El melodrama es el territorio preferido de Sirk. Director maravilloso, Capaz de explorar estancia recónditas del alma. Un director de emociones primarias, llorar, gritar, mirar desgarradamente, separaciones traumáticas, celos...
Barbar Stanwyck es todo una emocionalidad, todo un torrente de pasión. Una mujer de belleza singular, impropia en un mundo de bellezas superlativas. Sin embargo sus dotes para la actuación cinematográfica son excelsas, siempre desde un tono de femme fatalle...
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