películas de mafiosos, y cosas por el estilo, nuevas temática y nuevos gustos...

lunes, 16 de noviembre de 2020

§ 2.109. El primer pecado mortal (Brian G Hutton, 1980)

 

   La recordaba vagamente. Y la recordaba como buena, interesante al menos. No creo que me equivoque. 
Es la última película como protagonistas de Frank Sinatra, siendo una estrella muy consolidada Faye Dunaway, en el esplendor de una carrera llena de éxitos.
     Un hombre se decida a asesinar a caminantes por la calle con un piolet. A ese caso se enfrente un policía a punto de jubilarse cuya mujer acaba de ser operada para extirparle un riñón. La búsqueda del arma por parte del director el museo de armas y armaduras es muy interesante, no tanto las angustias del asesino, que no se sabe si son psicóticas o de fe. Desde luego parece un hombre torturado, aunque no se sabe por qué. El contraste entre la humanidad que pretende representar el policía con su mujer y el tratamiento científico que le da al seguimiento del caso que investiga es un contraste que no está bien resuelto. Parece quedarle grande, por eso el director emplea pocos planos de él con ella juntos. Lo que sí está muy bien penados es el tratamiento que le da a cada uno de los ataques del asesino, sin explicaciones sobre el carácter del ataque o las causas que lo generan, muy al estilo de las primeras películas de Brian De Palma.
     Realmente no sé quién es el "listo" que considera que Frank no es un gran actor. En este papel lo borda, y también me gustó mucho en aquellas de policía con un jersey amarillo de Gordon Douglas. Más allá del Oscar, de las clásicas en las que intervino, nunca me ha parecido mal actor, ni mucho menos. No es quien más me gusta pero no me parece malo, que no sepa hacer su trabajo o que desentone en la película. Antes al contrario, les da empaque y sustancia, como en esta cinta.
     Hutton siempre será, al menos para mi, el de "El desafío de la águilas" (1968) y "Los violentos de Kelly" (1970). Aunque no me olvido que me encantó "Una hora en la noche" (1973), con una Elizabeth Taylor magnífica, en uno de los papeles que la recuerdo más enigmática, intrigante y sofisticada.
      Hutton sólo tiene filmadas 9 películas, de las que se pueden conseguir en DVD solamente 5, de 1966 al 1983. También intervino en varias películas como actor, no muchas, desde 1957 a 1962. No sé mucho de él. La página de Wikipedia americana da alguna pista más: se desencantó del cine y se dedicó al sector inmobiliario hasta su fallecimiento. Desde luego las cuatro que he visto suyas me han gustado mucho. Creo que es un director decente, honrado y sincero. Y dese luego esta película es entretenida y solvente. Me ha gustado, aunque también es cierto que tenía muchas ganas de volver a verla, porque la tenía en VHS y estaba esperando a tenerla en DVD para revisarla.

§ 2.108. Ted Bundy (Matthew Bright, , 2002)


    La historia real de uno de los primeros asesinos en serie de carácter sexual. Insisto en lo de real, porque es así, la descripción que hace Wikipedia de sus crímenes es sencillamente aterrador, hasta treinta y pico asesinatos de mujeres cometió en una de años en EE.UU. cambiando a veces de Estado para burlar la vigilancia de los investigadores.
    Mantenía a su vez una relación, más o menos estable, con una mujer que sirvió para meterlo entre rejas.
      Los primeros 55 minutos narran los crímenes del sujeto, un auténtico psicótico sexual, un despiadado asesino que mató a decenas de mujeres de forma violentísima y despiadada.
     Los actores no me suenan de nada: Michael Reilly Burke es el protagonista, y las chicas son: Boti Bliss, Julianna McCarthy, Steffani Brass, Tricia Dickson, Meadow Sisto, Melissa Schmidt, Jennifer Tisdale, Eric DaRe, Deborah Offner, Tom Savini, Annalee Autumn, Diana Kauffman, Tiffany Shepis, y Alexa Jago. 
    Aparece también el propio Ted Bundy, seguramente en alguna de las escenas finales. Llama la atención el parecido del actor con el personaje. Se parecen verdaderamente, más allá del propio maquillaje y el atrezzo que le rodea. Es la estructura de la cara lo que dota de verosimilitud al personaje.
    El canon de las películas de este tipo sigue siendo Zodiac (David Fincher, 2007), aunque hay una versión diferente sobre el mismo tema: Despertando a Zodiac (Jonathan Wright, 2017).

