miércoles, 17 de julio de 2019

§ 1.678. La hora de las pistolas (John Sturges, 1967)

Sinceramente me aburre el tema de Wyatt Earp y Doc Hollyday en el Corral OK. Es una temática que me cansa. No me llega, no le veo el fondo moral por ninguna parte. No sé me parece que cada director pretende darle una importancia a algunos aspectos particulares, siendo, en el fondo una historia diferente cada vez. Además es el segundo acercamiento de Sturges a esta temática, porque años antes había rodado Duelo de titanes (1957), que la recuerdo magnífica aunque muy corta.
Más allá de la temática, conocida en el fondo, lo bonito del cine es su forma, cómo se narran las cosas. Y esta está muy bien narrada. Además de la gran dirección de Sturges destacaría las actuaciones de James Garner y de Jason Robards. Ambos le dan una seriedad algo mayestática pero con pedigrí, con Glamour, con clase. Muy metidos en su papel hacen una obra coral interesante. Los dos se potencian y se complementan.
Los sesenta no fue una buena época para los Wester, ya decaídos. Nuevas formas de Oeste se imponían, los Espagueti Wester en todo su apogeo, principalmente.
El problema principal de la película, el motor que la mueve y la razón que explica gran parte de su éxito es la lucha por imponer una Ley Nacional sobre una local.
Se deja ver, está bien rodada, tiene un metraje razonable y un resultado muy logrado. Me ha gustado mucho, aunque la nota que ponen en Filaffinity no sea brillante.

viernes, 12 de julio de 2019

§ 1.677. El caso Bourne (Doug Liman, 2002)


No es que me guste mucho, pero Rodrigo necesita alimento de todo tipo... ...incluido éste, que es muy proteico pero poco alimenticio...!!!

miércoles, 10 de julio de 2019

§ 1.676. Una pistola al amanecer (Jacques Tourneur, 1956)

Entretenida película del oeste de un grande del Cine Jacques Tourneur.
Dos mujeres impresionantes: Virginia Mayo, y Ruth Roman, y un galán que por aquellos momentos despuntaba pero que, en realidad, nunca llegó a gran cosa: secundario de cintas de guerra, habitual en las del oeste. Poco más. Mayo y Roman son otra cosa, dos grandes de verdad. 
La trama es algo confusa, y poco verosímil, pero funciona. Oro en minas del norte explotada por un sureño antes de que estalle la Guerra Civil. En 1861, en un ambiente caldeado por la división entre Norte y Sur.
Las historias de amor cruzadas entre el protagonista y las dos mujeres hacen difícil seguir la historia con naturalidad. 
Tournier es sólido, capaz, efectivo e impactante. Sus películas siempre funcionan. Hasta ahora he visto suyas: 
- La mujer pantera (1942)
- El hombre leopardo (1943)
- Yo anduve con un zombie (1943)
- Días de gloria (1944)
- Noche en el alma (1944)
- Tierra generosa  (1946)
- Retorno al pasado (1947)
- Berlín Express (1948)
- El halcón y la flecha (1950)
- Círculo de peligro (1951)
- La mujer pirata (1951)
- Martín, el Gaucho (1952)
- El jinete misterioso (1955)
- Una pistola al amanecer (1956)
- Al caer la noche (1957)
- La noche del demonio (1957)
- Los intimidados (1958)
- Tombuctú (1959)
- La ciudad sumergida (1965)
Entre ellas hay varias obras de arte y una decena de magníficas películas que pueden verse en cualquier tiempo y lugar.

martes, 9 de julio de 2019

§ 1.675. Tempestad en Asia (Robert Wise, 1953)

Inverosímil trama, pero al parecer totalmente real. Un destacamento de la marina es destinado al desierto del Gobi para recabar datos meteorológicos. Pero un ataque japonés destroza su campamento y los Mongoles de los que se habían hecho amigos huyeron. Su salvación es recorrer 800 millas caminando hasta el mar. Una patrulla de marines caminando todo el día por uno de los desiertos más cálidos del mundo.
Pero funciona. Porque se encuentran con el pueblo nómada que habían conocido con anterioridad. A ellos les habían regado 60 sillas de montar a caballo. Algo de lo que ellos carecían.
La Marina espera algo a cambio: un guía, suministros, y caballos para atravesar el Gobi. 
Funciona porque Robert Wise era capaz de hacer creíble cualquier cosa que se pudiera rodar. Era, sin duda, uno de los directores más versátiles de la historia del cine. Oeste, cine Negro, Musicales, de Guerra...
Y también funciona por Richard Widmark, que también es un actor versátil donde lo haya, y con un joven Don Taylor, que no estorba demasiado.

lunes, 8 de julio de 2019

§ 1.674. El beso de la muerte (Henry Hathaway, 1947)

Cine negro en estado puro. Una obra de arte del género. Seca, dura, directa, sin concesiones. Victor Mature como el clásico chico con mala suerte que no es capaz de rehacer su vida pero que no tiene mal fondo. Es un criminal por las circunstancias de la vida, no por maldad. No como Richard Widmark, que aquí representa al matón sádico llamado Tom Udo. Papel que lo borda, con esa frialdad tan propia que suelen relatar los tópicos al uso en el cine americano.
Brian Donlevy funciona muy bien como fiscal. A caballo entre el cine clásico y el antiguo supo bien mantenerse en la industria durante mucho tiempo.
Y qué decir de Karl Malden, probablemente uno de los mejores secundarios de todos los tiempos.
La chica que acompaña a Victor Mature es Coleen Gray actriz no excesivamente prolífica que hizo Rio Rojo con Wayne y Howard Hawks a los mandos. Después del suicidio de su mujer la chicha que ayudaba a cuidar a sus niñas va a verle a la cárcel.
Esta cinta marca el origen de muchas otras, un canon de cinta, tanto en el planteamiento como en el desarrollo: seco, duro, sin concesiones. 

§ 1.673. Dos cabalgan juntos (John Ford, 1981)

 
James Stewart y Richard Widmark forman una pareja de cine en una película mítica.
A mi me ha parecido magnífica. Tiene un fondo de ternura y amargura a la vez. Es contradictoria y cercana. La integración no siempre es posible. Los que querían que volvieran ahora no les quieren y los que regresaron no quieren quedarse. Es algo sumamente difícil de gestionar.
La dureza de la situación es analizada por Ford con algunas dosis de humor y socarronería.
Es una película muy mayor de Ford. Tiene todo lo que se supone en una suya, incluso música. Siempre hay música en las de Ford, con mayor o menor intensidad, pero siempre hay música.
A los indios no se les juzga. Son como son, no hay reproches hacía ellos. Secuestran porque son así, sin más, como cualquier otra cultura.
Lo que ocurre es que los que vuelven no se encuentra bien del todo, y los que querían que volviesen no les aceptan del todo. La integración es difícil, incluso en una película. Realmente lo que plantea es sencillo: ¿para qué volver si al final no quieren que vuelvan?
Tiene algo de frescura infantil, como en todo Ford.
La fuerza de voluntad de los dos que cabalgaron juntos. Puro coraje. La señorita Madariaga da una lección de convivencia como sólo Ford es capaz de conseguir, luego profundizado en El hombre que mató a Liberty Valance. 
Es una película magnífica, estupenda. Me encanta Ford, me encanta. Es un director simplemente maravilloso.

§ 3.405. Tristeza de amor (Eduardo Mallorquí, 1986)

  Recuerdo algunas noches cuando se emitía la serie y me quedaba a ver algún capítulo. La música es preciosa, la canción en realidad.  Vista...