domingo, 20 de octubre de 2024

§ 3.541. Un grito en la oscuridad (Fred Schepisi, 1988)

 

Vi esta película hace mucho años, muchísimos, seguramente más de veinte. Y me impresionó mucho. Porque sabía que era historia real, por la fuerza de la interpretación de la protagonista, por lo raro y extraño del procedimiento judicial. Sé que en esos momentos estaba estudiando derecho, por lo que debería ser después de 1988.
Se nota que aunque funciona no es una buena cinta. Se mantiene por la intensidad del drama judicial, pero poco más. 
Hay algo extraño en la historia. Es una rareza, pero poco más. Sí es cierto que la memoria es traicionera, porque recordaba dos datos que no se corroboran: que era raptada por monos, y en realidad es raptada por perros salvajes, y en segundo lugar, que es raptada de la tienda de campaña cuando los padres acampan al aire libre, no en una instalación destinada al efecto. Lo recordaba sin testigos, y en la película queda claro que hay testigos por todos lados, lo cual hace más raro todavía las peripecia judicial que posteriormente se desarrolla.
También puede verse como una película crítica con la prensa, con su funcionamiento, con el sensacionalismo con el que se exprimió el asunto en la televisión y en los periódicos. Era el momento de apurar el cáliz hasta las heces, y así fue.
Es un poco larga, no se sostiene por la mera expectativa de resolución el caso. 
Muy alabada fue la actuación de Meryl Streep, pero la de Sam Neill no le va a la zaga.

§ 3.540. Horizontes de grandeza (William Wyler, 1958)

 


Grandiosa, Homérica, gigantesca, monumental, Sakesperiana. Más drama que Western, o un drama ambientado en el Oeste. El bien, el mal, las pequeñas infamias, las mentiras llevadas al extremo, la incapacidad para perdonar, y la violencia como forma de resolución de los problemas. La ha visto varias veces, probablemente ya será la cuarta o quina vez, y sigo sintiendo que nos encontramos ante una obra maestra. El ritmo, la cadencia, el guión, las miradas de los actores, sus gestos y poses, sus movimientos. Es una obra muy de actores, aunque no lo parece.
Me ha gustado muchísimo Gregory Peck, hace un papel muy sereno, un rol que encarna la ciudad y la razón frente a lo abrupto del Country. Me ha encantado Jean Simmons, de la que se enamora perdidamente Gregory, y que hace que abandone a su novia, con todo lo que eso conlleva. Pero sobre todo me ha encantado Burl Ives, que hace un papel canónico. Quiero decir: un vaquero resentido y amargado con un pasado lúgubre y ningún futuro se tiene que comportar así, como él lo hace.

§ 3.539. El buque maldito (Amando de Ossorio, 1974)

Con la misma estética de su creación más famosa, los templarios zombies que vuelven para tomar venganza, y utilizando alguna leyenda del mar, que seguro que las hay, el director organiza una película interesante, sobre todo si la situamos en la época en la que está rodada, plena transición española, tiempos de destape, libertad, liberación de la mujer, etc.
De hecho es la tercera parte de la tetralogía de "Los templarios ciegos", compuesta también por "La noche del terror ciego" (1971), "El ataque de los muertos sin ojos" (1973),  y "La noche de las gaviotas" (1975). 
Ésta era la única que me quedaba por ver. No creo que verlas fuera de orden desconecte de un guión previamente establecido. Ni los personajes, ni las tramas, ni siquiera los actores tienen conexión, únicamente la estética tiene algo de coherencia entre ellas. 
Se deja ver. Tiene su gracia, pero le falta potencia, tonelaje, garbo. Es difícil hacer cine, sobre todo en este país. Muchísimo mérito lo de Ossorio y otros directores de aquellas época.
El reparto tiene su gracia, con el infatigable Jack Taylor y la lustrosísima Bárbara Rey, que está tremenda, guapa y potente, aunque plana en sus matices actorales. Ahora muy de moda por otras cosas, es evidente que no estaba hay por su manera de actuar.









