lunes, 5 de mayo de 2025

§ 3.810. La condición Humana III. La plegaria del soldado (Masaki Kobayashi, 1961)

No me cabe duda de que Kibayashi era un pacifista, y que pretendía en sus películas, especialmente en ésta, no tanto en Harakiri, exponer ese ideal al crisol más fuerte al que se le puede someter a ese ideal. Ser pacifista es una cosa, muy loable, serlo en un campo de concentración, en una guerra y en una huida de una guerra y una derrota es otra cosa, más dura y más difícil.
Además, esta última parte comienza cometiendo el protagonista un asesinato. Es cierto que para poder huir, pero es un acto contrario a su ideal. Por eso sus reflexiones sobre sí mismo tienen un nivel de profundidad sobre esta temática que no se aprecian en las otras dos cintas. 
La que más me ha gustado ha sido la primera, porque es la que sitúa toda la historia, presenta los personajes, muestra los ideales y conforma la iconografía de toda la epopeya.
El viaje a pie que emprenden es, en realidad, un viaje interior hacia el desencanto personal. Por la guerra, por la violencia, por el rechazo de sus propios compatriotas, por el comunismo, por el ejército, por la solidaridad humana... poco queda después de tanto sufrimiento del yo interior que inició el protagonista dos películas atrás. 
O quizá sí, sí queda algo de dichos ideales. Probablemente la respuesta a su plegaria es un encuentro con sí mismo al final del peregrinaje: todo merece la pena si te reencuentras con tu amor. Es ese sentimiento el que libera de manera catárquica al ser humano. Lo que justifica su existencia y lo que le dignifica en la tierra. Se es más hombre, en definitiva, si se ama. 
Una cambia cuando debe matar o morir.

domingo, 4 de mayo de 2025

§ 3.809. La condición humana II: El camino a la eternidad (Masaki Kobayashi, 1959)

 

Los perros de la guerra. El horror del campo de concentración en la primera parte, la bestialidad de la guerra en la segunda. Retrato descarnado, salvaje y sin pudor ni reparo sobre el funcionamiento interno de un ejército por dentro. A la brutalidad de la contienda, del enemigo, de las circunstancias del combate y del conflicto, hay que sumarle la sinrazón interna, el desprecio por la humanidad y todo lo que tiene que ver con valores cívicos, pacifistas, sensibles. sociales. No se sabe qué es más peligroso, si el enemigo o los oficiales del propio ejército. 
Como película no funciona si no se ha visto la primera parte. Pero como continuación es un retrato vitalista de una vida mísera en una guerra sin sentido que el Japón tenía perdida desde siempre, desde antes de empezar. Toda la ritualidad, todo el boato, toda la ceremonia y pompa, todo el argumentario artificioso solo tiene un propósito: mantener el poder militar aunque éste no sea necesario.

§ 3.808. La condición Humana I. No hay amor más grande (Masaki Kobayashi, 1959)

Como obra conjunta no puedo hacer todavía un juicio crítico, tengo que esperar al final del tercer volumen para apreciar en toda su magnitud la trascendencia de la película. 
Esta primera parte está teñida de dos matices: un profundo antibelismo y una idea socialista de la producción y de la organización del trabajo. 
Del director vi hace tiempo "Harakiri" que se rodó después de esta trilogía, y me deslumbró. Me pareció colosal, magnífica y verdaderamente una obra de arte.
Esta cinta tiene las misma hechuras, los mismos mimbres. Planos abiertos, a media altura, no desde el suelo como Ozu, nítidos, firmes, sin movimientos -tráveling, zoom, etc.-, con un cierto planteamiento teatral.
Tiene mucha más trama de la que parece a primera vista, pero todos los escenarios son propicios para proyectar en la práctica las ideas teóricas de un socialismo humanitario y colectivista dirigido a la supervivencia del género humano y la superación de las canciones miserables de vida en la que la clase explotada se encontraba, principalmente prisioneros de guerra (extranjeros) y políticos (nacionales).
El protagonista absoluto lo interpreta Tatsuya Nakadai, actor mítico del cine japonés que ya actuó en otras cintas de Kurosawa. Al parecer un actor muy reconocido, mítico en el cine japonés.
Desde un punto de vista meramente histórico, Japón ha tenido que se un país tremendamente belicoso y guerrero. Muy apegado a una vida marcial muy marcada que inunda toda la sociedad y sus relaciones, a veces excesivamente jerárquicas. Por otro lado la penetración de las ideas sociales del pensamiento marxista, en cualquiera de sus variantes, tuvo que encontrarse con dificultades enormes.

sábado, 3 de mayo de 2025

§ 3.807. Furia del trópico (André De Toth, 1949)

Me ha gustado mucho. En realidad es que me encantan este tipo de películas de cine negro, actoress conocidos, tramas desgarradoras desde el punto de vista emocional. En este caso, además del Richard Widmark la cámara se enamora de una de mis actrices favoritas: Linda Darnell, participando también una Veronica Lake sin el ricito característico que la hizo tan famosa y tan imitada por mujeres de medio mundo, especialmente americanas.
Triángulo amoroso, cuentas pendientes, amores imposibles y alto de acción. Un metraje muy comedido y escenas de aviones en el mar. Un buen resultado. Me ha gustado, pero es que este tipo de películas me gustan mucho.

