martes, 1 de octubre de 2024

§ 3.515. El gato montés (Ernst Lubitsch, 1921)

 

Supongo que en su momento debería ser una auténtica revolución ver imágenes en movimiento, fotografías móviles. 
Y lo entiendo. Pero la gracia de las películas habladas es otras cosa. 
La exageración en la exposición temática es el punto fuerte de esta película, de todas las mudas, en realidad. El chico guapo que enloquece a todas lasa mujeres es una gracia, y el bribón contrabandista otra. Buena mezcla de estereotipos, bien definidos que funcionan a la perfección.
Algún guiño Lubitsch sí puede apreciarse, al principio, cuando le preguntan: - ¿Dónde has estado? - En el cine.
Como cuándo el jefe de los militares está comiendo y entre un subordinado que le dice: - Los ladrones. Y él se esconde debajo de la mesa. Son actos o diálogos que guardan una contradicción grande entre sí y eso provoca ese efecto entre comido y melodramático. 
Es interesante ver películas mudas. Son mucho más entretenidas de lo que parece. He visto verdaderas obras de arte, cintas maestras. Esta no me lo parece. Se deja ver, tiene garbo y chispa, pero no es una "gran" película muda. 

lunes, 30 de septiembre de 2024

§ 3.514. Pan Tadeusz (Andrzej Wajda, 1999)

Cine histórico polaco. Tremendamente trabajado, muy logrado en su ambientación, lo que se llama diseño de producción, con detalles muy cuidados, unos diálogos trabajadísimos y una música épica muy apropiada. 
Una especie de "Romeo y Julieta" polaco. Dos familias, dos visiones de la sociedad y de la política, prorusa y propolaca. Dependiente o autónoma.
Cine delicado, sereno, con ese punto teatral que tanto gusta a los buenos aficionados.
El color es magnífico, y el uso de algunos planos y movimientos de cámara son muy bonitos. El reflejo constante de la cámara en el agua, los decorados naturales sobrecargados de naturaleza, verdosa y boscosa, salvaje e incluso peligrosa. 
El jardín como elemento central de la casa, con su colores, sus olores, sus formas y su espacio.
Los actores funcionan de manera algo teatral , con movimientos algo estereotipados, y emociones impostadas, pero dan con el tono de la cinta. 
No es, aunque la carátula bien pudiera infundir a engaño, una película de guerra clásica del XVIII, sino la historia del enfrentamiento de dos familias, con sus tristezas, sus celos, sus pasiones, sus deseos, sus pretensiones, sus realidades. 

viernes, 27 de septiembre de 2024

§ 3.513. Horizon: An American Saga - Capítulo 1 (Kevin Costner, 2024)

 

Bueno. Pues tenía muchas ganas y no me arrepiento de ello. Me gustan las películas del Oeste, los Western, es, junto con el cine negro, los géneros que más me gustan. 
Pretende crear una epopeya clásica sobre la conquista del oeste, sobre el expansionismo americano a mediados del siglo XIX, el último tercio más concretamente.
Colonos en Monumet Valley y en Montana, historias que corren paralelas en donde se muestra la brutalidad y las dificultades que conllevaba la colonización. Pero no sé qué me he perdido en el tránsito de los hombres de Montana a Monumet Valley... porque no cazo cuándo ni dónde..., ni por qué. Quizá alguna explicación retrospectiva no hubiera venido del todo mal. 
Los indios, naturalmente, no se dejaban colonizar, luchaban por su identidad y por su territorio. No todo -quiere decirnos el director- es tan bonito como nos lo pintaban. 
Es intensa, por momentos funciona, pero no me parece, en términos generales, una obra mayor. Es buena, muy recordable, atractiva e intensa. Pero algo pesada. No densa, sino pesada. Lo que pretende no es sólo que ya no se lleva, es que, no es el momento para hacer estas cosas. Es una obra mayúscula, pretenciosa, mayor, "epopéyica", "odiséica". Monstruosa en sus pretensiones, inabarcable en su desarrollo, incierta en su resultado. Son dos An American Saga ocupan más de 370 minutos, muchas horas. 
Las imágenes son bellas, monumentales. Muy buena fotografía, colorida, pero no saturada. 
La música acompaña hasta cierto punto. Es de John Debney. No consigue el tono adecuado. Supongo que en una sala de cine, totalmente a oscuras, a todo trapo el sonido puede impactar, pero no me ha llegado mucho. Los momentos líricos están mejor apegados a la pantalla que los épicos. En todo caso es una banda sonora importante, que quiere decirme cosas, que puede oírse por sí misma, que está ideada no sólo para acompañar sino para pertenecer, no sólo sirve a las imágenes, las intensa completar y engrandecer. 
Tiene hechuras más de serie que de película. Los personajes se presentan con cadencia, a veces sin conexión excesiva con la trama central. Esperas su conexión pero no parece llegar. Por momentos las historias no parecen conectarse bien, no estar bien cerradas. 
Está muy bien, pero me parece menos redonda que Open Range (2003), que me parece de largo su mejor película. 

