miércoles, 25 de diciembre de 2019

§ 1.781. La dama de los trópicos (Jack Conway, 1939)

Me ha encantado. Me ha parecido una película estupenda. Una historia de amor muy bonita, entre una Hedy Lamarr absolutamente espectacular y un Robert Taylor arrebatadamente guapo en un Singapur tan desconocido como enigmático. Sacerdotisa que va a contraer nupcias con un rico hombre de tradicionales ancestrales. Lucha de identidades de una mujer medio europea medio asiática.
Nunca he apreciado la belleza de Hedy Lamarr como en esta cinta, descomunalmente bella, con una cara blanca, unas facciones suaves y un pelo negro azabache que cautiva. Como la chica que interpreta tiene algo de misterioso, de oculto, de enigmático. Una belleza muy peculiar, diferente, distinta.
Un puntito de aventuras, un puntillo de emoción, una historia básica de amor, y a tienes una buena película que se estructura alrededor de tres relaciones amorosas, una con el sultán de la jungla que nunca ves, otra con el americano con el que se casa, y la tercera con el rico señor que la perseguía en Saigón.

martes, 24 de diciembre de 2019

§ 1.780. Gotti. (Robert Harmon, 1996)

La vi por primera vez hace muchos años, en VHS y me encantó, aunque le reconocía defectos y sabía que no era especialmente buena.
Es entretenida, y sirve para formar el mapa emocional de las películas de la mafia, una más de la larga lista de cintas sobre el mismo tema.
Me gusta mucho cómo lo hace Armand Assante, creo que es su mejor papel. Lo de Anthony Quinn es otra cosa, es capaz de hacer cualquier cosa, cualquier papel, de cualquier tipo, de todo.
Le falta el código moral que pretende reclamar. Lo dice mucho, pero a diferencia de otras películas como el Padrino, por ejemplo, no lo muestra con el diálogo o las actuaciones. No se trata de pregonarlo, sino de mostrarlo. Hay algo repetitivo, sabido, algo que cuadra mal con la sutilidad de la mafia, con lo que es.  
Parece ser que fue su exceso de protagonismo lo que le perdió, su ostentación, su gusto por lo llamativo, por los titulares de prensa, la arrogancia del que se cree impune, del que intuye que no le van a coger en ninguna de sus fechorías.
El director es Robert Harmon, especializado en películas para la televisión. Me gustó Ike: Desembarco en Normandía (2004), me pareció muy bien hecha, muy realista.

§ 1.779. Evasión en Atenea (George P. Cosmatos, 1979)

Producto muy trillado, con pretensiones y un buen cartel de actores que no consigue imponerse a la mediocridad que se le supone al director de alguna que otra mediocridad como Muerte en Roma (1973), El puente de Cassandra (1976) y Tombstone (1993). Aunque todas ellas tienen algo que recordar. Muerte a Marcelo Mastroiani, El puente por una de las últimas películas del animal más bello del mundo, y Tombstone por... no sé por qué.
La verdad es que el tema es atrayente, y mucho. Escape de campos de concentración nazi, búsqueda de reliquias griegas, buenos actores y actrices: Roger Moore como nazi de buen corazón, Telly Savalas en lo suyo, David Niven como militar americano,  Stefanie Powers como la guapa, Claudia Cardinale como la prostituta que ayuda a la resistencia, y una intervención de William Holden...
Pero no es especialmente interesante.

lunes, 23 de diciembre de 2019

§ 1.778. La jungla: Un buen día para morir (John Moore, 2013)

Quizá hay que verla desgajada de las otras anteriores, especialmente la primera y tercera, las mejores de las todas, las dos de un director realmente interesante, con otras cosas también buenas.
Rusia, policía americano, 90 minutos, superhéroe califragilísticoespiralidoso, qué puede salir mal...
Qué cosa más horrorosa.