§ 3.538. Un hombre que vino a matar (León Klimovsky, 1967)

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Un Western español, seguramente rodado en Almería, y con actores y equipo técnico español. Aunque es una mediocridad, se deja ver. Los escenarios, el atrevo, el diseño de producción y demás elementos accidentales de la película funcionan. Pero no tiene la más mínima profundidad. Tiene un guión interesante, aunque manido, pero la ejecución de las escenas es un poco pobre. 
Sin embargo, la música si acompaña perfectamente a las imágenes. 
Me llama la atención la participación de Jesús Puente, hombre para todo, que lo ha rodado todo y que todavía, al día de hoy, es capaz de acometer proyectos verdaderamente magníficos, tanto de la propia industria, como de las auxiliares de la principal.
La chica, bueno, una de las chicas es Femi Benussi, interesante, femenina, injustamente maltratada.
Se deja ver, sin más....

sábado, 19 de octubre de 2024

§ 3.537. Todo lo demás (Woody Allen, 2023)

Otra comedia de Allen. Ligera, con ese toque frívolo que tanto le gusta, siempre a acordes de Jazz. Algo que empieza con música de Billie Holliday no puede ser malo. 
No me ha gustado mucho el casting. Jason Biggs no me ha parecido que de el tono. Tampoco Christina Ricci me parece adecuada al papel. Woody Allen está como siempre, y Danny DeVito da la garantía de un buen papel.
Un poco lo de siempre de Allen, nihilismo, meditación, Freud, angustia existencial y amargura de las relaciones. Pero no tiene la gracia de otras obras. Además recurre con demasiada frecuencia a tópicos y estereotipos.
No es genial, pero me ha gustado mucho.
La música es excelente, como suele ser habitual en él. Billie, Diana Krall, etc. 



 

§ 3.536. La rebelión de las muertas (León Klimovsky, 1973)

 
Muy original, dentro del canon de este tipo de películas. Muy de los muestro vivientes, muy de los zombies, muy del terror patrio, pero funciona. El color es muy vivido, el sonido muy claro, la trama aunque es como las de siempre, tiene su gracia, y el metraje es civilizado. 
En fin, es una historia muchas veces vista, pero que siempre apetece verla. 
Me paree que el cine español no ha pagado la deuda que tiene contraída con Jacinto Molina. Un verdadero impulsor de un tipo de cine que no solo hizo caja durante años sino que patrocino un estilo propio del cine español, un cine algo cosificado, por supuesto, y con una calidad más que cuestionable, pero  cine al fin y al cabo. 
Un grande, un grande verdad. De los que montaban películas con cuatro duros, y metían a miles de personas en la gran pantalla.
La cinta es infame, infame de verdad. Mala, mala, mala...

viernes, 18 de octubre de 2024

§ 3.535. Encuentro en la noche (Fritz Lang, 1952)

 

La tengo por obra menor de Lang. Bueno, la tengo por obra no mayor de Lang. Y  estoy equivocado. Es distinta, un cine negro más realista, menos onírica, menos negra, menos abstracta, más figurativa, con un retrato de personajes más reales, con sus defectos y sus virtudes, más de aquellos y menos de éstas, y con un empuje que se insufla del vaho de la realidad. 
Los arquetipos de personas tienen más matices. Sin ser un realismo italiano, ni siquiera el de King Vidor, tiene matices naturalistas. Incluso en la música se aprecia, un tratamiento clásico sin estridencias, con un formato ortodoxo. 
La recordaba peor cinta. Pero Lang tiene muchas lecturas, muchas visiones, todas distintas y nuevas cada vez. 
No es la clásica película de cine negro de Lang. Es muy buena, tiene tintes de melodrama, o de drama directamente, pero no es el tono que maneja bien. 
Excelentes imágenes del trabajo en la conservara de pesado. Te dan una pista de qué va la cosa. Me recuerda al comienzo de "Stromboli, tierra De Dios" (Rossellini, 1950).
"Casa es el sitio al que vuelven cuando no tienes a dónde ir"

§ 3.916. Beltenebros (Pilar Miró, 1991)

La vi hace muchísimos años, en Cabueñes, en Asturias, en un campamento juvenil que organizaba el Injuve (el Instituto Nacional de la Juventu...