jueves, 26 de septiembre de 2024

§ 3.512. Bobby (Emilio Estevez, 2006)

 

El propósito es loable, el tratamiento quizá no sea el adecuado, y el resultado final es mejorable. 
La idea de mostrar cómo vivieron el asesinato de Bobby Kennedy  un rosario de personajes de distinta condición y pelaje es interesante, pero más propio de una serie de televisión que de una cinta para pantalla grande. Pierdes el hilo con facilidad, no te centras en la historia y, sobre todo, el asunto principal queda bastante diluido en un mar de datos, planos, personajes, e historias que a nadie importan, o importan poco.
Está bien rodada, la ambientación es perfecta -no es vano era su época- y tanto el color como el sonido es muy bueno. Técnicamente está muy bien, pero le falta algo de punch para impactar con fuerza.

miércoles, 25 de septiembre de 2024

§ 3.511. La clave de la cuestión (Hubert Cornfield, 1962)

Una película muy atrevida para su época. Racismo en estado puro. Tratamiento médico y transferencia de pensamientos entre paciente y médico. 
Me recuerda, además bastante a Un rayo de luz (Joseph L. Mankiewicz, 1950), aunque esta es peor que aquella. Sin duda alguna. Al menos a mi juicio. 
La sensación de racismo en vena e irracional, heredado y atávico está mucho mejor expresado en la de Mankiewicz. Aquí la actuación racista es más gruesa, más grosera, menos sutil. Más dedicada a subrayar los aspectos más sórdidos de la cuestión.
El retrato psicológico del enfermo está bastante bien trazado. Y el recurso a explicar algunas cosas mediante imágenes superpuestas es interesante y efectista. 
Sin embargo cuando se mezclan las épocas del niño cuando ya es mayor no funciona como recurso interpretativo. 
El duelo interpretativo entre un ya muy conocido Sidney Poitier y Bobby Darin, que era más cantante que actor, aunque hizo unas cuantas (pocas) películas. Quizá no llegó a explotar su vena dramática, quizá no funcionó en taquilla, quién lo sabe...
Buena película, bien narrada, interesante y efectista. Me ha gustado.

martes, 24 de septiembre de 2024

§ 3.510. Rio arriba (John Ford, 1930)

 

El encanto de ver una John Ford nunca se pierde. Pero ésta no es una obra maestra. Ya había rodado cosas mejores que esta, sin duda. El interés de ver la única cinta que unió a Humphrey Bogart con Ford. Interesante Spencer Tracy, que sí trabajó con Ford en otras películas, alguna muy célebre. Me llama la atención que también está Ward Bond en un papel muy pequeño. Ya en la tribu de Ford, desde el principio prácticamente hasta el final.
La chica se llama Claire Luce, y tiene algo que me recuerda a Silvia Sidney, esas sutileza en los movimientos, el cuerpo menudo, esa forma grávida de moverse con unos ojos enormes que mantiene abiertos como si todo en la vida fuera una sorpresa para ella. Ésa fue su primera película y sólo rodó otras tres más y una serie. Poco bagaje. 
Tiene un tono ligero, prácticamente de comedia, que no se ajusta a la trascendencia que suelen tener los personajes de Ford. Personajes muy hieráticos, inmóviles, espasmódicos por momentos, nada sutiles y poco dados a la singularidad. Son retratos bastante bastos y groseros de 'fenotipos' de comportamiento.
No me parece una gran obra. Un Ford pobre, cuando todavía no era lo que fue, pero cuando ya sí había rodado cosas realmente potentítimas.


§ 3.509. Sansón y el tesoro de los Incas (Piero Pierotti, 1964)

 

Clase media (baja) italiana de los años sesenta. Poco que esperar, más allá de una historia más o menos digna del oeste, con el clásico tratamiento de spaguetti western. Tramas sencillas, identificaciones simples de buenos y malos, tratamiento neutro, color y algo de bondad trasnochada alrededor de una historia de amor que no se sostiene. 
Un poco larga para tan poca sustancia. Como a muchas películas, le sobre metraje. Llena de tópicos, escenarios edulcorados, y escenas simplonas y poco edificantes. El bueno, el malo, la chica, las peleas, el oro naturalmente, y esos saturados escenarios que igual servía por la mañana para rodar una del oeste de Serie B, como esta, y por la tarde una comedia de situación del oeste. 
Mala, mala.

§ 3.556. El orgullo de los marines (Delmer Daves, 1954)

John Garfield y Eleanor Parker, una pareja absolutamente brillante, sobre todo ella. Él tiene una fisonomía más normal, unos cánones de bell...