viernes, 25 de noviembre de 2022

§ 2.843. La herida luminosa (José Luis Garci, 1997)

 

Otra de Garci. De las menos conocidas. Pero con Fernando Guillén, Mercedes Sampietro, Julia Gutiérrez Caba, y Cayetana Guillén Cuervo nada puede salir mal. 
No es un Garci mayor, sino todo lo contrario. Es una cinta menor. A mi me gusta Garci, tiene esa melancolía y esa sensibilidad tan propia y personal que puede a veces echar para atrás.
No veo a Garci como un creador de películas de crímenes. Es una historia barroca, demasiado sórdida y en la que no es posible darle un aire frívolo y leve.
La lentitud en el tempo, la cadencia en las conversaciones, la (aparente) poca acción que presenta, los desenlaces de las pequeñas historias y el tono vitalista y poco convencional son las señas de identidad de un cine que ya ha muerto. Nadie rueda así ya. No conozco director parecido. Garci prima lo intimo, la perspectiva propia, la complicidad del espectador en la construcción de la historia, la necesidad de implicarse en el entendimiento de la película y su desarrollo.
Me ha gustado, pero insisto, me parece un Garci menor.

§ 2.842. Ojos en la noche (Fred Zinnemann, 1942)

 

Interesante propuesta, muy típica de la época. Aunque la novela es de una tal Baynard Kendrick, bien podria ser de cualquier clásico del género.
La copia no se ve del todo bien, por momentos es muy oscura, pero me interesa terminar con todo Zinnemann. Me falta por ver Teresa (1951) y dos de 1947: My Brother Talks to Horses, y El pequeño Míster Jim. Estas dos últimas no las encuentro por ninguna parte. Ni están editadas en DVD o rayo azul ni se encuentran en ok ru o en youtube.
No es una cinta brillante. El enredo satisface la curiosidad, y tiene un metraje civilizado, pero no llama la atención. Se deja ver, claro, pero poco más. Se pierde en intentar esconder la trama y en revolver los asuntos. No se por qué, pero quizá el personaje principal del asunto, el detective, puede ser el protagonista de una serie de novelas policíacas.

miércoles, 23 de noviembre de 2022

§ 2.841. Macbeth (Roman Polanski, 1971)

Estamos en presencia de una obra colosal. Soy crítico con el cine de Polanski, tiene cosas que no me agrandan, aunque bien es cierto que otras las considero maestras. Éste pertenece al segundo de este grupo.
La ambientación, el atrezo, los diálogos, los personajes, el guión, el tempo, la voces en off, la sensación de gran formato. Lo tiene todo.
Es, desde luego, la versión más bonita que he visto. La de Welles me pareció demasiado oscura, barroca y cerrada en sí misma. Además de rodarse con muchísimos menos medios.
Esta versión es más cinematográfica, menos teatral. Sobria, como requiere el tema, pero entretenida, aunque algo larga, 140 minutos se antoja como una película muy densa.
Muy interesante es el empleo de las voces en off para reflejar los pensamientos de los protagonistas, Macbeth y su esposa.
La ambición humana, la tensión por el poder y los escrúpulos y el remordimiento de conciencia son los temas fundamentales de la obra. A medida que avanza se va oscureciendo, perturbando, enguarrándose, ensuciándose. No es que tuviese un planteamiento diáfano, pero sí exponía el relato de forma limpia. A medida que avanza se difumina esa claridad y se presenta la ambición como algo deforme, oscuro, tenebroso. El resultado es prodigioso. La iconografía del poder, la representación de las tradiciones y la tonalidad de la venganza es lo mejor de una película realmente estupenda.
Jon Finch adquirió la notabilidad con esta obra, que le sirvió de trampolín hacia el estrellato. Pero le tengo por un actor malogrado. Seguramente hizo mucha televisión, y por lo que he visto muchas obras de Shakespeare, pero no consiguió una carrera regular, estable y consolidada.
 

martes, 22 de noviembre de 2022

§ 2.840. Nueve reinas (Fabián Bielinsky, 2000)

 

Estafas, estafadores, argentinos, algo de relato salvaje, un poco de intriga y un trabajo de guión absolutamente magnífico, difícil y muy trabajado.
Es muy diferente a "El aura" (2005) y, en general, me gusta menos.  Tiene un ritmo interesante, pero no me gusta el presupuesto sobre el que se edifica: el engaño, la suplantación, la mentira, el embuste.
Ricardo Darín está muy bien, sobre todo al lado del otro actor, Gastón Pauls, que es muy más neutro y que no consigue transmitir las emociones con tanta naturalidad.
El lenguaje que manejan, los giros y expresiones coloquiales dificultan el seguimiento de la cinta. La trama no es sencilla, y a veces pende de un comentario, de un matiz del lenguaje. Las direcciones, la cuantía del dinero, los porcentajes, etc.
El resultado es interesante, su planteamiento muy logrado y es una buena película. A medida que avanza y se complica se vuelve más interesante.