§ 1.777. Rapsodia en agosto (Akira Kurosawa, 1991)

Color. También era un maestro del color. El tratamiento del color rojo seguro que tiene una significación que se me escapa, pero es el centro visual del comienzo de la cinta.
El respeto a las tradiciones, la visión de una anciana sobre su propia vida. La diferente perspectiva generacional entre una abuela y sus nietos sobre la vida en general y sobre el pasado en particular.
La bomba nuclear en Nagasaky y sus secuelas devastadoras durante décadas en al población civil. No sólo desde el punto de vista físico, sino principalmente emocional, como un elemento de reflexión sobre el recuerdo de lo que fueron.
No hay un juicio moral, ni siquiera una crítica social o política. Es algo que se vive como inevitable.
Los niños quieren saber qué ocurrió, y se debaten entre el nuevo odio a los americanos por lo que ocurrió y la asunción de la realidad inapelable.
La abuela cuenta historias, recuerdos mezclados con fantasía, idealizando parte de sus vivencias y soterrando aspectos y circunstancias que acontecieron hace años. El olvido forma parte de las perspectiva actual de las cosas. No hay recuerdo sin olvido.
El punto central de la película es el recuerdo lo que fue, lo que aconteció. Y, en segundo lugar, lo que pudo haber sido. No es una mirada melancólica, es que el pasado lo es. Es una mirada retrospectiva a un pasado que, en sí mismo, es melancólico. Hay dolor y emoción, pero no resentimiento.
El ojo destructor, el resplandor de la bomba, el hongo de calor, gas y radiación mortal que destruyó 80.000 vidas en tres segundos y cambió el mundo para siempre, tanto el civil como el militar. Nada volvió a ser como antes. La inocencia se perdió para siempre.

§ 1.776. J.F.K.: Caso abierto (Oliver Stone, 1991)

Película compleja, difícil y muy comprometida. Conocida la historia lo interesante del tema es la capacidad que tiene el director de mostrarte los retazos de la verdad poco a poco para organizarte los episodios fundamentales de la historia.
La vía cubana, la teoría de los tres tiradores, la disidencia de Lee Oswal a Rusia, la muerte del asesino de Oswal. 
Parece, por momentos, una serie con varios capítulos. Es de una densidad tremenda, multitud de datos, personas, hipótesis.
Hace años que la vi y me pareció magnífica. Ahora, algo más de cine visto, simplemente me parece una buena película.

domingo, 22 de diciembre de 2019

§ 1.775. Dersu Uzala [El cazador] (Akira Kurosawa, 1975)

Esta película fue el regreso de Kurosawa, después de alguna años sin rodar, al parecer por una fuerte depresión que padeció. Es un canto a la naturaleza, a la supervivencia, a la amistad, a los espacios abiertos y al silencia, al convivir con la naturaleza sin ofenderla, sirviéndose de ella con la necesaria y justa invasión que permita su supervivencia ara futuras generaciones.
Es una producción rusa y se nota, me recuerda algo a Tarkovsky, con esa lentitud tan suya, tan característica, midiendo los tiempos, regodeándose en los planos y en las imágenes. Ambos son directores muy visuales, con potencia inusitada. Una fotografía, en este caso, también en el del ruso, muy singulares, atrayente, limpia y visual pero no intromisión, no es ese color del cinemascope que te hace daño a los ojos. Es más el color de la gama de los ocres, no de los azules. 
La película se basa en las memorias de Vladímir Arséniev (1872-1930) en 1923 sobre Dersú Uzalá, un hombre de la etnia hezhen que acompañó a sus hombres durante varias expediciones por la región siberiana de Sijoté-Alín (Wikipedia).
Se rodó en la Taiga siberiana, que es donde acontece la películas. Un sitio espectacular, precioso. Tan bonito, o más, que el Oeste americano. Otro tipo de paisaje, naturalmente.
Película en dos partes, claramente diferenciadas. La primera se desarrolla en 1902, la segunda en 1907. Además duran prácticamente lo mismo las dos, 70 minutos cada una.
No es amistad realmente lo que tienen el coronel del ejército ruso y Dersu. Es otra cosa, es solidaridad entre gente del bosque, obligación o incluso deber. Es empatía por el otro que vive en el bosque, aprecio por el género humano, sea quien sea éste, chino, ruso, o Gold, como es el caso de la tribu de Dersu.
Muy poética, sensible y profunda. Excelente película. Magníifca pueda en escena y estupendo desarrollo.
Me encanta Kurosawa, todo en él tiene sentido. Tanto los movimientos rápidos de los Samurais, como la lentitud de movimientos de esta cinta. Es un director muy completo, con una filmografía inmensa en calidad y cantidad.

§ 3.405. Tristeza de amor (Eduardo Mallorquí, 1986)

  Recuerdo algunas noches cuando se emitía la serie y me quedaba a ver algún capítulo. La música es preciosa, la canción en realidad.  Vista...