sábado, 18 de mayo de 2019

§ 1.635. Los bajos fondos (Akira Kurosawa, 1957)

Galería de personajes miserables que entran y salen de una sórdida pensión de un Tokio suburbial. Un actor que fue y ya no es, una prostituta, un samurai...
Me recuerda a la estructura narrativa de La Colmena: personajes que entran y salen, historias muy breves que se acaban con el diálogo momentáneo. La pensión está regentada por un matrimonio que obliga a que los propios huéspedes, que viven todos en una habitación grande, con unas pequeñas cortinas a los lados que sirven de habitaciones, a barrer el suelo y mantener el orden.
Casi toda la película se desarrolla en una sola habitación, un único escenario que le da aspecto de obra de teatro. Con diferentes cámaras y distintos ángulos. Cuando sale de la habitación, que son muy pocos veces, es para mostrar un exterior cercano, o para que veamos otras casas similares a estas.
No sé muy bien qué quiere decir el director, más que mostrar el mundo sórdido y miserable. No hay una trama que guíe la cinta, que haga de estructura principal sobre la que se adornan otras menores. No hay un crimen, un amor, un trabajo, una venganza...
No es lo que más me gusta de Akira Kurosawa. Ni mucho menos. Pero es muy suya, con su Toshiró Mifune de siempre que, la verdad, lo mejor de su carrera lo desarrolló con Kurosawa. 95 películas, desde 1947 hasta 1995. Su debut con Akira fue El ángel ebrio, de 1948. Y a partir de hay intervino en todas las grandes del incontestable maestro del cine.

jueves, 16 de mayo de 2019

§ 1.634. Una vida por otra (John Farrow, 1953)

Una mas de vaqueros, no especialmente brillante, aunque por momentos entretiene.
Un reparto estelar para una director del sistema, de la industria, de los de siempre, un clásico de la dirección, reconocido y, tengo la impresión, muy querido. Anthony Quinn como el jefe de la tribu, como el 'masca' de una banda de forajidos que impone su ley del terror en la comarca. Su propósito es que ningún granjero se establezca, para poder así campar a sus anchas. Su teoría, bien vista es que con los asentamientos llega la ley y la justicia. Y conviene tener asilvestrada la zona porque es el manera más fácil de imponer su ley.
Su hermano Rio es Robert Taylor, un tanto hierático para el papel. Sofisticado y silencioso hermano del que manda, sometido a su hermano y sus caprichos. Se enamora de Ava Gardner (Cordelia) que está casada con Howard Keel, hombre que hizo fortuna y ha invertido en tierras para cambiar de vida. Viene del sur, ha acabado la guerra y tienen que buscar un lugar para vivir, un sito bajo el sol.
El animal más bello del mundo no destaca especialmente, pasa de puntillas por la cinta, con un papel se secundaria que no pega ni con su carácter ni con su físico, ni con su personalidad, ni con todo lo que de ella hemos sabido con los años, vida turbulenta, amores emborrachados y soledad etílica antes de un final decrépito y desdeñoso de su pasado de estrella inconmensurable de la pantalla, una de las más enormemente grandes...
No pasa de ser una cinta de acción, sin más. Su mensaje no es especialmente sofisticado, ni las interpretaciones tienen marchamo alguno de calidad, no destacan de otras tantas. Una el Oeste para ver y olvidar, puro consumo de cine, como tantas otras cintas.
Un metraje contenido en 90 minutos exactos, sin grandes créditos al final. Una película para ver en sesión doble los domingos en el cine de barrio en el medio oeste americano.

miércoles, 15 de mayo de 2019

§ 1.633. Escándalo (Akira Kurosawa, 1950)

Siempre sorprende, Kurosawa siempre tiene algo que decir.
Un drama envuelto en un pleito judicial por una fotografía que sirve de justificación para un artículo falso de un periódico sensacionalista.
El abogado que ha perdido su fe en la vida con una hija en cama por tuberculosis es patético, y a la vez tierno. Un hombre derrotado, que pretende redimirse de sí mismo y de su destino con el pleito que entabla un pintor al que, casualmente y sin relación amorosa entre ellos, le han sacado un fotografía con una cantante de ópera. Ella no quiere demandar al periódico, esa clase de publicidad no le conviene, pero el pintor está decidido, cree que tiene razón, y va a ir a por todas... si es capaz de empedrara al abogado, que huye de él cuando va a verle.
Comprende que no es capaz de ganar el pleito él solo. Pero va al velódromo a encontrarse con el editor del periódico que le ofrece dinero para apostar, que él acepta. Tiene que convencer al pintor de que no puede ganar el pleito sin la intervención como demandante de la cantante. Ella parece que empieza a dudar de su abstencionismo en el tema, y comienza a vislumbrarse una posturas distinta, más proclive al pleito.
El papel del abogado es dramático, tétrico. Trabaja, en realidad, para las dos partes, y no sabe cómo salir del juego peligroso en el que se ha embarcado.
La cinta no tiene esa visualizad tan radical de otras películas suyas, no expresa esa potencialidad tan enorme, ese algo suyo tan propio, que nadie tiene, y que no soy capaz de expresar.
La película es buena, pero no es de lo mejor suyo.
Para mi, de todas las que he visto, me quedo con las siguiente: El ángel ebrio (1948), Duelo silencioso (1949), Vivir (1952), Los siete samurais (1954), Yojimbo (1961) y Ran (1985).
Me faltan de ver algunas otras suyas clásica, pero como todo en la vida... despacio, con calma, no se pueden ver obras de arte todos los días, porque el gusto se acaba deformando.