§ 2.839. El espíritu de la colmena (Victor Erice, 1973)

 

Una de las tres únicas películas que en solitario rodó Erice. La primer que veo. Un mito viviente del cine, estilista, delicado, sobrio y firme en la dirección y el guión. Película muy reconocida, celebérrima y peculiar. No rehuyo las cintas complicadas, ni las difíciles, ni siquiera las abstractas. Ni las barrocas o hedonistas. No soporto a Godar y me parece que le tengo que dar otra oportunidad a Tarkovsky, que, como me ha pasado con Tolstoy y don Dostoievsky no me gustaron de joven pero sí, y mucho, de mayor.
Esta cinta no es complicada. Es lenta. Es Proust, que tampoco soporto.
No sé qué me quiere contar. ¿El paso del tiempo?, ¿La soledad?, ¿La dificultad para entender las relaciones humanas?
Debe de existir un paralelismo entre las abejas y Frankenstein, pero no soy capaz de hilvanar el hilo que los une. 
Es un cine distinto, centrado no en lo que pasa, ni en como pasa, sino en el asunto moral de ambas cosas, trama y estética.
Decididamente no es mi tipo de cine. Me recuerda a Mlick y esas elipsis que realiza, esa especie de trascedencia en todo lo que filma, esa manera algo pedante de mostrar un espíritu erudito, esa correosa sensiblería falta de tono dramático, esa especie de perspectiva pendiente que mantiene el guión no consiguen montar una cinta redonda. A mi al menos no me lo parecen, ni las que he viso de Malick, ni esta. 
Entiendo y respeto que a determinadas personas les encante este tipo de cine. Seguramente encuentran aburridas las películas 'convencionales'. Y no creo que sea por pose, o por situarse 'al margen del rebaño'. Simplemente creo que es como dicen que es.
Con esta cinta, como con las de este 'tipo' creo que hay que diferenciar la estética cinematográfica del fondo de la trama o la historia que quiere contar.
Son imágenes muy potentes, llenas de luz, de color, de encuadres perfectos o peculiares. Distintos. 
El fondo es una mera excusa para mostrar el mensaje moral que pretende, el trasfondo que muestra. Que tampoco tengo claro que sea moral, axiológico, político o cultural. Simplemente puede ser estético. No creo que de esta cinta pueda deconstruirse un discurso de ningún género, tipo o condición. Expone una historia anodina y aburrida con un tono solemne y lento, poco dado a las emociones, que juegan un papel interno, de cada uno. Hay algo terrorífico en la frialdad de las niñas, especialmente en la más pequeña, la que visiona al monstruo.  Pero no es una película de terror.
Forma parte de esas películas que no me gustan pero sé que son buenas. Como algunas del Bergman más enrrocado o el propio Tarkovsky. Pero no es mi tipo de cine. 
Además es aburrida. O por mejor decir, no es entretenida, y, sin embargo, el metraje pasa muy rápido. Llama la atención lo rápido que transcurre. Miras el reloj y ha pasado media hora, vuelves a mirar y le quedan 20 minutos. Curioso: no entretiene pero el tiempo pasa muy rápido con ella.
En definitiva, película probablemente muy trascendente pero que a mi no me ha gustado.  No pretendo decir que sea mala, nada parecido. Simplemente no me ha gustado. Hace años, cuando empecé a comprar películas, me prometí, y hasta ahora no me he defraudado, que no me engañaría. Y eso hago: no me ha gustado. Es más no creo que la vuelva a ver nunca más.

domingo, 20 de noviembre de 2022

§ 2.838. - El hidalgo de los mares (Raoul Walsh, 1951)

 

Un clásico en toda regla. Una de veleros en el XIX con un Gregory Peck en estado de gloria y una Virginia Mayo tan guapa como siempre. Lo tiene todo la película: acción, aventuras, valor, amor, color, diálogos, pasión, energía. Es una preciosidad. Así de sencillo.
No creo que se corresponda con una historia real, ni mucho menos. Es todo ficción. Sobre una base histórica determinada, que efectivamente es comprobable se construye una historia muy bonita.
El tempo de la cinta es espléndido, cada acontecimiento transcurre suavemente, sin prisas, en su momento. Con solvencia y sin apresurarse. Una auténtica película de aventuras.
No tiene el 'gancho' de las cintas de aventuras en el oeste, o en el ártico, en concreto no es comparable con "El mundo en sus manos" que es del año siguiente, porque aquella es más completa, más global. Más actoral también. Sin embargo esta es más entretenida. Aquella tenía una lectura más intelectual, ésta es un cine más amigable, más divertida.

§ 2.837. Cartas envenenadas (1951)

Tenía muchas ganas de ver esta película, que no está editada en DVD que yo sepa. Esas que se descatalogan y no se vuelven a editar. Sin saber muy bien por qué, ya que, esta en concreto, el verdaderamente magnífica.
No sé cuál me gusta más, si ésta o si El Cuervo (H. G. Clouzot, 1943)
Los actores están impresionantes: Linda Darnell tan guapísima como siempre, Charles Boyer algo desconocido tras su barba blanca, Michael Rennie tan sobrio y serio como siempre que le recuerdo, y Constance Smith en un papel difícil. 
El tema es interesante, el tratamiento perfecto, la ambientación un prodigio. Me parece una gran película.
Me quedan ya solamente dos de Preminger por ver.

§ 3.896. La última señora Anderson (Eugenio Martín, 1971)

  Una acercamiento al cine de suspense británico de toda la vida. Rodada en los exteriores de Londres, supongo que con personal británico, e...