Gary Cooper en toda su extensión, en toda su esplendidez, en toda su gallardía. Alto, varonil, con carisma, guapo a rabiar, nada amanerado y siempre predispuesto al bien.
Madeleine Carroll tan guapa como siempre. Comedida, no de esas bellezas radiantemente salvajes que vinieron luego, con un punto clásico y formal que la hace mucho más atractiva.
Una trama clásica, con fondo amoroso, de espías y traiciones en una China revolucionaria que aspira a su propia identidad dentro del proceso de descolonización que sufrió. Todo ello teñido de su deriva hacia el socialismo real y efectivo.
El guión es de Clifford Odets, que como director firmó sólo dos películas: Sangre en primera página (1959) y Un corazón en peligro (1944), ambas interesantes, sin más.
Gran director Milestone, del que he visto: La estrella del norte (1943); El corazón púrpura (1944); Un paseo bajo el Sol (1945), El extraño amor de Martha Ivers (1946); Arco del triunfo (1948), Situación desesperada (1950) y La cuadrilla de los once (1960).
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