martes, 14 de mayo de 2019

§ 1.632. El secreto de Anthony Zimmer (Jérome Salle, 2005)

Debut cinematográfico de un director desconocido para mi. Sólo tiene ocho películas, y esta es la mejor valorada en Filmaffinity, que es un criterio tan bueno como cualquiera.
Un comienzo sorprendente, que no sabes a dónde conduce ni por qué, pero que augura sensaciones diferentes, fuertes. 
Chica espectacular, interpretada por una guapísima Sophie Marceau espera a alguien en una estación, probablemente al señor que da nombre a la película, y recibe una carta, probablemente de él, que le dice que aborde a un hombre, a cualquier hombre en ese momento...
Ese hombre Anthony Zimmer es, al parecer, un delincuente profesional, de cuello blanco, estafador profesional, perseguido por un policía singular algo obsesionado con él.
Acción a raudales y, sobre todo, intriga porque no sabes porque persiguen a ese pobre hombre, que, evidentemente, le han confundido con otro, con el auténtico Zimmer. Ella le regla un reloj IWC (parece el navegador Portugués  que él lleva siempre, y eso puede ser una clave de la película...
Decae un poco cuando las escenas de acción van dejando paso a algo más de contenido. Naufraga. aunque la incógnita de sabe por qué le persiguen es la clave del asunto, lo que mantiene viva la película.
Unos rusos que se dedican a resolver 'problemas' están por el medio de la cinta, complicando y haciéndola más entretenida.
Aunque está llena de tópicos se deja ver y no aburre, no se hace larga, ls virtudes de un metraje contenido.

lunes, 13 de mayo de 2019

§ 1.631. Cumbres borrascosas (William Wyler, 1939)

Dicen que era la película preferida de Luis Buñuel. Y no me extraña. No me extraña nada. Me parece una obra de arte. Un guión perfecto, una sensibilidad muy bien conseguida y explotada sin caer en la sensiblería. No es un melodrama, no es algo almibarado. Es verdad, es real, sucede... y las personas que lo viven se manifiestan como en la película.
La libertad de querer como se quiere cuando se quiere. Encontrar en la mirada del otro algo propio, algo nuestro, algo de los dos. No hace falta tener mucho para querer. Es más, hay gente que no tiene nada y quiere. Y lo hace con normalidad, con alegría, con emotividad, con sinceridad.
Merle Oberon está soberbia. Con una luminosidad en la cara que sólo tienen las auténticas estrellas de cine, aquellas que lo son de verdad, aunque, como es su caso, sufriera un accidente que le deformara la cara. Ella es feliz en la roca, cuando el mozo de cuadra le dice que es una princesa, aquella situación que recuerda su infancia. Pero la tensión por David Niven y el mondo que le ofrece es superior a su serenidad con su amor de infancia. Es una tensión que desarrolla muy bien la película, y que los tres personajes labran como si se tratase de orfebrería.
La oferta de matrimonio le provoca una convulsión en su interior. Es algo a lo que no puede negarse. Y a la vez se niega. Pero el mozo oye lo que dice a la criada, sobre la proposición de matrimonio y se da cuenta que no puede casarse con él. Corre tras de él en una escena maravillosa con lluvia intensa que le empapan las ropas. Impresionante...!!!
Se cumplen todas las normas del drama: casorio con poco amor pero mucha serenidad, fortuna en américa del mozo que vuelve y compra Cumbres Borrascosas para ser vecino de su novia de juventud y su nuevo marido. La aparición de la hermana el marido de la niña que fue complica las cosas todavía más.
Lo de Sir Laurence Olivier es de matrícula de honor. Es capaz de desarrollar un personaje con una profundidad emocional realmente impresionante. Principe y mendigo, varonil y arrogante como todo hombre clásico podía ser, pero dulce y suave con la ternura del hombre que se ve perseguido por un amor que le consume, que le tortura y le da veneno y, a la vez, vida y energía. 
La película es de 1939, una cosecha impresionante: Lo que el viento se llevó, La diligencia, El mago de Oz, Ninotcha, Caballero sin espada, La solterona, Los violentos años veinte, Huracán, etc. Pues bien, en algunas de esas 'listas' colocan a esta cinta en el número 68. Es impresionante el ninguneo que se ha tenido históricamente con Wyler. Director más que solvente, más que maestro. Él es el cine. Siempre pensé que Willer era el imprescindible, Lang el enérgico, Preminger el elitista, Sirk el sentimental y los americanos los que conocen el asunto... pero Wyler es otra cosa: es "el imprescindible".
Me parece una película estupenda, una obra de arte. Lleva razón Luis Buñuel, es una obra de arte.