§ 2.107. Jezabel (William Wyler, 1938)

   Todo un clásico. El cine es esto. Lo debe olvidarse, esto es el cine. Lo demás son otras cosas. Entiende que a veces sea difícil de ver, que tiene limitaciones en cuanto a la conexión con la gente más joven.
  El personaje femenino puede considerarse una copia de Escarlata O´Hara, la protagonista de "Lo que el viento se llevó", caprichosa, egoísta, desconsiderada, soberbia, egocéntrica,  celosa, juguetona, arrogante, rompedora, etc. Un personaje a la altura de la actriz que lo interpreta, una maravillosa Bette Davis. Se arropa en un Henry Fonda en plenitud de sus facultades, varonil, arrogante, guapo a rabiar... 
     La trama es sencilla, una mujer del Sur de USA de familia tradicional acomodada pretende jugar con el amor de su novio, provocándole en su comportamiento caprichoso y rompedor, en una especie de prueba de fuerza del amor que él le profesa a ella. Se viste inconvenientemente para un baile de sociedad, interrumpe las negociaciones del novio en una reunión de negocios en un banco, etc. Juegos malabares para ponerse a prueba, ella y su orgullo, las convenciones sociales y la sociedad biempensante. Es, desde luego, un propósito deliberado y consciente, aunque sus consecuencias no son previsibles. El trasfondo de todo esto, la pregunta que sobrevuela el carácter rompedor de la muchacha es, ¿será capaz de mantener esa seguridad en sí misma cuando vengan mal dadas, cuando no todo se ponga a su favor? En estos casos o el carácter te reafirma en tus posiciones, en tu forma de ser, o te quiebras como un junco y te adaptas a la realidad, entendiendo que tu forma de ser anterior era producto de unos pecado de juventud. Si toman esta segunda vía se convierten en talibanes de los principios, de los recuerdos, de las costumbres. No se sabe realmente si sus caprichos y sus manías son impostadas o es su forma de ser. Las personalidades de hierro no suelen ser comunes. Lo normal es ceder ante la adversidad, convertirte en alguien acomodaticio.
    Un año después de el primer rechazo amoroso de la caprichosa Jezabel llega el enamorado con su esposa a una fiesta, lo cual es una revolución tanto para su antigua novia como a toda la sociedad del Sur. Perdió su oportunidad. Su carácter y su forma de ser la impidieron averiguar qué batallas dar y cuales no, dependiendo de dos variables: la importancia de la batalla y las posibilidades de ganar dicha batalla.
    No parece que se dé por vencida. Luchará por él, aunque es una batalla perdida, él está casado y aquella sociedad no es como ésta, más permisiva y abierta a nuevas formas de relaciones entre hombres y mujeres.
   El resto del equipo son: George Brent, un actor notable, para mi siempre asociado a "La escalera de caracol" (Robert Siodmak, 1945), Margaret Lindsay, Donald Crisp, Fay Bainter, Richard Cromwell, Henry O'Neill, Spring Byington.
     Todo lo que hizo Wyler es, al menos para mi, maravilloso. No hay película mediocre, todas me han gustado. Y todas me han gustado mucho.

§ 3.390. Sacco y Vanzetti (Guiliano Montaldo, 1971)

  Una muy buena película, con una crítica dura al sistema político americano, su aversión a los sindicatos libres de trabajadores y a todo l...