sábado, 1 de abril de 2017

ZINNEMANN, Fred. Tres vidas errantes (1960)



Me ha gustado. Esperaba quizá algo más... Pero es una buena película. Debora Kerr está guapísima, Peter Ustinov es un actor magnífico, pero el que me ha sorprendido ha sido Robert Mitchum. Le tengo por buen actor, versátil, capaz de hacer buenos papeles, pero con poca densidad, con poco peso específico. Gran actor, muy característico, pero no un excelente actor. Y la verdad, tengo que ir modulando el juicio que tengo sobre esto. Es mejor actor de lo que parece, hay más trabajo tras él de lo que él mismo de sí mismo parecía proclamar.
Es duro, es viril, pero su actuación está muy trabajada, muy serenamente preparada. Siempre con esa mirada, como de miope, con la cara bajada, con un cabeceo de la cabeza cuando se le está haciendo una reprimenda... 
Tiene algo muy propio, aporta una personalidad convulsa, domada por la vida pero que quiere escapar de sí mismo para seguir siendo libre, seguir siendo hombre, seguir siendo él.
Es cierto que tendría que verlo haciendo de Othelo, o algún otro clásico Sakesperiano, pero me pasa algo similar a lo que me ocurría con Richard Widmarck, que le tenía por un secundario de superlujo elevado a la categoría de estrella que le quedaba grande, y la verdad, me sorprendió lo excelente actor que es.

miércoles, 29 de marzo de 2017

SIRK, Douglas. Obsesión (1954)

Me gusta Sirk. Es un cine muy suyo, característico. No engaña a nadie, muestra lo que quiere mostrar... Es una emoción muy singular en la que se especializó, el melodrama. Aquí hay lágrimas a manta, todas las que quieras y más.
Con una Jane Wyman espléndida, digan lo que digan. En esta película al menos lo hace de maravilla. Rock en su línea absolutamente de siempre. No era un gran actor, un actor de recursos, de técnica, de potencialidad, era otra cosa, un grandullón en pantalla, arrebatadamente guapo y con posibilidades de interactuar con grandes estrellas. Y  una Barbara Rush que confundo con una mujer que intervenía en las de Hitchock, que recuerde. En Rebeca seguro. Pero no es ella.
Pero la estrella es Wyman.
Metraje adecuado, nada largo, a pesar de los 108 minutos de cinta, muy buen guión, bien trazado, sin saltos, todo muy ordenado y una música que acompaña. En definitiva, una película que se puede ver. Aunque con Sirk habría que analizar si sus películas tiene muchos visitados. Quiero decir, una vez conocida la trama, vista con tranquilidad, no sé si podrían volver a verse otra vez. Más que nada porque sólo hay trama, sólo hay discurso y desarrollo, no es un preciosista de la cámara, ni tiene mucho más que decir que lo que dice. Creo que vistas por segunda vez quizá no se apreciara esa emocionalidad que transmite la primera vez que las ves.

martes, 28 de marzo de 2017

VAN DYKE, W. S. El enemigo público número 1 (1934)


Me ha gustado. Es sencilla, obviamente pueril, no con una trama muy desarrollada y con un resultado más que previsible.
Me ha gustado mucho Mirna Loy y Willian Powell, también Clark Hable. Era un cine distinto, más dedicado a contar un sentimiento que una acción. Es evidente que ningún malvado se comporta como éste, y también que ningún fiscal del distrito se casa con la ex novia de un mafioso, pero en esta tipo de cintas, de nada menos que de 1934, todavía suena creíble estas historias.
Del director ya he visto algunas otras y la verdad es resolutivo. De lo que he leído sobre él es de los rápidos de la industria. Le llega el material, coloca los decorados, rueda y monta. Nada de dobles tomas, escenas complicadas, y demás. Pura eficacia.
La pareja de Mirna Loy y Willian Power al parecer es toda una estrella en el firmamento del cine de aquella época. Rostros muy definidos, muy reconocibles. En ese momento estaban en lo más alto de su estrellato. A ellos se une Clark Gable en el comienzo de una carrera que se extendería hasta 1961 con su última intervención en Vidas Rebeldes de John Huston.

sábado, 25 de marzo de 2017

WALSH, Raoul. Fiebre de venganza (1953)

¿Es Raoul Walsh el director más versátil de todos los tiempos?. Cuidado con la respuesta, no es tan sencillo. Está Wise, Fleischer, Hathaway...
Puede ser que le falte algún musical claro está, alguna de miedo, pero lo que es cine de género clásicos, es un campeón. Además filmó 82 películas una cifra importantísima... nada fácil de alcanzar.
No reconozco en él un director con gran clase, con mucho estilo. No es un gran encuadrador, no maneja una cámara con tráveling, ni tiene ningún toque especial en cuanto a las  tramas, los guiones, decorados o demás... pero desde luego es cine en estado puro, en estado purísimo...

viernes, 24 de marzo de 2017

SIRK, Douglas. Su gran deseo (1953)


El melodrama es el territorio preferido de Sirk. Director maravilloso, Capaz de explorar estancia recónditas del alma. Un director de emociones primarias, llorar, gritar, mirar desgarradamente, separaciones traumáticas, celos...
Barbar Stanwyck es todo una emocionalidad, todo un torrente de pasión. Una mujer de belleza singular, impropia en un mundo de bellezas superlativas. Sin embargo sus dotes para la actuación cinematográfica son excelsas, siempre desde un tono de femme fatalle...

jueves, 23 de marzo de 2017

VAN DYKE, W. S. La cena de los acusados (1934)



Se veía perfectamente. Es de 1934 y el sonido y la cinta están en perfecto estado, se ve y oye perfectamente.
Dos actores muy interesantes, Willian Powell y Myrna Loy, dos estrellas de toda la vida, un buen guión, una buena cámara, una buena trama... y un resultado brillante.

Un estudio más detenido véase en : https://www.blogdecine.com/reflexiones-de-cine/la-cena-de-los-acusados-el-comienzo-de-una-saga

§ 3.904. La muerte cumple condena (Joaquin Luís Romero Marchent, 1966)

  Otro Western del montón, industrioso, rápido, sin pretensiones, pero con propósito. La copia no se ve del todo bien, y eso dificulta el se...