§ 3.806. Rebeldes en Canadá (Amando De Ossorio, 1965)


Hay que ser valiente para meterse en este "berenjenal". Una película en el Canadá, con tramperos, soldados vestidos de rojo, fuertes, indios, y chicas sensuales que cantan en francés. 
Venganzas familiares, prados, espacios abiertos, deberes que cumplir que van más allá del honor, de la lealtad y de la propia existencia. 
No le sale del todo mal, quiero decir que el resultado no es desastroso del todo, pero queda lejos de ser una gran película. Es una especie de Spaghetti Western en su tratamiento, pero una película de aventuras en el fondo. Una opción arriesgada, con un metraje civilizado que seguro que fue un fracaso absoluto en taquilla. Actores no muy conocidos, un guión tan básico que da pena y escenas que no tiene mucha sintonía con otras del plano siguiente.
De todas las películas de De Ossorio, ésta quizá sea la más peculiar. Un clásico del Fantaterror patrio que aportó cosas en su momento, pero que naufraga con mayores alturas. No aguanta ni siquiera el metraje. Y eso que es corto. Son tópicos típicos, escenas de rellano, y argumento colaterales sin demasiado sentido y consideración. 
No me ha gustado especialmente.

viernes, 2 de mayo de 2025

§ 3.805. Lo desconocido (Leslie Norman, y Joseph Losey, 1956)

Una cinta horror de Serie B británica. Con participación en la dirección, al parecer, de Joseph Losey, un director que me gusta mucho.
Cómo y por qué llega a la dirección de esta obra, y de qué manera se hace cargo Leslie Norman es una circunstancia que no conozco. La Wikipedia algo dice, pero no me aclara demasiado. Al parecer la empezó Losey y más tarde la abandono. Estaba bajo vigilancia de las autoridades gubernativas y su inefable comité de actividades antiamericanas y se escapó a Inglaterra para seguir trabajando.
Tiene su gracia, se enmarca en la idea del horror nuclear, a lo desconocido y a es unión entre extraterrestres y potencia nuclear. 
Es un típico producto inglés, que bien podría estar a cargo de un director americano como Tourneur, aunque del nacionalidad francesa, pues siempre rodó -a mi al menos me lo parece- con si fuera un Europeo, Inglés concretamente, no Francés, que era su nacionalidad. Me recuerda, por la intensidad del blanco y negro, el contexto y demás circunstancias a la Noche del demonio (1957)
También podría haberla rodada otro americano por excelencia: Robert Wise y su Ultimátum a la Tierra (1951). Tiene hechuras de clásico, pero le falta firmeza y determinación.

§ 3.804. La carta esférica (Imanol Uribe, 2007)

Muy entretenida. Leí la novela hace muchísimos años, y no me acordaba de los detalles, sólo de la trama general. 
Tesoros, barcos, mar, robos, riquezas, y una historia de amor encubierta.  Una trama muy trabajada, con un guión del propio director sobre la novela de Pérez Reverte. Quizá no sea una de sus mejores novelas, pero da muchísimo juego como película. Es un escritor muy cinematográfico, con un lenguaje muy cinéfilo.
El escenario está muy bien planteado, los personajes muy bien elegidos, muy caracterizados. 
Todo el protagonismo se lo llevan Carmelo Gómez y Aitana Sánchez-Gijón, una pareja verdaderamente interesante, que funciona a la perfección. Ella mejor actriz que él actor, sin duda alguna. Pero la pareja funciona en la química que destilan. El bruto y la chica dulce (en teoría, pero salvaje y peligrosa en la práctica). El juego de la chica está mejor expuestos que la poca inteligencia de él. Ella es sutil, él bruto. Al final, como era previsible, nada es (del todo) lo que parece. Como en todo thriller, el engaño, la sutilidad y la engañifa forma parte de la trama.

§ 3.892. Una extraña entre nosotros (Sidney Lumet, 1992)

  Una película difícil de lograr. Interesante, con un cierto propósito pero nada sencilla de lograr. Intentar introducirse en los entresijos...