domingo, 12 de mayo de 2019

§ 1.630. Corazones indomables (John Ford, 1939)

En 1939, el año de "Lo que el viento se llevó" el señor Ford hizo tres cintas: Corazones indomables (1939), La diligencia (1939), y El joven Lincoln (1939). Casi nada...
Las otras dos me parecen espléndidas, sobre todo La diligencia, aunque he de reconocer que El Joven Lincoln me gustó más de lo que decían las críticas. Algo pastelosa, pero me gustó.
Esta me ha encantado. Me parece un retrato bastante fiel de la época. Ford, nada correcto, mejor dicho: políticamente incorrecto trata algunas cuestiones relacionadas con el género con especial crudeza. No es lo de la Taberna del Irlandés, pero se le parece bastante.
La lucha de los colonos americanos, los auténticos patanegra, por sobrevivir en un ambientes hostil, con indios por un lado e ingleses por otro. Luchando para conquistar la independencia de la metrópoli pero necesitando espacio -el que le robaban a los indios- para edificar su propia identidad.
Es espíritu colaborativo entre los colonos está muy bien expresado. Probablemente el espíritu americano, el auténtico espíritu Yanki sea eso: empezar todos a la vez, dese cero, contra todo: el clima, los enemigos exteriores, los interiores: indios e ingleses. "No mires atrás" le dice del a ella cuando abandonan sus tierras cuando llegan los indios... y se dirigen al Fuerte.
El tono épico de su lucha, la resiliencia, la fortaleza interior, el ser capaz de volver a empezar de nuevo, sin quejas, sin lamentos. Sabiendo que hay que hacer lo que hay que hacer. Todo queda arrasado por el fuego, pero hay que empezar de nuevo, otra vez, con la misma energía, la misma fuerza e idéntica determinación.
Me llama la atención la normalidad con la que muestra cómo se arma la población civil, de qué manera constituyen un -pretendido- ejército regular para defender lo suyo. El porte de armas viene de esa época, y sólo se explica conociendo estos pormenores.
Ford no es un director moral. No pretende exponerte una realidad con la que darte doctrina, mostrarte aspectos épicos o heroicos. Simplemente te muestra lo que es. Sin más. Te dice: esto sucedió así, y nada más. Eres tú, el espectador, quien tiene que formarte su propio criterio. Te obliga a pensar. No te da soluciones, te muestra preguntas. No te resuelve la historia, tiene tú que comprenderla, aprender a conformarla... A veces es difícil de ver, otras no tanto. Esta no es demasiado difícil, he visto cosas más complicadas de Ford en cuanto la mensaje. Ford Apache, por ejemplo, es muy más sutil, más dificultosa...
Hay una escena capital, cuando se emplean para una señora mayor y él le pregunta si ella es de los nuestros. Ella responde: no tengo ideas políticas, las mujeres no debemos tenerlas, pero mataría por esta granja, a cualquier inglés o indio que quisiera arrebatármela. Ergo: sí de "los nuestros".
Los actores son de nota. Claudette Colbert, que figura antes que  Henry Fonda en los títulos de crédito borda su papel. El propio Fonda, en una de sus primeras colaboraciones con el maestro también está bien. Más joven que ella. De los secundarios me ha llamado la atención la presencia de Ward Bond, todo un clásico en las cintas de Ford.
El color de la película es estupendo. Probablemente esté coloreada porque la intensidad de los colores es notable. Las otras dos de ese año eran en blanco y negro.

§ 1.629. El premio (Mark Robson, 1963)

Extraordinaria película. Magnífica. Todo funciona, la ironía del premio de literatura, la belleza de la chica sueca, el erotismo de la sobrina del premio de física... Tiene un guión estupendo, unos diálogos inteligentes, personajes muy bien caracterizados... Un resultado magnífico... si lo hubiera rodado Alfred Hitchcock diríamos que es una obra de arte. Es un tributo a "Con la muerte en los talones", que, para curiosidades del séptimo arte duran exactamente lo mismo... ...136 minutos. "Con la muerte..." es de 1959, esta es de 1963. Lo interesante de todo esto es que "Cortina rasgada" es de 1966... tres años después de esta cinta, y es evidente que tiene conexiones más que interesantes... El escenario, el barco, la salida del barco...
Todo funciona, es magnífica. El borracho capaz de enamorar a la mujer del químico, a la chica de la embajada, y a sobrina del premio de física. Todo en un ambiente sofisticado, suave... ...con un ligero toque erótico que hace la película muy agradable.
Es excelente. Para mi tiene un 10.

§ 3.405. Tristeza de amor (Eduardo Mallorquí, 1986)

  Recuerdo algunas noches cuando se emitía la serie y me quedaba a ver algún capítulo. La música es preciosa, la canción en realidad.  Vista...